
CRU estima de momento un impacto acotado de suspensión de El Teniente y una reapertura paulatina
El analista Nicolás Muñoz de la consultora especializada en minería con sede en Londres estima unas 10 mil toneladas menos de producción, lo que influiría moderadamente en la meta del año de la corporación. Eso sí, advirtió, siempre y cuando la paralización no se prolongue.

CRU es una de las consultoras especializadas en metales y commodities más reconocidas del mundo. Anualmente realiza en Chile la mayor conferencia global del mercado del cobre. Por eso se le escucha como una voz autorizada.
Y la tragedia de El Teniente, que provocó el fallecimiento de seis trabajadores y la paralización de lo que hoy es la mayor operación productiva de Codelco, es un suceso que han seguido atentos, dado el impacto que este accidente pudiese tener tanto en la propia corporación estatal, como en la oferta de cobre global.
El analista de oferta de cobre de CRU Group, Nicolás Muñoz, realizó una evaluación preliminar de la situación y determinó que, más allá de las lamentables pérdidas de vidas humanas, el efecto que hasta ahora se prevé en términos operativos, productivos y financieros es acotado.
El año pasado, El Teniente produjo 356 mil toneladas métricas de cobre fino en concentrados y ánodos. Según las proyecciones de CRU, esta división iba a producir cerca de 310.000 toneladas de cobre fino en 2025. “De esta cifra, un 85% provendría de la mina subterránea, un 8% del reprocesamiento de relaves y un 7% del rajo abierto”, explicó Muñoz.
El área productiva afectada por derrumbes y donde se encontró al primer fallecido al interior de la mina fue en el proyecto Andesita. Las otras cinco víctimas fatales se encontraban en un área de transporte denominada Teniente 7.
Andesita forma parte de los llamados proyectos estructurales de El Teniente, que buscan extender la vida útil de la mina por unos 50 años y ampliar su producción a más de 400 mil toneladas. Aunque inició su producción en septiembre del año pasado, todavía se encuentra en fase de desarrollo, por lo que se preveía que el inicio efectivo de su operación ocurriese en el segundo trimestre de 2025. Por lo visto, aún esa etapa no estaba concluida. Se espera, sin embargo, que esta iniciativa aporte en régimen del orden de las 70 mil toneladas de cobre por año en la próxima década.
El analista de CRU calcula que este año Andesita aportará unas 10.000 toneladas de cobre fino, “con un valor potencial de US$95 millones en ingresos”. “Por lo tanto, el impacto directo de su paralización sobre la producción anual total es relativamente acotado”, agregó.
No obstante, el efecto en la operación total de El Teniente va a depender de cómo evolucionen las pesquisas que aún desarrollan expertos del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), puesto que aún no levantan la paralización de las faenas. Tanto el lunes como el martes ingresaron del orden de 5 mil trabajadores a realizar labores de mantención menores.
“El impacto indirecto asociado al cierre temporal de otras áreas productivas, mientras se desarrollan las investigaciones y evaluaciones, podría ser más significativo”, advirtió Muñoz, dado que no existe todavía claridad respecto a la reapertura.
Así y todo, dijo que es posible dimensionar preliminarmente el efecto: “La mina subterránea de El Teniente, en conjunto, produce unas 750 toneladas de cobre fino al día, lo que equivale a ingresos diarios por US$7,5 millones y utilidades aproximadas de US$5 millones, dado que El Teniente es una de las operaciones con menores costos operativos a nivel mundial”.
El lunes, otro especialista del mundo del cobre, Juan Carlos Guajardo, de Plusmining, calculó una pérdida diaria de ingresos de unos US$9 millones. Y el director ejecutivo de GEM Minería, Juan Ignacio Guzmán, estimó que la división dejaría de producir entre 10 mil y 20 mil toneladas por la detención de la faena.
“En resumen”, sostuvo Muñoz, “estimamos una caída base de 10.000 toneladas, a la que se sumaría una pérdida variable en función del número de días de paralización total o parcial de la mina”.
Alertas e interrogantes
La proyección de Codelco para este año es una producción directa (sin considerar su participación en El Abra ni en Anglo American Sur ni en Quebrada Blanca) de unas 1.390.000 toneladas. “Una paralización prolongada de El Teniente impactará este objetivo, aunque es difícil anticipar la magnitud exacta, dada la naturaleza del evento”, señaló Muñoz, aunque resaltó que “Codelco ha demostrado capacidad de resiliencia frente a caídas productivas, apoyada en sus otras cinco operaciones directas”. Y recordó que sólo Quebrada Blanca, controlada por Teck y donde Codelco tiene un 10% que adquirió de Enami, le podría aportar del orden de 20 mil toneladas adicionales.
Muñoz sin embargo planteó la interrogante de cómo este evento podría redefinir los planes de desarrollo en El Teniente, considerando su actual dependencia de zonas profundas. “Andesita, Andes Norte (ya en producción) y Diamante (en construcción y con entrada estimada para 2027) son proyectos clave para que El Teniente logre recuperar una tasa de producción cercana a las 400.000 toneladas de cobre fino al año a partir de la próxima década”, alertó.
Respecto a la reapertura, el experto de CRU previó que este proceso probablemente será progresivo por sectores, “a medida que las evaluaciones de seguridad geotécnica lo permitan”. Y se atrevió a anticipar que “las áreas más distantes, que además concentran mayores niveles de producción, podrían reiniciar operaciones en primera instancia, siempre y cuando se cumplan las condiciones necesarias”.
La consultora también puso el acento en los riesgos geotécnicos de las minas subterráneas, tomando en cuenta que en mayo de este mismo año, la mina Kamoa-Kakula en la República Democrática del Congo (de tamaño un poco menor, pues produjo 204 mil toneladas en 2024) también enfrentó un evento sísmico que obligó a detener sus operaciones y ajustar su planificación productiva.
Mercado vuelve a la calma
Tras conocerse el accidente de El Teniente del pasado jueves y sus consecuencias fatales, el precio del cobre subió cerca del 1% el lunes en la Bolsa de Metales de Londres, aunque luego corrigió parte de esa alza, en medio de un mercado que ya venía incierto por las medidas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump de la semana pasada.
“Ahora bien, desde una perspectiva de fundamentos, si bien El Teniente es una de las minas subterráneas más importantes del mundo, su producción estimada para 2025 representa solo un 1,3% de la producción mundial de cobre mina proyectada para este año, según estimaciones de CRU. Por lo tanto, su impacto directo sobre el equilibrio global del mercado es mas bien limitado”, acotó Muñoz.
Sin embargo, llamó la atención respecto a la seguidilla de señales de tensión que ha sufrido la oferta de cobre, como el accidente en el Congo, o los recortes de estimaciones de producción de varias compañías por problemas técnicos, como puestas en marcha o errores de diseño.
“Esto refuerza la percepción de que los riesgos en la oferta continúan siendo elevados, y eso sí afecta en el mercado. Particularmente en el mercado de concentrados de cobre, que hoy se encuentra muy ajustado (déficit de concentrados versus mayor capacidad de demanda por las fundiciones), cualquier reducción de producción desde El Teniente contribuye a una mayor escasez”, advirtió, apuntando a que esta presión adicional golpea a las fundiciones, ya que un menor volumen de concentrados disponible se traduce en términos de tratamiento más bajos, lo que reduce su rentabilidad.
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