
El Rápido: Al final, como siempre

Cuando era niño no me perdía el resumen de la fecha futbolística en el programa Zoom Deportivo y recuerdo que cuando un partido terminaba empatado uno a uno, Pedro Carcuro solía decir “como en El Rápido”. La verdad es que no entendí bien esa analogía hasta unos años más tarde, cuando llegué a vivir a Santiago y conocí este negocio especializado en empanadas fritas. También recuerdo que una vez visité este lugar con una compañera de trabajo, la que se sorprendió por lo veloz de la atención, a lo que el señor que nos atendió en la barra le preguntó si no sabía dónde estaba.
Todas estas memorias vinieron a mi mente hace algunos días cuando, tras algunas diligencias varias en el centro, decidí hacer una merecida pausa y atenderme en El Rápido. Eran pasadas las dos de la tarde y lo cierto es que el lugar estaba prácticamente repleto, aunque de todas maneras encontré un espacio en su barra principal para ubicarme. Ahí estaba el mismo señor de siempre. El mismo que retó a mi distraída colega años atrás. Con sus mismos ojos claros, pero ahora con el pelo cano y que diligentemente me tomó la orden.
Partí por un consomé con huevo ($3.900) que llegó -como todo en este sitio- rápidamente y bien caliente. Así las cosas, no quedó otra que enfriarlo un poco aplicándole ese pebre de invierno que siempre han tenido en unos pocillos en la barra de El Rápido y que no es más que una muy buena salsa de ají más algo de cebolla y cilantro. Quedó muy bueno el consomé y así rápidamente se fue. Luego, a lo que vinimos. Una empanada de pino y otra de queso ($2.950 cada una) más un Schop Escudo ($3.990). Ambas empanadas, como siempre, eran cuadradas y de buen tamaño.
Partí por la de pino, que se veía más gordita y tenía ese pino de carne y cebolla muy bien cocinado, algo dulzón. Seguí después con la de queso, un poco más delgada y liviana que la anterior. Tras el primer mordisco se extrañó algo más de queso en su interior, pero al menos quedó espacio para meterle un par de cucharadas del pebre. A estas alturas, algo primordial en El Rápido. El resultado final fue una buena empanada de queso, bien picantita.
Es cierto, ahora Bandera es peatonal y El Rápido hasta tiene mesas en la vereda. Es cierto también que atienden mujeres y hombres, cosas que décadas atrás habría sido impensada; y hasta hay unas letras pintadas en un vidrio ofreciendo hamburguesas. Pero a pesar de todos esos cambios el local sigue con la misma esencia de siempre. Lleno de comensales de todas las edades y orígenes, ordenando y comiendo a la velocidad de siempre y -lo más importante- con los sabores de siempre.
CONSUMO TOTAL: $13.790.
DIRECCIÓN: Bandera 347, teléfono 226970213, Santiago.
HORARIO: Lunes a viernes 8 a 19 hrs. Sábado 9 a 16 hrs.
ESTACIONAMIENTO: No tiene.
PÚBLICO: Apto para todo público.
CALIFICACIÓN: ✮✮✮
Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver
Por Álvaro Peralta Sáinz (Don Tinto), cronista gastronómico
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