Los bonos verdes son una herramienta para canalizar inversiones hacia activos limpios y promover una innovación financiera nacional que respalde la trayectoria hacia el desarrollo sostenible del país, con una baja en emisiones de carbono.

Esta semana Hacienda detalló en una presentación que el portafolio de bonos verdes chileno alcanza los US$ 4.400 millones, donde un 44% está invertido en la nueva Línea 8 del Metro, 35% en el Metrotren Alameda-Melipilla, 9% en la extensión de la Línea 4 hacia Bajos de Mena, 9% a la reconstrucción de las estaciones dañadas el 18-O, 2% en la renovación de vías del tren Santiago-Chillán y 1% en la extensión del Biotren en la ruta Coronel-Lota.