Celulares de carga rápida: ventajas y desventajas

Una de las tendencias al alza es la de los teléfonos con carga ultrarrápida. Hace unas semanas Xiaomi mostró su Redminote 12 Explorer, que consiguió llenar el 100% de la batería en solo nueve minutos. ¿Qué ventajas y desventajas tienen estos equipos? Acá las analizamos.


Hasta hace una década, que se agotara a mitad del día la carga del teléfono celular era un de las peores señales. Se dejaban de recibir llamadas y mensajería, pero también era sinónimo de preocupación. Las grandes empresas supieron leer las necesidades de los usuarios y por eso han aparecido dispositivos con baterías de mayor duración e incluso con carga ultrarrápida. Pero, ¿qué tan eficientes son estos aparatos? ¿Tienen una menor vida útil que la de otros equipos? ¿Son compatibles con cargadores de otros modelos?

Las principales innovaciones en el mercado vienen de la mano de los procesadores de los equipos, pero también con las baterías y los cargadores. En el caso de las baterías, estas han incrementado su capacidad de carga medida en vatios (W), facilitando y reduciendo los tiempos de recarga.

Son principalmente firmas chinas las que lideran este sector del mercado. OPPO, por ejemplo, lanzó su modelo Find X5 Pro, de 80W, que alcanza la carga total en unos 27 minutos. Esta misma compañía tuvo a uno de los protagonistas de la pasada MWC 2022, cuando presentó su sistema de carga SuperVOOC, de 240W. OnePlus y RealMe estrenaron sus Ace y GT Neo3, respectivamente. Ambos con 150W y con un tiempo de espera de 15 minutos. Vivo, otra compañía de ese país, mostró su IQOO10 Pro, de 200W y que tarda unos 10 minutos.

El RedMi Note 12 Explorer, que se lanzó en este último trimestre en China, tiene el sistema de carga más rápido del mercado, con 210W.

Xiaomi, en sus distintas líneas como Poco, Black Shark y RedMi, también ha dado de hablar. Recientemente, la marca liderada por Lei Jun lanzó su Redmi Note 12 Explorer, que alcanzó la carga de 210W, demorando unos 9 minutos en llegar a su 100%. Aunque sea un dispositivo que, según indican especialistas, no saldrá del país asiático, es el aparato con la carga más rápida del mercado.

Cómo funcionan

De acuerdo con Samir Kouro, académico de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), a nivel técnico hay que comprender dos puntos para captar el concepto: la diferencia entre energía y potencia. El especialista realiza una analogía entre un balde con agua y una batería de celular. En esta, la energía sería la cantidad de agua que puede contener. La potencia del cargador, en cambio, sería el flujo de la llave con que se llena la cubeta. Entonces, para cargar un equipo móvil más rápido, lo que se requiere es un cargador de mayor potencia, que equivaldría a “una llave de agua más grande”.

Los cargadores de celular llevan un convertidor electrónico de potencia, que se implementa actualmente con semiconductores. Esta tecnología hoy ha avanzado mucho; hoy estas herramientas son de mayor potencia y tienen características en su operación y control que permiten achicar mucho los circuitos. “Por eso los cargadores son cada vez más pequeños en relación a la potencia que son capaces de proveer”, dice Kouro, también investigador del Centro de Investigación de Energía Solar (SERC).

En este tipo de dispositivos, aunque hay usuarios que cuestionan si realmente las baterías tienen la misma capacidad que otros aparatos o si su vida útil es menor, se incluyen protocolos de comunicación y estándares de carga. “El fabricante los emplea para proteger la vida útil de la batería y para que el teléfono no se caliente demasiado en el proceso, y uno puede conectar un cargador de mucha potencia al teléfono celular, pero se limitará la carga para la que está diseñado”, asegura el experto.

Kouro dice que no tiene sentido comprar un cargador de mucha potencia si un teléfono no la aprovechará y tampoco si no es capaz de procesarla. La carga ultra-rápida efectivamente puede dañar la batería, o reducir su vida útil, pero los fabricantes de celulares tienen en consideración esto, y también que, en promedio, un usuario cambia su celular cada tres años”, advierte.

Hace unos meses OPPO mostró su sistema de carga SuperVOOC, de unos 240W, que puede recargar baterías en menos de 10 minutos.

Entonces, ¿las baterías pueden sobrecargarse? La respuesta corta es que no. Como existen protocolos preestablecidos, el teléfono frenará el proceso de carga a medida que se acerque al 100% de la batería. Eso sí, “dejar un equipo conectado a un cargador por un periodo prolongado hace que el sistema de carga esté permanentemente funcionado, porque el cargador va reponiendo el consumo del teléfono, eso hace que la temperatura del equipo suba y, según estudios, se degrada la batería en el tiempo”, plantea Samir Kouro. De todas maneras, los sistemas operativos más modernos tienen mecanismos para mitigar esto, posponiendo la carga del teléfono por un tiempo.

La única manera de que un equipo se recargue más rápido es que esté habilitado para ello. “No todos los dispositivos soportan niveles mayores de potencia de carga, por lo que comprar un cargador de alta potencia no asegura que cargará más rápido, sino que lo hará a la velocidad que esté permitido en su nivel de carga”, añade Kouro sobre las medidas que implementan las empresas para proteger los aparatos.

En particular, sobre si los celulares de carga súper rápida cumplen con lo prometido, si vienen con su cargador especial acorde con lo especificado “efectivamente así será”, señala Couro. Sobre todo, asegura, si se trata de un cargador de 50W hacia arriba, incluso de 90 y 120W. “Pero si uno comprase solo el cargador, eso no es garantía que un celular común cargue rápidamente”.

Los dispositivos de este tipo cuentan con una batería que tiene un promedio de uso similar al de otros teléfonos móviles, y si bien algunas pueden durar más o menos que otras, dependerá del desarrollador.

Recomendaciones básicas

Cuando se trata de carga rápida, los dispositivos que tienen esta modalidad incluyen también la posibilidad de “apagado”. De hecho, hay algunos equipos que anuncian esta innovación, pero no la traen preconfigurada o establecida desde fábrica, sino que son los mismos usuarios los que deben activarla.

En el caso de tener uno de estos teléfonos móviles, dejar el dispositivo cargando durante la noche en modalidad de carga rápida puede afectar a la vida útil del aparato y su batería, como señala Kouro. Lo mejor en estos casos es entrar a las opciones del equipo, desactivar este tipo de recarga y solamente usarla cuando se requiera. Lo más conveniente, al menos para ese tramo del día, es usar un cargador básico y luego, durante el periodo de actividad, pasar al de carga rápida.

De hecho, como el mercado ve las necesidades de los usuarios, hay compañías que se han dedicado a promover cargadores de baja potencia, pensando específicamente en las horas de sueño. Si se trata de un teléfono promedio, como un Xiaomi con un cargador de 33W, que en menos de una hora llega al 100%, es recomendable no utilizar ese sistema para todas las recargas del año para procurar el periodo de vida útil. Si en menos de una hora ya está copado, ¿qué es lo que sucede durante todas las otras horas de descanso? O incluso si se trata de iPhone. La familia 13 tiene un cargador de 20W, pero desde ese número hacia arriba los usuarios deben tener una segunda opción con menor potencia.

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