
Cómo hacen el humo negro y blanco del cónclave para elegir al nuevo Papa
Para realizar el proceso, se instalan temporalmente dos estufas específicas en la Capilla Sixtina. El humo blanco se traduce en que los cardenales ya eligieron a un nuevo líder de la Iglesia Católica.

Después de que se realizan las respectivas votaciones para elegir a un nuevo Papa, el humo que sale desde una chimenea de la Capilla Sixtina confirma al mundo si los cardenales ya definieron quién será el nuevo líder de la Iglesia Católica.
Si este es de color negro, significa que todavía no se ha elegido a un nuevo pontífice. Por otro lado, si es blanco, significa que ya se tomó una decisión.
Para que un cardenal resulte electo, requiere de una mayoría de dos tercios de los votos.
En el primer día del cónclave se realiza una primera votación para evaluar el escenario y obtener primeras impresiones sobre quiénes son los candidatos favoritos.
Ese escrutinio inicial contribuye a que las preferencias puedan empezar a agruparse en torno a los candidatos con más apoyo.
Luego, desde el segundo día de cónclave, se realizan cuatro votaciones por jornada: dos por la mañana y dos por la tarde.
Si en la primera votación de la mañana o en la primera de la tarde no se tiene un elegido, se procede a realizar la segunda.
Luego, las papeletas son quemadas junto a un aditivo que genera el color negro o blanco.
Ese proceso es conocido como fumata y es el mecanismo mediante el cual se informa a los fieles si los cardenales ya pudieron elegir a un nuevo Papa.
A pesar de que puede parecer sencillo en una primera impresión, se trata de un ritual que requiere de múltiples consideraciones y preparativos.

Las tradiciones de quemar las papeletas de los cardenales y confirmar la elección del Papa con humo
La tradición de quemar las papeletas de los cardenales viene del siglo XV y se ha mantenido como una de las medidas para garantizar la transparencia durante el cónclave, explicaron especialistas a la BBC.
Posteriormente, el Vaticano empezó a utilizar el humo como medio de comunicación con el mundo exterior.
La profesora de teología de la Universidad de Birmingham en Reino Unido, Candida Moss, declaró al citado medio: “Desde la antigüedad, la gente ha visto el humo que sale —de los sacrificios de animales y granos en la Biblia, o de la quema de incienso en la tradición— como una forma de comunicación humana con lo divino”.
“En la tradición católica, las oraciones ‘ascienden’ hasta Dios. El uso del humo evoca estos rituales religiosos y la estética de asombro y misterio que los acompaña”, agregó la experta.
Junto con ello, comentó Moss, el humo que sale por la chimenea contribuye a que las personas que se reúnen en la plaza de San Pedro puedan “sentirse incluidas, como si estuvieran incorporadas a este asunto misterioso y secreto”.
El autor del libro Behind Locked Doors: A History of the Papal Elections (Palgrave Macmillan, 2003), Frederic Baumgartner, afirmó en una entrevista con CNN en 2013 que la primera referencia a los significados del humo blanco y negro se produjo en el cónclave de 1903.
“La razón principal por la que optaron por el humo blanco y negro fue la confusión entre la multitud sobre lo que estaba sucediendo”, explicó el también profesor de historia de la Universidad Tecnológica de Virgina, Estados Unidos.

Cómo hacen el humo negro y blanco del cónclave
Para generar el humo blanco o negro tras las votaiones del cónclave, se instalan temporalmente dos estufas específicas en la Capilla Sixtina.
Una es para quemar las papeletas, mientras que la otra es para generar las señales de humo.
Las dos estufas son conectadas a un conducto que sube hasta el exterior, el cual permite la salida del humo a través de la chimenea.
Para este proceso trabajan, en conjunto, tanto ingenieros como funcionarios de la Iglesia y especialistas de distintas áreas.
Como el techo de la Capilla Sixtina —construida hace más de 500 años— no está diseñado especialmente para entregar señales de humo, se realizan múltiples preparativos para instalar el mecanismo de manera segura y sin estropear los detalles históricos que se encuentran en el recinto.
Según rescata la BBC, los técnicos utilizan una abertura existente o crean una provisional para introducir el conducto por el que sale el humo.
En los días previos al cónclave, se hacen una serie de ensayos para verificar si el mecanismo funciona de manera adecuada.

El ingeniero de estructuras que ha trabajado en edificios patrimoniales, Kevin Farlam, aseguró al citado medio que es “un proceso muy preciso”.
“Si algo sale mal, no es solo un fallo técnico, sino que se convierte en un incidente internacional (...) Cada parte del sistema tiene que instalarse sin dañar nada”.
El jefe del departamento de química y bioquímica de la Universidad de Hull en Reino Unido, Mark Lorch, explicó al citado medio cómo se generan el humo negro y el blanco.
“Para el humo negro, se quema una mezcla de perclorato potásico, antraceno y azufre, que produce un humo espeso y oscuro”.
“Para el humo blanco, se utiliza una combinación de clorato potásico, lactosa y colofonia de pino, que se quema de forma limpia y pálida”.
Detalló que, en el pasado, “se intentaba quemar paja húmeda para crear un humo más oscuro y paja seca para hacer un humo más claro”.
Sin embargo, agregó, lo anterior generaba “cierta confusión”, debido a que “a veces parecía gris”.
El especialista precisó que los productos químicos mencionados están “preenvasados en cartuchos y se encienden electrónicamente”.
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