SEÑOR DIRECTOR:
El mismo día en que se cumplen 11 años del asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay, Celestino Córdova, uno de sus asesinos, salió en libertad condicional gracias a la resolución, aún no fundamentada, del Juzgado de Garantía de Temuco. Una persona que no colaboró con la investigación ni ha mostrado arrepentimiento, recibió un nuevo beneficio carcelario en desmedro de la familia de las víctimas. Ya el año pasado se le habían concedido salidas dominicales y trimestrales.
El Poder Judicial tiene el deber de explicar por qué Córdova fue merecedor de la libertad condicional, si no cumple todos los requisitos para obtenerla. Por ejemplo, ha faltado a la buena conducta con sus huelgas de hambre.
Lamentamos las señales de impunidad que esta decisión está dando al país. Vamos en la dirección equivocada para frenar la delincuencia y el terrorismo que afectan a la Macrozona Sur.
En un Estado de derecho es imperioso que los poderes del Estado se alineen y utilicen todas las herramientas disponibles para prevenir y combatir este flagelo, partiendo por asegurar el cumplimiento efectivo de las penas aplicadas a los condenados.
Antonio Walker Prieto
Pdte. Sociedad Nacional de Agricultura
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