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Alberto Ades: “El gran perdedor de este régimen proteccionista y populista va a ser Estados Unidos”

El estratega de inversiones argentino radicado en Nueva York -quien acaba de publicar la trilogía de libros “Economía conversada”, una obra que busca explicar en fácil y sin ecuaciones las profundidades de la economía y las finanzas-, explora las implicancias de la guerra arancelaria y de la decisión de tasas de la Fed.

Alberto Ades, exanalista de investigación en Bank of America, Merrill Lynch, Citigroup y Goldman Sachs.

Nacido en Argentina, pero con residencia permanente en Nueva York, Alberto Ades acumula más de treinta años de experiencia en los mercados financieros globales. Luego de haber sido analista y haber dirigido equipos de investigación en Bank of America, Merrill Lynch, Citigroup y Goldman Sachs, el economista hoy se desempeña como director de Investigación y Estrategia en el fondo NWI Management en Estados Unidos.

Sin embargo, su pasión por las inversiones también la comparte con su deseo de traducir y explicar en fácil el complejo mundo de la economía y las finanzas a personas que no están necesariamente involucradas en este mundo. El economista acaba de lanzar la trilogía de libros “Economía conversada”, una obra que explora el comportamiento de consumidores y empresas, la política monetaria y fiscal, el comercio y las finanzas internacionales.

“Mi plan era producir un libro introductorio a la economía sin matemáticas, o con muy poca. ¿Por qué? Porque creo que la ciencia económica es un lenguaje que tenemos que entender todos. Es un lenguaje que atraviesa la vida cotidiana, sea a nivel de decisiones personales de vida o de trabajo que uno tiene que tomar. Percibía que había mucha gente que sentía la necesidad de entender la economía, pero veía las matemáticas, las ecuaciones y las gráficas como un obstáculo”, describe Ades.

“Cuando termines de leerlo vas a saber qué es la curva de Phillips, de la que hablan los economistas; qué es la regla de Taylor; qué es lo que hace el FMI; o qué es la ventaja comparativa… te lo voy a explicar bien, sin ecuaciones, pero a fondo”, concluye el economista.

En entrevista con Pulso, Ades también analiza la situación de Estados Unidos, Europa y el mundo desde la mirada de un experto en inversiones y análisis de mercados. Además, comenta la reciente baja de tasas de la Reserva Federal y sus implicancias para la mayor economía del planeta.

¿Cómo evalúa la baja de tasas de la Reserva Federal (Fed) de esta semana en EE.UU.?

El mercado estaba descontando una baja de más de 25 puntos básicos por parte de la Fed. Para este año la mediana del comité de la Fed espera ahora dos recortes más, en octubre y en diciembre. Para el año que viene mantuvieron un solo recorte de tasas y para 2027 también un solo recorte de tasas. De esta forma, es menos de lo que estaba descontando el mercado. Sin embargo, hay una buena cantidad de miembros del comité de la Fed que no ven más recortes de tasas para este año, es decir, seguimos con un comité que está muy dividido.

¿Cómo visualiza el crecimiento de la economía mundial y de EE.UU. en medio de la guerra de arancelaria?

Flojo. Los números de actividad en Estados Unidos, de empleo en particular, ya están empezando a mostrar un deterioro. Pero estamos viendo un deterioro en un contexto muy particular. Vemos la generación de nuevo empleo muy floja. Pero al mismo tiempo la oferta de nuevo empleo, al estar cerrada la inmigración y en momentos en que el gobierno de Trump está abocado a expulsar inmigrantes ilegales, no está creciendo tampoco. Entonces, la tasa de desempleo se ha mantenido relativamente baja. Se está limitando la oferta de gente que está buscando empleo. Las empresas no están contratando y como saben que va a ser muy difícil encontrar gente, tampoco están despidiendo. Entonces, tienes como un mercado laboral en el freezer.

De todas formas, la economía de EE.UU. ha mostrado una resiliencia sorprendente…

Sí. No ha habido un desplome en el nivel de actividad ni un colapso. Incluso, el precio de los activos sigue subiendo. La bolsa está muy fuerte, los mercados inmobiliarios siguen bastante sólidos, a pesar de la muy pobre demanda. Hubo un momento, en abril, donde se temió que podía haber un colapso por caída en los mercados, destrucción de riqueza, caída en la demanda. Pero ahí el gobierno dio marcha atrás, el tema se estabilizó y los mercados siguen muy sólidos, tocando nuevos máximos todas las semanas, a pesar de la debilidad que vemos en el nivel de actividad. Pero si tomamos lo que algunos llaman como el “PIB núcleo”, que es el consumo privado más la inversión privada, eso está creciendo un poquito por debajo del 2% y estaba creciendo un poquito por debajo del 3% el año pasado. Es decir, claramente hemos tenido una desaceleración en el nivel de actividad, pero no una recesión.

Hay analistas que también hablan de que la guerra arancelaria y los anuncios han sido menos intensos de lo que se preveía…

Sí. Si miramos lo que se anunció en el Liberation Day a principios de abril, se calculaba que el arancel promedio iba a terminar en 28% o algo así. Después de todas las correcciones que se fueron haciendo, terminamos con un arancel promedio del 16% ó 17%. Pero hay que tener en cuenta que muchos de estos aranceles entraron en vigencia recién en agosto y hay que ver los el impactos, los que llevan un tiempo. Si miramos lo que pasó con los aranceles en 2018-2019, el impacto en el nivel de precios demoró entre 3 a 4 meses.

¿Eso significa que la mayor parte del efecto del alza de aranceles para Estados Unidos se verá más en 2026?

Hacia fines de 2025 deberíamos ver el impacto pleno del alza de aranceles en Estados Unidos. Pero en el resto del mundo el impacto de los aranceles en Estados Unidos es deflacionario, porque les dificulta la entrada en Estados Unidos, lo cual ha implicado una apreciación de sus monedas contra el dólar y una mayor oferta... Entonces, genera presiones deflacionarias en el resto del mundo.

Al final del día, ¿quién será el gran ganador y el gran perdedor de esta guerra arancelaria?

El gran perdedor de este régimen proteccionista y populista va a ser Estados Unidos. EE.UU. creó un régimen de libre comercio con un liderazgo económico, político y geopolítico después de la Segunda Guerra Mundial, donde ese país era el centro del orden mundial y se benefició enormemente con protección a la inversión extranjera, con apertura de mercados, etcétera. Obviamente, también le va a costar al resto del mundo. Todos se van a perjudicar. Es un mundo más cerrado, que va a comerciar menos, más ineficiente, con duplicación… En términos relativos, las ganadoras van a ser las potencias revisionistas: China en particular, India, etcétera… las potencias que eran mucho más dependientes de Estados Unidos y que pueden ofrecer algo más estable y más predecible que lo que está ofreciendo hoy Estados Unidos.

A propósito, Europa ha sido espectador de la pelea entre los grandes y, además, evidencia problemas profundos en su economía, especialmente Francia y Alemania…

Totalmente. Europa está en el medio de un conflicto. Durante el primer gobierno de Trump y el gobierno de Biden la idea era tratar de que Europa redujera su dependencia de China, se acercara más a Estados Unidos. Pero estas medidas de Estados Unidos empujan a Europa hacia China y hacia otros países emergentes, porque hay una transición y en esa transición Europa se va a ‘comer’ los mayores aranceles de Estados Unidos. Lo que hace es obligar a Europa a negociar un tratado de libre comercio con otras regiones. Además, está todo el conflicto bélico que tiene con Rusia, que obliga a Europa a gastar más en defensa.

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