Por Alexis Paiva MackEl caso del joven argentino que viajó a Rusia a estudiar y terminó en combate en la guerra en Ucrania
Gianni Dante Bettiga, de 23 años, había viajado a Rusia para estudiar y aprender sobre la cultura. Sin embargo, tras inscribirse en la propuesta de una empresa privada, fue enlistado en el ejército ruso. Asegura que no le han permitido retirarse. Su familia busca que pueda regresar a Argentina.

Fue en febrero de este año cuando Gianni Dante Bettiga, un joven de 23 años proveniente de Ushuaia, Argentina, viajó a Rusia con el objetivo de estudiar el idioma y aprender sobre la cultura local.
Según informaciones reunidas por el diario argentino Clarín, se inscribió en la Universidad de Ekaterimburgo, ciudad ubicada en Eurasia, a unos 1.600 kilómetros al este de Moscú.
Había viajado con una visa de estudiante que tenía vigencia hasta noviembre.
Mientras cursaba un programa de estudios, decidió inscribirse en la propuesta de una empresa privada que recluta soldados. Le ofrecían una mensualidad y obtener un permiso de residencia.
Sin embargo, el joven puso una condición: no ser parte de las tropas que se encuentran desplegadas en la guerra en Ucrania, país que se ha enfrentado una invasión a gran escala por parte de las tropas rusas desde el 24 de febrero de 2022.
El padre de Gianni, Juan Bettiga, relató al citado periódico: “Firmó un contrato —estaba escrito en ruso— y lo que sería por un año terminó siendo por tres”.
“Tuvo entrenamiento militar durante dos semanas cerca de Moscú y a la tercera lo mandaron a Donetsk”.
Se trata de una región ucraniana que actualmente es controlada en su mayor parte por las fuerzas rusas.
Los padres de Gianni afirman que su hijo ha solicitado la baja del ejército ruso y poder volver a Argentina, pero hasta el momento no ha recibido respuestas positivas.
La madre del joven, Carla Zucchi, dijo a La Nación que cuando intentó conseguir la retirada con el gobierno ruso, le respondieron que el contrato que firmó fue con una empresa privada que terciariza la contratación de tropas.
Según Zucchi, los funcionarios se desentendieron del caso, bajo el argumento de que el acuerdo no era con un organismo estatal, sino que con un privado. Por lo tanto, debían comunicarse con ellos.
Pese a lo anterior, aseguran, no han podido contactarse con la empresa en cuestión, lo que obliga a Gianni a cumplir con el acuerdo que firmó sin entender en su totalidad.
El contrato establece que debe tres años de servicio y que puede ser destinado a cualquiera de las actividades que realizan las tropas rusas. Por ello, se le entregará un sueldo.

El caso del joven argentino que terminó en combate junto a las tropas rusas en Ucrania
Bettiga y Zucchi se comunican con su hijo a través de aplicaciones de mensajería. Estos contactos se dan de manera esporádica, cada vez que tiene acceso a Wifi.
Según contó ella a La Nación, Gianni y su regimiento tienen su base en un conjunto de casas abandonadas por la población ucraniana, debido a los avances de las tropas rusas.
Desde ahí viajan entre 10 a 12 kilómetros hacia la línea de frente.
Durante la primera incursión de su hijo, afirmó, un misil impactó en el tanque en el que iba, por lo que él y sus compañeros de armas quedaron detenidos por horas, hasta que finalmente pudieron volver a su base.
En ocasiones, pasa más de una semana antes de que pueda hablar con sus padres.
“Mi hijo vivió toda la vida en Ushuaia, no tiene nada que ver con la vida militar, nunca portó un arma en su vida. No podemos creer que esté pasando por esta situación. Yo no concilio el sueño esperando que se comunique”, declaró Zucchi a Clarín.
Comentó que en una de sus últimas llamadas, Gianni le dijo que intentó pedir su salida del ejército, pero que esta solicitud fue denegada.
“Acá no puedo joder mucho porque a los que quieren irse o demuestran poca voluntad, los tiran al bombo. No veo la hora de pegar la vuelta, pero mientras esté acá tengo que mantenerme fuerte”, manifestó el joven a sus padres.
En uno de los mensajes, Gianni escribió: “Estoy en el frente de batalla. Quiero volver a la Argentina pase lo que pase. Ya no me interesa este país. Por favor hagan algo para sacarme de acá”.

Su padre dijo a Clarín: “Leerlo me quebró, fue una bomba, imagínate, pero me tengo que mostrar fuerte, porque él tiene que estar fuerte”.
Aunque el joven fue enlistado en el ejército el 25 de agosto, le confesó a finales de septiembre a su madre la situación que enfrentaba.
“En ese momento prácticamente no teníamos comunicación con Gianni, no me respondía los mensajes ni me atendía las videollamadas, que veníamos teniendo con frecuencia. Pensé que se había quedado sin plata o sin techo”, dijo ella al citado periódico.
Su hijo le reveló: “Sin querer estoy en el Ejército. No es lo que quería, me metí sin querer (...) Iba a hacer un trabajo más bien administrativo, pero terminé entrenando y practicando tiro”.
Gianni les ha relatado que las temperaturas aún son “tolerables” y que duerme en un saco de dormir en un galpón “lleno de ratas, que hasta se meten dentro de la bolsa”.
A pedido del joven de 23 años, sus padres le han enviado películas y series descargadas que él intenta ver de noche o en momentos en los que no tiene órdenes que cumplir.
Su padre dijo que “solo le interesan las de género bélico” y que “se ve que está compenetrado”.
Clarín le consultó cómo cree que está su hijo, a lo que él respondió: “Cuando no me miente para no preocuparme y no me oculta cosas, bueno, está asustado y preocupado”.
“Me dijo: ‘Papi, no le tengo miedo a morir, porque es un instante y listo, pero sí tengo miedo de perder un brazo, una pierna’. Es evidente que vio algo que le causó mucho temor”.

Qué medidas ha tomado la familia de Gianni Bettiga para que vuelva a Argentina desde Rusia
Los esfuerzos de sus padres para que pueda dejar el ejército ruso y volver a Argentina han incluido desde solicitar la ayuda de políticos argentinos hasta contactarse con la Embajada de Rusia en Buenos Aires y la Embajada de Argentina en Moscú.
También le enviaron una carta al ministro de Defensa ruso, Andreí Rémovich Beloúsov.
Juan Bettiga, quien padece cáncer de hígado, pide “la inmediata dispensa de las obligaciones militares que actualmente cumple” su hijo “en defensa de la Federación Rusa”.
De acuerdo a La Nación, su solicitud se fundamenta en el artículo 51 de la Ley Federal 53-FZ, citado en el contrato que firmó Gianni, que según la familia establece la posibilidad de relevo de los servicios al Ejército en caso de necesidad de cuidado de un familiar cercano.
En base a la situación “de extrema vulnerabilidad” que enfrenta por su enfermedad, Bettiga pide la “baja humanitaria” de su hijo.
Asegura que lo necesita con él “para poder sobrellevar todo este tratamiento” y que su acompañamiento y cuidado son fundamentales.
“Además, en el caso de llegar a un trasplante de hígado, cuento únicamente con mi hijo para realizarme transfusiones de sangre y así poder afrontar dicha intervención quirúrgica, debido a que él es mi único hijo”.
La familia de Gianni dijo a La Nación que hasta el momento no han recibido respuesta a la carta por parte del Kremlin, el Ministerio de Defensa o de los representantes rusos en Argentina.
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