Las fuerzas de Estados Unidos están reforzando su presencia en el frente norte de Europa, debido a las preocupaciones sobre que pueda estallar una eventual guerra con Rusia.

Pese a que el mandatario estadounidense Donald Trump ha cuestionado en distintas ocasiones la eficacia de la OTAN y a que algunos funcionarios europeos temen que el compromiso del país norteamericano con la Alianza esté disminuyendo, el ejército estadounidense ha seguido intensificando sus esfuerzos en la región.

El subjefe del Estado Mayor de Operación del Ejército de Estados Unidos en Europa y África, el general de brigada Andrew Saslav, declaró al Wall Street Journal: “Desde la perspectiva del Ejército de Estados Unidos, mis órdenes no han cambiado”.

“He estado haciendo esto demasiado tiempo como para centrarme excesivamente en vientos políticos y mensajes que no son órdenes”, agregó.

El norte de Europa y la zona del Báltico se han convertido en un centro de planificación militar, debido a su acceso a rutas marítimas, territorios y reservas energéticas, entre otros puntos.

Tales factores podrían ser claves si estalla un conflicto más amplio con el país presidido por Vladimir Putin, que ha desarrollado una invasión a gran escala en Ucrania desde el pasado 24 de febrero de 2022.

Frente a la agresión rusa y las amenazas que plantean los movimientos del Kremlin, los países europeos están volviendo a rearmarse y a aumentar sus presupuestos de defensa, incluyendo el apoyo a las fuerzas ucranianas.

En este sentido, una isla sueca llamada Gotland se ha posicionado como un lugar de relevancia estratégica para la OTAN, que está realizando ejercicios militares conjuntos en las regiones nórdica y báltica.

Esto, con el objetivo de disuadir a Rusia y mejorar la integración de los miembros de la Alianza, incluyendo a los más recientes Finlandia y Suecia.

Cómo EEUU refuerza el frente norte de Europa ante el temor de una guerra con Rusia

Las fuerzas estadounidenses y británicas se unieron a las tropas nórdicas y bálticas para realizar un ejercicio militar de tres semanas, según rescata el Journal.

La instancia consideró practicar posibles escenarios de guerra, lo que incluyó ejercicios con fuego real, reabastecimiento de sangre a través de drones y saltos aéreos sobre el Círculo Polar Ártico en Noruega.

El investigador principal del Centro Noruego de Investigación de Defensa, Kristian Atland, declaró al citado periódico: “Ahora que Finlandia y Suecia se han convertido en miembros de la OTAN, contamos con una porción continua de territorio de la OTAN al norte del Círculo Polar Ártico”.

El organismo para el que trabaja asesora a las fuerzas armadas noruegas.

Según Atland, “la ampliación de la OTAN a los países nórdicos también ha facilitado la transferencia de refuerzos a los países bálticos en caso de crisis militar o conflicto en esa región.”

Finlandia comparte una frontera de unos 1.280 kilómetros con Rusia, mientras que la frontera de Noruega con el territorio ruso está cerca de la península de Kola.

Esta última es la sede principal de la fuerza submarina de las tropas rusas, la Flota del Norte.

Se afirma que países como Estonia, Letonia y Lituania —que han advertido sostenidamente sobre las ambiciones militares del Kremlin— han proporcionado información detallada sobre Rusia.

La posición de Gotland en el Báltico facilita el despliegue de sensores y sistemas de armas de largo alcance.

El año pasado, el exjefe de Defensa de Suecia, Micael Bydén, aseguró que Putin observaba con atención los movimientos en la isla.

El presidente del Centro Ted Stevens para Estudios de Seguridad Ártica en Alaska, Stefan Lundvist, afirmó: “Dado que las posiciones estratégicas marítimas de Rusia en el mar Báltico son muy débiles, cualquier conflicto implicará que Rusia busque inmediatamente ocupar zonas portuarias clave en el Báltico, Finlandia y Polonia”.

“Es muy probable que la posición estratégica militar clave de Gotland sea escenario de acciones hostiles en la fase inicial del conflicto”, agregó al Journal.

Si estalla una guerra con Rusia, la isla puede servir como centro logístico y de control de comunicaciones marítimas de la OTAN.

Junto con ello, podría contribuir a la realización de ataques a mayor profundidad.

A finales de mayo, un pelotón de efectivos de Reino Unido realizó una misión de reconocimiento para simular la defensa de Gotland.

Apenas unos días después, 110 paracaidistas británicos descendieron 300 metros desde dos aviones de transporte A400M sobre un campo abierto.

Luego, avanzaron por la noche a través de un bosque para resguardar una zona de aterrizaje.

Mientras eso ocurría, a eso de la medianoche, una unidad de efectivos estadounidenses llegó a las cercanías con sistema de cohetes móvil, con la capacidad de desplegarse rápidamente en caso de un conflicto.

Esos mismos soldados habían estado en Noruega unas horas antes, según la crónica del Journal, y después de disparar municiones de prueba lo llevaron a Finlandia para otro ejercicio.

El Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad M142 (HIMARS) alteró el curso de la guerra en Ucrania desde que Estados Unidos —bajo la administración del presidente Joe Biden— lo proporcionó a las fuerzas ucranianas a mediados de 2022.

Tiene la capacidad de disparar cohetes del Sistema de Lanzamiento Múltiple de Cohetes Guiados (GLMRS), con un alcance de alrededor de 72 kilómetros. Así como también proyectiles del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército de mayor alcance (ATACMS), que pueden alcanzar objetivos hasta a 300 kilómetros.

Las tropas ucranianas lo han utilizado para atacar centros logísticos, tanques, puentes, soldados enemigos y depósitos de municiones.

No obstante, la posterior suspensión de suministro de armamento a Ucrania por parte de la administración Trump ha puesto en riesgo los avances conseguidos.

En el marco de los ejercicios de la OTAN en el norte de Europa, Estados Unidos también lideró el lanzamiento de un cohete en Gotland, a través de un operativo que incluyó comunicación entre los distintos países.

Las fuerzas de la Alianza también simularon en Lituania la evacuación y atención de heridos mediante tres tipos de sistemas médicos y de evacuación.

Cada uno de esos sistemas pertenecía a diferentes países, según se afirma.

El jefe del Estado Mayor de la Defensa de Suecia, Carl-Johan Edström, manifestó que estos ejercicios no solo refuerzan a la OTAN, sino que a través de estos también se puede “establecer cooperación u operaciones bilaterales o multilaterales”.

“Eso solo fortalece la defensa colectiva”, enfatizó.