Retiro de dividendos, tasas y shock fiscal: ¿se viene un frenazo?

Dolares


SEÑOR DIRECTOR

La discusión económica se ha centrado, desproporcionadamente a mi juicio, en los efectos un posible cuarto retiro de los fondos de las AFP minimizando otras situaciones y medidas tanto o más importantes que afectan la situación actual y muy probablemente el curso futuro de la economía chilena en el 2022 y quizás el 2023.

Podemos destacar tres elementos: (i) la abrupta repartición de dividendos líquidos por parte de las grandes empresas chilenas que emiten acciones en bolsa y que están postergando proyectos de inversión, (ii) los pronunciados aumentos de tasas de interés por parte del Banco Central, (iii) la presentación de un presupuesto fiscal que reduce en 22,5 por ciento el gasto público en el 2022. El “otro retiro”, es decir, la repartición de utilidades (dividendos) a los accionistas de grandes empresas nacionales por más de 12 mil millones dólares este año es más silencioso y no alcanza los titulares de los diarios ni las presentaciones del Banco Central al Congreso. Sin embargo, la inyección de liquidez a la economía será, probablemente, superior a un cuarto retiro que se anticipa podría ser equivalente a 7-8 mil millones de dólares. Aunque se concentra en un grupo menor de personas y su efecto sobre el consumo es relativamente acotado, seguramente presionará al alza del tipo de cambio y los precios internos (creando inflación por la vía cambiaria) en la medida que los accionistas sigan comprando dólares y sacando capitales de Chile.

El aumento de las tasas de interés del Banco Central para contener una inflación probablemente transitoria, puede contribuir a un frenazo económico con pérdidas de empleo y quizás cierres de empresas pequeñas y medianas al encarecer el costo del crédito; este efecto se dejará sentir principalmente el 2022 dado el rezago típico en el efecto de la política monetaria.

Finalmente, el próximo año será de ajuste fiscal si el Congreso aprueba el presupuesto preparado por la actual administración. Shock fiscal, apretón monetario y postergación de la inversión privada por parte de los grandes conglomerados económicos no es lo que Chile necesita para recuperarse de la pandemia, crear empleos y nuevas empresas y acomodar cambios institucionales de gran envergadura.

Andrés Solimano

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