
Esteban Valenzuela: “El Presidente me dijo que no podía tener en el gabinete a un ministro que haya apoyado las dos listas”
El exministro de Agricultura señala que su salida del gabinete fue un acto de represalia del Presidente Boric en contra de su partido, por el fracaso en la inscripción de una lista unitaria. Pero asegura que los partidos mayoritarios estaban felices, porque el retiro del FRVS y Acción Humanista permitió el ingreso de la DC al pacto.

Tres años y medio alcanzó a estar en el gabinete del Presidente Boric, lo que lo transformaba en uno de los cinco ministros que asumieron con el Mandatario en marzo de 2022. Pero el miércoles de esta semana, abruptamente, el Jefe de Estado, de quien es cercano, le pidió la renuncia como titular de la cartera de Agricultura. “No puedo tener a un ministro de un partido que apoya las dos listas”, le dijo.
En esta entrevista, el periodista y fundador de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Esteban Valenzuela, relata las tres conversaciones que mantuvo con el Jefe de Estado en medio de la crisis que generó la decisión de su partido de quebrar la lista única.
Valenzuela reconoce que dentro de la FRVS era de los dirigentes que creían en que se debía seguir con los esfuerzos por la unidad, pero responsabiliza a los partidos grandes de la lista mayoritaria de actuar con inflexibilidad y de seguir una lógica para copar todos los espacios de poder, que incluye sacar a los ministros de las colectividades más pequeñas. Acusa al gobierno de no haber exigido al resto de la coalición una distribución más razonable de los cargos, y asegura que, pese a que su salida del gobierno fue una represalia del Presidente en contra de su partido, seguirá trabajando por la coalición y la campaña de Jeannette Jara.
Usted era de los pocos ministros que quedaba del gabinete original de Boric. ¿Cuál fue la razón de fondo de su salida del gabinete?
La razón de fondo es que el comité político, los partidos mayoritarios de la coalición y Presidencia fueron muy explícitos hace muchos meses en que la proyección de la coalición y del gobierno pasaba por que la primaria fuera exitosa, pero también por esta lista parlamentaria única que se volvió también en muchos sentidos una utopía. Es muy difícil que nueve partidos, con las normas que existen, puedan lograr aquello. Eso requería un guarismo específico de cupos, donde además los partidos, según su conveniencia, argumentaron el tradicional uti possidetis. Si uno se pone riguroso, al plantear ese argumento se debe mirar la elección nacional más reciente en la que se midieron los partidos y ahí la realidad es otra. La última elección nacional fue la de alcaldes y concejales, donde la lista del Partido Liberal y la FRVS obtuvo el 5,6% de los votos a nivel nacional. El Frente Amplio sacó el 7,2%. Es una diferencia pequeña. Por lo mismo, era muy importante que un gobierno que estaba pidiendo una lista única pidiera también guarismos sensatos a los partidos para lograr una convergencia. Hace dos años, Jaime Mulet, el líder del FRVS, con mucha insistencia propuso la creación de una federación de partidos que ayudara a agrupar a los partidos chicos y, además, sirviera para terminar con los outsider y los que se están cambiando de partido a cada rato. Pero esa propuesta no prosperó. No hubo voluntad. Ahora, hay que esperar los resultados de la elección. Jeannette Jara tendrá 360 candidatos apoyándola, es una base bastante más amplia. Por eso, lo ideal es que, en vez de buscar disciplinar y sancionar, se hubiera hecho un esfuerzo por alcanzar un acuerdo de exclusión y coordinación en algunos distritos. Lo que hubo, en cambio, fueron atrincheramientos.
¿Qué pasó esta semana? ¿El Presidente le pidió la renuncia o usted puso su cargo a disposición?
El Presidente me dijo que no podía tener en el gabinete a un ministro que haya apoyado las dos listas. Eso fue así.
¿Cómo fue esa conversación final con el Presidente?
Hay buena sintonía, nos tenemos estima y compartimos los temas de fondo. No nos vamos taimados ni nada de eso. En estricto rigor ni siquiera nos vamos. Nosotros seguimos apoyando al gobierno y vamos a demostrar que esta lista muy valiosa que armamos con Tomás Hirsch va a ir convergiendo en torno a la candidatura de Jara para tener una elección parlamentaria muy vigorosa de la centroizquierda en su pluralidad. Además, los partidos mayoritarios del oficialismo debieran estar agradecidos, porque sin “la salida” del FRVS y de AH, que sumábamos 18 a 20 cupos, no hubiera podido entrar la Democracia Cristiana. Así que, más que enojarse, deberían prenderles velitas a Mulet y Hirsch.
¿Habló una o más veces del tema con el Presidente? ¿Cuál fue el tenor de esas conversaciones?
Fueron tres ocasiones en el último mes. Fueron conversaciones cordiales, con mucha altura de miras, porque entre gente inteligente las cosas son cordiales. Además, yo siempre he sido de trabajo en equipos. El Presidente aprecia mucho que, cuando dirigí la comisión para la descentralización, logré acuerdos unánimes desde la UDI al peñi Marimán. El Presidente conoce mi experiencia política y sabe que siempre he actuado articulado. Aquí lo que hubo fue una disidencia. La lista única requería proactividad, facilitar que los partidos pequeños actuaran federadamente. Había alternativas y, en vez de demonizar, para evitar la crisis, lo importante era mantener los vínculos y no dejar de contestar los teléfonos. Pero no hubo flexibilidad. Hay algo que yo comprendo, pero no lo comparto, que el pacto socialdemócrata-DC-FA y PC que predomina ya venía con un proceso de ir sacando a los representantes de los partidos emergentes. El Partido Liberal ya se había quedado sin ministros, nosotros teníamos dos subsecretarios, quedó uno. Había una lógica de fortalecer a los partidos históricos y al Frente Amplio.
¿Estaba advertido de que, si se concretaban las dos listas, su salida y la de los militantes del partido eran inminentes?
Eso estaba absolutamente claro. Y por eso hubo gente, tanto internamente como de fuera del gobierno, que me sugería por qué no renunciaba a la FRVS. Y yo no iba a hacer eso. Los partidos territoriales y verdes han estado salvando a las coaliciones de centroizquierda en todo el mundo. La FRVS está inscrita en las 16 regiones, han ingresado muchas figuras y cuadros nuevos que han ampliado sus visiones. Eso hace que el partido aspire a convertirse en algo relevante. En Chile, en especial desde el siglo XX siempre han existido muchos partidos, por lo mismo ha sido importante el sistema proporcional. Una de las maneras de corregir la fragmentación era empujar la federación de partidos.
¿Qué le decían los demás ministros del comité político sobre este tema, lo conversó con alguien más?
Esto no fue una cosa mayoritaria dentro del comité político. Esto solo se habló con el Presidente y con el ministro del Interior. En algún momento se intentó tender puentes de diálogo para actuar con responsabilidad. Es absolutamente legítimo lo que planteaban la FRVS y AH. Aquí la responsabilidad principal es de los partidos grandes, que fueron inflexibles. En el caso de Atacama, el Partido Comunista, el Partido Socialista y el PPD pedían cada uno de ellos dos cupos y dejaban sólo a Mulet compitiendo, en una región donde él había sacado el 13% de los votos en las primarias. Eso era lo que le ofrecían a un parlamentario que ha votado a favor de todos los proyectos del gobierno y que ha defendido al gobierno en todas las comisiones investigadoras. Lo que los partidos grandes le ofrecían a Mulet era el “pago de Chile”. Por eso digo que la responsabilidad principal está en los partidos grandes, no en La Moneda ni en el Presidente ni en el ministro del Interior. Pero, insisto, hay que esperar los resultados, porque puede ser que el resultado fue para mejor.
Por lo que señala, la decisión del Presidente de sacarlo del gabinete fue un acto de represalia a la inscripción de dos listas.
Claro, así fue.
En La Moneda afirman que usted no era partidario de la estrategia de las dos listas.
Es efectivo que dentro del FRVS fui partidario hasta el final de hacer el esfuerzo de hacer una lista parlamentaria. Pero, créame que hubo respuestas, mensajes de que se habían corregido cosas que al final no resolvían el problema, y cuando regresó la DC a las negociaciones simplemente se repartieron el pastel. Quiero ser muy claro que hubo corresponsabilidad de todos, pero la responsabilidad principal estuvo en los partidos grandes. En política hay que saber perdonarse, no hay que guiarse por las rabias. No puede ser que empezaran las listas negras, los vetos. Yo entiendo que puede no ser muy grato lo del diputado por Aysén, Miguel Ángel Calisto, pero por favor, en la “lista unitaria” todos los partidos presentaron candidatos que no dieron los votos en la Cámara a proyectos del gobierno y van en la lista. Por cierto, lo de Calisto incomoda. Pero es lo que hay y esperamos que la lista del FRVS y de AH sea un aporte.
Desde su partido calificaron de torpe e infantil la decisión del Presidente Boric de sacarlo del gabinete. ¿Comparte esos calificativos?
No, no comparto esos adjetivos. Creo que es legítimo, los ministros siempre hemos sido fusibles cuando hay crisis en las coaliciones, así que no hay ningún resentimiento y vamos a seguir apoyando al gobierno hasta el último día. Es muy importante sacar leyes que son estratégicas, como la de incendios forestales, que la derecha dura sigue frenando pese a todas las crisis que han ocurrido con los incendios. En lo personal, doy vuelta la página y me voy a dedicar como lo he sido toda la vida a ser un intelectual orgánico del desarrollo territorial, a contribuir en el triunfo de esta lista y en la campaña de Jara y a empujar la descentralización.
En La Moneda reconocen que la prioridad del Presidente es dejar asentada una coalición fuerte que pueda proyectarse al futuro. ¿La estrategia electoral de la Federación Regionalista Verde Social y de Acción Humanista pone en riesgo ese objetivo?
No lo creo. Insisto, es una lista que va a tener buenos resultados. No hay que confiarse, hay que trabajar para ello, esperar los resultados y dar vuelta la página.
¿Qué futuro le ve a esa coalición? ¿Hay voluntad de los partidos de seguir juntos, a pesar de eventualmente pasar a la oposición?
Los partidos grandes están con esa visión de partido amplio. El Frente Amplio en Uruguay tiene una ley que los regula, en otros lados tienen modelos de primarias para seleccionar a sus candidatos, no puede ser que se imponga el uti possidetis de los caudillos parlamentarios
Mencionó el caso de Calisto. ¿No se cruzó un límite al incorporarlo a la lista parlamentaria pese a que apoya la candidatura presidencial de Evelyn Matthei?
Hay que respetar las opciones territoriales que funcionan y no denostar. Efectivamente tiene una distancia programática con el gobierno y la expresó en votaciones claves para nosotros. Pero es un candidato dentro de 120 candidatos que lleva la lista de FRVS.
Una de las críticas transversales es la fragmentación política. ¿La decisión de su partido de sumar a candidatos independientes que iban en otras listas no genera más problemas de gobernabilidad?
No. Porque los partidos políticos se aglutinan en torno a clivajes. Y en el mundo han crecido tres actores políticos en las últimas dos décadas: las ultraderechas, las nuevas izquierdas como Podemos en España y el Frente Amplio acá, y los partidos territorialistas verdes. Entonces, si no se entiende aquello es que no se está viendo lo que ocurre en el mundo. Esto responde a un clivaje político, no al capricho de algunos dirigentes.
¿Cómo afectará el conflicto del gobierno con el FRVS a la campaña presidencial de Jeannette Jara?
Para nada. Ahora con las dos listas tendremos un elenco mucho más amplio en todas las regiones, con figuras muy valiosas que iban a quedar fuera y que ahora estarán apoyando a Jara y sumando votos para una buena representación progresista.
¿Cuál es su balance hasta ahora de la campaña de Jara?
Va bien. Tenemos algunas encuestas que nos dicen que va bastante bien. Además ella tiene una impecabilidad que es muy importante. Hay que reforzar temas de seguridad alimentaria y de una descentralización bien hecha, algo donde nuestro partido y su lista pueden ser un aporte.
En las últimas semanas la candidata ha cometido una seguidilla de errores…
Son cosas que la prensa levanta. No he visto ningún error importante en la candidatura.
Los gremios agrícolas respaldaron su gestión y el propio Presidente durante la ceremonia de cambio de gabinete alabó el trabajo realizado por usted. ¿Cuáles fueron las prioridades que se había fijado al llegar a la cartera y que usted considera logradas?
Logramos desarrollar la estrategia de seguridad y soberanía alimentaria, en que junto con la importancia de avanzar en las exportaciones había que fortalecer lo interno. Movimos muchísimos recursos a través del BancoEstado, de Indap, y generamos un gran acuerdo desde las confederaciones campesinas hasta la Sociedad Nacional de Agricultura. El método nuestro fue diálogo y más diálogo con todos los actores para llegar con una propuesta y no empezar la discusión recién cuando se ingresan los proyectos. En Agricultura tuvimos un modelo de cooperación público-privado extraordinario. El sector agropecuario creció al 7,4% en 2024 y en este primer trimestre, mientras la economía creció 3,1%, el sector agrícola creció 6,1% con una combinación de fortalecer lo interno, que ayuda a las personas al permitirles acceder a verduras y hortalizas a precios más baratos, pero a su vez con la apertura en el exterior de 70 nuevos productos comerciales.
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