Paula

El trol preocupado: Lo que algunas críticas “constructivas” esconden

Conocido es el dicho “si no tienes nada bueno que decir, guarda silencio”, pero algunas personas lo reformularon, dejándolo en “si no tienes nada bueno que decir, dilo como si tuvieras buenas intenciones”. Esto se ve exacerbado en redes sociales, donde las personas pueden comentar desde el anonimato que les entrega internet, formulando sus frases y preguntas como si provinieran de la más honesta preocupación.

Un grupo de personas que recibe este tipo de comentarios son las mamás. “Qué bueno que saliste de noche pero, ¿no crees que tu guagua es muy chica para que la cuide alguien más?” o “Creo que no es tan bueno que te tomes esa copa de vino, considerando que estás amamantando a tu hijo”. Ambos casos se podrían leer, inocentemente, como bienintencionados, pero ¿qué es lo que realmente quieren decir estas personas?

En el primer caso están criticando a la mamá por salir teniendo hijos pequeños, mientras que en el segundo critican su decisión de tomar una copa de vino durante la lactancia. ¿Les preocupa realmente quien publica la foto o solamente quieren expresar su desacuerdo de manera pasiva agresiva? En ambos casos, dan la impresión de estar de parte de la persona a la que le hacen llegar sus comentarios, cuando en realidad están del lado contrario.

Y no se trata de algo que deban experimentar solamente las mamás que publican sobre su vida en redes sociales. Cuando alguien corre por gusto y dedica varias horas de la semana a entrenar, se va a cruzar con personas que, “desde la preocupación”, le van a preguntar por sus rodillas: “Si corres tanto te vas a lesionar”, dicen con mucha autoridad quienes desde el colegio no usan zapatillas deportivas y que, por lo general, en general no preguntan por la salud.

Tomemos el caso de cómo nos vestimos, especialmente las mujeres. No es raro encontrar opiniones como “me gusta que te vistas así y que tengas el autoestima súper arriba, pero alguien podría recibir el mensaje equivocado. Te lo digo por tu bien”.

Y es uno de los enemigos del movimiento body positive desde sus inicios. Ser body positive no significa ser pro sobre peso ni anti flacos, sino que busca que las personas se sientan cómodas con su cuerpo, sea cual sea, y no sean discriminadas por ello. Es hacer deporte porque te gusta y no porque sientes que lo necesitas para bajar de pes, y también es quitar la presión a los estándares de belleza que indican que hombres y mujeres deberíamos seguir ciertos patrones. Bajo ningún parámetro es estar a favor de no ser saludable.

Antonia Larraín, activista feminista y body positive y creadora de la campaña Tallas para todes, recibe críticas constantes de este tipo, entre las cuales destacan que está promoviendo la obesidad o que juzgan su salud. “Es un reflejo de los prejuicios y estereotipos que existen sobre los que se alejan de la norma”, dice y agrega: “Independiente de si existen o no problemas de salud, nadie tiene derecho a opinar sobre los cuerpos”.

El medio británico The Guardian, define el concepto concern trolling como una forma deliberada o no de criticar, camuflando las verdaderas intenciones con preocupación. “Podrían estar sugiriendo que una persona con sobre peso empiece una dieta con fines de saludables, cuando en realidad lo que quieren hacer es decirles que están gordos”, postulan en el medio, donde agregan que existe una variación de este “troleo preocupado”, con el que se busca minimizar la expresión política o ideológica de una persona. En vez de enganchar y terminar peleando con un desconocido, recomiendan responder, simplemente: “Gracias por tu preocupación, pero estoy bien así”.

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