El asombroso video que muestra cómo las abejas aprendieron a surfear para no ahogarse

Abejas 1

Científicos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) descubrieron la increíble técnica desarrollada por las abejas para sobrevivir en el agua.


Mientras caminaba por el campus del Instituto de Tecnología de California (Caltech, su sigla en inglés), el ingeniero de investigación Chris Roh vio una abeja atrapada en el agua de Millikan Pond, un tradicional estanque del recinto estudiantil.

Aunque era una escena bastante común, llevó a Roh y su asesor, Mory Gharib, a descubrir la forma potencialmente única en que las abejas navegan por la interfaz entre el agua y el aire.

Trabajando con Gharib, y el profesor del Departamento de Aeronáutica e Ingeniería Bioinspirada de Caltech, Hans Liepmann, Roh recreó las condiciones de Millikan Pond. Colocaron agua en una sartén, dejaron que se quedara completamente quieta y luego pusieron abejas, una a la vez, en el agua.

A medida que cada abeja se agitaba en el agua, la luz filtrada apuntaba directamente hacia abajo para crear sombras en el fondo de la sartén. Roh y Gharib estudiaron 33 abejas individualmente durante unos minutos a la vez, sacándolas cuidadosamente después de unos minutos para permitirles recuperarse de sus esfuerzos de natación.

Cuando una abeja aterriza en el agua, el agua se adhiere a sus alas, robándole la capacidad de volar. Sin embargo, esta rigidez permite a la abeja arrastrar el agua, creando olas que la impulsan hacia adelante.

En el laboratorio, Roh y Gharib notaron que el patrón de onda generado es simétrico de izquierda a derecha. Se genera una onda fuerte de gran amplitud con un patrón de interferencia en el agua en la parte posterior de la abeja, mientras que la superficie frente a la abeja carece de la gran ola e interferencia.

Esta asimetría impulsa a las abejas hacia adelante con la más mínima fuerza: unas 20 millonésimas de Newton. (Como referencia, una manzana de tamaño mediano sostenida en su mano ejerce aproximadamente un Newton de fuerza en su palma debido a la gravedad).

"El movimiento de las alas de la abeja crea una ola que su cuerpo puede conducir hacia adelante", dijo Gharib en un comunicado. "Son como hidroalas, que les permite surfear hacia la seguridad".

Un artículo que describe lo que encontraron fue publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias el 18 de noviembre.

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