Cuarentena en imágenes: “He maldecido muchas veces y en voz alta este encierro"

Invitamos a distintas fotógrafas y fotógrafos a retratar su nueva realidad cotidiana durante la cuarentena. Esta es la mirada de Carolina Spencer.




"La cuarentena ha tenido de dulce y agraz. He maldecido muchas veces y en voz alta este encierro. Por más que me he tratado de adaptar a esta situación, porque no queda otra, me he dado cuenta que simplemente esto no me gusta. He pensado que quizás no soy tan hogareña como pensaba.

Extraño mucho salir, moverme, estar al aire libre, caminar, andar en bicicleta, viajar. Este encierro ha sido como un hoyo negro que se ha tragado toda mi energía.

Pero también he tenido suerte. El primero de marzo nos cambiamos a vivir a esta casa y el 15 del mismo mes estábamos empezando la cuarentena, por eso pienso que todo esto nos tocó en el mejor lugar posible, ya que tenemos jardín y un espacio amplio para movernos. Hemos podido habitarlo. Podarlo, limpiarlo, plantar un par de hierbas y estar presente viendo los cambios de estaciones.

También agradezco el tiempo extra que he podido tener con mi hija y que me ha permitido adentrarme en su mundo. Valoro verla dormir y ser yo quien va a despertarla de sus siestas. Y así como es enriquecedor sentirnos cerca, estar disponible 24/7 ha sido también muy demandante.

En términos familiares, pasamos tiempos muy duros cuando fue el peak de contagios.

Alguien que queremos mucho, que vive en una residencia de la tercera edad, estuvo expuesto a un brote de coronavirus. Recibimos con el alma en un hilo los correos de la administración de la residencia en los que se nos contaba los problemas de cuidado de los adultos mayores por la ausencia de personal, la escasez de insumos básicos, cómo los residentes enfermaban de manera creciente y el riesgo de que todo se les fuera de las manos.

La angustia era inmensa.

Estuvimos muchas semanas en jaque no sabiendo cómo actuar, si tener confianza en que se controlaría el brote en la residencia o traer al familiar a nuestra casa sin certezas de que estuviera libre de contagio. Menos mal esto fue contenido a tiempo y el tema no empeoró. Pero todo esto me hizo sentir muy conectada con todos quienes sí tuvieron parientes enfermos o quienes ni siquiera pudieron ver morir a quienes querían.

Ahora ya vamos contando los días que nos restan para salir de la cuarentena y eso ha comenzado a renovar las energías. No sabemos qué nos espera el futuro, pero nos obligamos a tener un poco de esperanza.

Carolina Spencer (@caro_la_spencer) está viviendo su cuarentena con su pareja Rodrigo, su hija Blanca que tiene 1 año y su gata Tigra.

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