Estatua de Baquedano

SEÑOR DIRECTOR:
Todas las excusas para no volver a instalar la estatua del general Baquedano en la plaza son de cobardía política, ya que no hay razones estéticas o históricas que obliguen a cambiarla (o esconderla).
Lo que tendrían que hacer los políticos es propiciar espacios para pensar cómo instalarla nuevamente en su lugar, es decir, encontrar una solución conforme a la importancia del monumento que no signifique claudicar.
Juan Miguel de la Fuente L.
Arquitecto UDD
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.