Opinión

Instituto Nacional: un peón en el tablero político

SEÑOR DIRECTOR:

Una vez más, la viralización de videos del Instituto Nacional ha generado el esperado espectáculo de críticas. Con o sin contextos, infundada, o justificadamente, los comentarios no dejan de ser los mismos. Algunos acusan abandono institucional y la ridiculización de demandas estudiantiles, mientras otros critican la evidente decadencia de la educación pública. Sin embargo, son pocos los que reconocen que esta crisis educacional es el resultado de un conglomerado de factores, con responsabilidades compartidas.

Ni la humillación ni el simplismo son caminos constructivos para enfrentar los desafíos que atraviesa nuestro sistema educativo. ¿Por qué no dejamos de perseguir culpables y trabajamos en virtud de lo que realmente los estudiantes y la sociedad necesitan?

La clase política se ha acostumbrado a espectar desde el municipio y el Parlamento las atrocidades que ocurren al interior del “Nacional” y se han olvidado que se trata de un establecimiento educacional que debiese ser un refugio popular del saber, en lugar de un escenario de juego político.

Protejamos la educación, fomentemos el aprendizaje, difundamos los triunfos académicos opacados por inadaptados, trabajemos para retomar el orden y la excelencia, y escuchemos. Pero dejemos de utilizar al primer foco de luz de nuestra nación como radiografía para explorar diagnósticos que absolutamente nadie se dispone a tratar.

Alexander Boutaud

Ex alumno del Instituto Nacional

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