Guía para elegir un buen scooter eléctrico

Ilustración: César Mejías

Estos monopatines siguen invadiendo la ciudad y resulta entendible: es más rápido que caminar y menos cansador que pedalear, más barato que el auto y no tiene la aglomeración del metro. Dos expertos dicen en qué hay que fijarse antes de comprar y subirse a uno de ellos.




Publicado originalmente el 16 de abril de 2020 y actualizado el 3 de mayo de 2021.

Es muy probable que no sea el medio de transporte más querido por la sociedad. A quién no le ha pasado uno zumbando por el lado, sin aviso ni permiso, alterando una tranquila caminata por la vereda. Tampoco es difícil haber visto uno caer a toda velocidad, tropezando con la cuneta o algún pastelón suelto, chocando frente a un poste o contra una señora despistada.

Pero no hay mucho que hacer: el scooter eléctrico sigue invadiendo la ciudad y resulta entendible. Es más rápido que caminar y menos cansador que pedalear, es más barato que el auto y no tiene la aglomeración del metro. No hay que esperar en un paradero ni tampoco en un taco. Y a menos que se lo conduzca con imprudencia, como lamentablemente lo hacen algunos, en tiempos de coronavirus es una garantía contra el contagio.

No produce cargo de conciencia —su emisión de carbono es cero— ni tampoco al bolsillo —más allá de comprarlo—: su combustible es la electricidad, y cargar su batería diariamente, enchufada a la corriente de tu casa, genera menos consumo de luz que el refrigerador.

Su uso, por muy libre que parezca, igual está restringido a las normas de la Ley de Convivencia Vial. Por ejemplo, al uso obligatorio de casco, al tránsito por ciclovías siempre que las haya —sino, por el lado derecho de la calzada y nunca por veredas. Si no se cumplen estas indicaciones, se arriesgan multas de hasta 25 mil pesos.

Que parezca fácil manejarlo y que se pueda plegar y cargar en una mano no significa, tampoco, que el scooter sea un aparato simple. Cassio Eichenberger, experto en asistencia técnica de scooters —los lleva reparando hace 3 años— y Samuel Stehberg, gerente de La Ciclovía, indican en qué hay que fijarse antes de comprar y subirse a un monopatín motorizado.

Batería

Por lo general, los scooters eléctricos tienen tres tipos de batería: la NiMH (de níquel-metal hidruro, basada en la tecnología de las pilas recargables), la VRLA (o batería sellada) o la Li-ion (de litio). Pero estas últimas, por su alto rendimiento, larga durabilidad y poco peso, se han convertido en el estándar de la industria.

“Es el elemento más caro de un scooter”, dice Cassio Eichenberger. “Y a estas alturas, tiene que ser de litio”. Él recomienda fijarse en que el vehículo tenga una batería de marca conocida —como LG o Panasonic, por ejemplo—, que le entregue al usuario algún respaldo posterior.

Scooter Scoop Pro 10

Un scooter robusto, con una batería de 36V y 8aH capaz de entregar entre 25 y 30km de autonomía —aunque demora hasta 6 horas en cargarse. Soporta 120 kg de peso y su motor de 350W da una velocidad máxima de 30km/h. Posee suspensión delantera, neumáticos inflables y freno mecánico.


Samuel Stehberg opina que toda elección debe hacerse según el uso que le vamos a dar al scooter. “Debemos pensar antes en qué distancias recorreremos con él”, dice. “Sobre qué tipo de terreno andaremos, si tendremos que levantarlo por escaleras o subirnos con él a un taxi”. Siendo así, una batería más liviana —pero menos potente y autónoma— le servirá a alguien que recorra distancias cortas y que deba acarrear el scooter a mano.

Scooter Cero E8

Este modelo pesa 12kg. Su batería es de litio LG, de 36V y 7.8Ah, se carga en 3 horas y entrega una autonomía aproximada de 20km. Es plegable, soporta hasta 100kg de peso y alcanza una velocidad máxima de 25km/h.


Una batería de 550 Wh, por el contrario, necesaria para alimentar un motor de 350W y una autonomía de más de 30 kms, hará que el peso del scooter se acerque a los 20 kilos, los que pueden ser muchos para andar levantándolos por escaleras y ascensores.

Motor

“El motor debe tener más de 250W”, dice Cassio Eichenberger, “si tiene menos es un juguete”. La potencia no solo es la que entrega velocidad y aceleración sino también la capacidad de transportar nuestro peso. “Si alguien pesa 50 kg no va a requerir del mismo motor que una persona de 100 kg”, agrega Samuel Stehberg. Esta última, lógicamente, necesita mucha más potencia”.

Eichenberger también aconseja revisar que entre la potencia del motor y la de la batería exista un equilibrio. “No sirve un motor fuerte si la batería no es capaz de alimentarlo”, dice. “Y tampoco tiene sentido una batería grande para un motor pequeño”.

Scooter MOBI E MSK X-8 350W

Su batería de litio impermeable puede entregar hasta 45km de autonomía en una sola carga, la que demora entre 4 y 5 horas. Tiene neumáticos con cámara inflable, antideslizantes y resistentes a los impactos del pavimento. Soporta 100kg de carga, su motor de 350W entrega una velocidad máxima de 25km/h y pesa en total 17kg. Cuenta con una app para monitorear distancias, velocidades y estado de la batería.


Por más que sea tentador, Stehberg no recomienda scooters cuya velocidad máxima sea muy alta. “Todos quieren andar más rápido y llegar primero, pero por seguridad, y para mantenerse dentro de las normas —si se mueve a más de 25 km/h es considerado un vehículo motorizado por la ley—, es mejor un scooter que solo llegue a los 25”.

Ruedas

Entre los scooters hay dos alternativas: las ruedas neumáticas, con cámaras inflables, y las sólidas. “Ambas tienen sus pros y contras”, dice el gerente de La Ciclovía. “La sólida no se pincha y por lo tanto no requiere de preocupación, pero es más rígida y menos cómoda. Un lomo de toro o una bajada de cuneta las vas a sentir”. “Una rueda sólida sin amortiguación puede además dañar los componentes eléctricos”, apunta Eichenberger.

La rueda neumática, en cambio, hace el viaje más suave, soporta mejor las irregularidades del terreno, pero se desinfla y se puede pinchar. “Al final, todo depende del cariño y cuidado que uno le dé al scooter”, dice el dueño de Bike Brothers. “He tenido clientes que, al día siguiente de comprar uno, se van al cerro a hacer descenso. No resiste”.

Scooter Muvter Street 250W

Diseñado para distancias cortas, pesa solo 12.5kg y es muy fácil de plegar. Su velocidad máxima es de 25km/h y la autonomía de su batería —que se carga completamente en 5-6 horas—, puede llegar hasta los 15km. Soporta 100kg y tiene sistema de frenos antibloqueo E-ABS.


Garantía y posventa

No es un componente pero es algo a lo que ambos le dan relevancia. “Es lo principal”, dice Eichenberger. “Comprar el scooter en una tienda o a una marca que entregue garantía y respaldo, que tengan repuestos, una atención de posventa y un servicio técnico. Sino, cualquier falla posterior puede transformarse en un problema interminable”.

Scooter Segway Max G30P

Un scooter potente para uso intenso y distancias más largas. Pesa 19kg, no muy liviano, pero es porque su batería, completamente cargada, permite recorrer con autonomía unos 65 kilómetros, se carga completa en 6 horas. El motor es de 350W, alcanza los 30 km/h y es capaz de subir pendientes de hasta un 20 por ciento de inclinación. Su neumático sin cámara no corre riesgo de pinchazos. Soporta 100kg y viene con casco.


Los scooters pueden requerir menos mantención que otros vehículos, pero eso no los hace infalibles. “Las ruedas se gastan, las baterías se agotan, y con algún accidente alguna parte se puede romper”, explica Samuel Stehberg. No todos los scooters tienen los mismos repuestos y es importante poder conseguirlos”.

Cassio Eichenberger insiste en el cuidado. “Yo tengo en mi casa modelos antiguos de scooters, de los primeros que llegaron acá, y que están como nuevos. Con cariño todo dura”.


*Los precios de todos los productos de este artículo están actualizados al 1 de septiembre de 2020, por lo que puede variar su valor como su disponibilidad.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.