¿Conversemos? Aumenta demanda por coaching en empresas para dialogar con sus trabajadores sobre la crisis social

Organizaciones y ejecutivos están oyendo la necesidad del actual escenario, y están pidiendo mentoría para guiar conversatorios y reuniones. Qué sienten, viven y piensan sobre la situación los trabajadores, son las preguntas, que expertos dicen, benefician el clima laboral.


Van 20 días desde que el 18 de octubre se iniciara la actual crisis social. No solo existe un ambiente de tensión y expectativa de cómo se resolverá la situación, sino que además, los espacios laborales se han visto afectados en su normal funcionamiento.

Expresiones de estrés y ansiedad en muchos trabajadores pueden ser frecuentes, estados y emociones que pueden exacerbarse en tiempos de crisis. Se necesitan espacios para conversar en las empresas y dialogar sobre lo que ocurre, una sencilla manera para aliviar esa tensión, advierten desde el mundo del coaching.

Desde el inicio de todo este proceso esas organizaciones están capacitando a los ejecutivos y directivos para que inicien esas conversaciones con sus colaboradores. Diálogos que además permiten, intercambiar opiniones entre las distintas generaciones que conviven en los espacios laborales.

Minerva Gebran, Master Coach Ontológico y directora de la escuela Asersentido Internacional, es categórica en señalar que esta disciplina tiene un rol medular que cumplir en medio de este estallido social, no sólo desde la gestión emocional individual, sino desde el facilitar espacios, habilidades y contextos que permitan abrir conversaciones, especialmente esas que son improbables y que fuera de la crisis jamás se habrían suscitado, dice, pues "pasar a la acción resolutiva sin este paso previo implicaría una incapacidad de escucha e inquietud central de este fenómeno social".

En ese sentido, comenta Gebran,  que "las empresas y ejecutivos están oyendo la necesidad y oportunidad que plantea este escenario social, pidiendo mentoría y acompañamiento para entrenarse en guiar conversatorios y reuniones dedicadas fundamentalmente a escuchar a sus colaboradores: lo que están sintiendo, viviendo y pensando sobre esta situación, incluyendo y trascendiendo la coordinación logística para abrir espacios de escucha legítima de nuestras diversidades".

Para Pablo Fuenzalida, socio consultor de Dinámicas Humanas, en el actual escenario sienten que hay una responsabilidad de parte de las consultoras de coaching para ayudar a las empresas a enfrentar esta coyuntura. Por eso, dice, ellos han decidido ser proactivos y contactar a sus clientes para darles recomendaciones para que éstos lleven adelante una conversación con las personas de sus equipos con el fin de que éstas puedan expresar lo que están sintiendo. "Porque estamos en un momento de gran incertidumbre que está generando inestabilidad de las familias, que tienen que ver desde si mañana habrá clases a cómo llegar a sus trabajos, todas las rutinas y las estructuras habituales se perdieron, además las crisis hacen que se intensifiquen la tristeza, la frustración y rabia. El cansancio emocional hoy este presente desde las familias hasta las organizaciones", detalla.

Considerar espacios de conversación cada vez que se inicie la jornada o reunión, dice Fuenzalida, es una herramienta que ayuda a abrir un espacio de reflexión para consultar  lo que ocurre. "Preguntarles cómo se sienten, si se sienten cansados o nerviosos, una vez que eso se haga, ver qué elementos comunes encuentran en lo que comparte cada uno". Esos minutos actuarán como un alivio emocional y bajarán un poco la carga de lo que están sintiendo en ese momento. Son más de 40 empresas dice, en las que han entregado esas pautas.

Tampoco es fácil hacerlo en lugares en que nunca se dan esas instancias de diálogo. Por eso Fuenzalida apela a la sinceridad y declarar a las jefaturas que si bien no han hecho cargo del tema, en la situación actual es una necesidad. "Es una manera de escuchar por primera vez una necesidad, pero no pretendemos que sea para que la gente trabaje mejor, porque eso la gente lo detecta y tiene el efecto adverso, sino que nos demos un tiempo para expresar lo que estamos sintiendo, la gente lo agradece porque de alguna manera sienten 'me estás viendo en lo que yo necesito hoy día, aparezco como ser humano antes que el trabajador', pero además sirve y alivia".

¿Conversemos?

Piera Lombardi es coach organizacional en retail y dice que las emociones que se expresan en esos conversatorios son polarizadas, "hay miedo, rabia, inseguridad y también están las emociones de la esperanza, de verlo como una oportunidad de un Chile mejor".

Esos espacios son relevantes, resalta Lombardi, porque al conocer las preocupaciones de los colaboradores y colaboradoras, se entiende a las personas más allá del rol. Permite hacer una contención y generar vínculos humanos, entregando certezas y dándoles herramientas para construir confianza y seguridad. Pero además, sirven para generar redes de ayuda interna, "saber quien vive cerca, por ejemplo, para que se vayan juntos, ayuda a conectar a las personas dentro de la vulnerabilidad y generar logísticas".

Paulina Concha, gerente de Socios y Desarrollo Sostenible, de la Cámara Chilena de la Construcción, destaca que hoy más que nunca es importante abrir los espacios de conversación al interior de las empresas y con los  trabajadores. Por esta razón, dice, ayer realizaron una jornada de reflexión por la seguridad, para "sentarnos a conversar sobre lo que ha pasado en el país en las últimas semanas y cómo, entre todos, podemos cuidarnos mejor". En esta actividad participaron más de 500.000 trabajadores de más de 1.300 empresas, donde pudieron compartir experiencias.

La iniciativa nació con el objetivo de hacer una pausa en las labores para reflexionar sobre la seguridad y así avanzar –trabajadores, ejecutivos, empresarios y autoridades– hacia la meta de erradicar los accidentes fatales de nuestras obras, fábricas y empresas.

Sin embargo, indica Concha, "los hechos ocurridos recientemente nos llevaron a ampliar nuestro llamado a encontrarnos y conversar no solo de seguridad laboral, sino que también sobre lo que hemos sentido y pensado en estos días y cómo podemos ayudar a que avancemos como país". A la luz de estos resultados obtenidos, dice, "hemos confirmado nuestra creencia de que el diálogo es una necesidad muy relevante y necesaria al interior de las empresas".

Si las actuales demandas apelan a un nuevo pacto social, sostiene Fuenzalida, si se quiere tener un nuevo tipo de sociedad, "necesitamos hacer empresas de una manera distinta, no pretendamos cambiar la sociedad si las empresas siguen operando desde la misma perspectiva que lo han hecho, es necesario incorporar el dominio humano como un elemento importante, tenemos que aprender hacer empresas de manera distinta".

Al respecto agrega Gebran, que "pareciera de perogrullo que esta crisis nos llama al diálogo en la convivencia y en los puntos de vista divergentes, pero lo cierto es que no necesitamos hablar, sino tener conversaciones poderosas, declarar necesidades y entrenar la escucha plena, lo que afortunadamente se ha comenzado a implementar desde la primera semana de este estallido en numerosas empresas, con un claro beneficio para el clima, el vínculo, el involucramiento y la gestión emocional de quienes trabajan en ellas. Al fin y al cabo, somos seres humanos los que estamos liderando esta crisis evolutiva. Necesitamos volver a humanizar las organizaciones para logros efectivos y sustentables".

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