Tendencias

Los crudos relatos de los norcoreanos que aseguran haber sido enviados a Rusia para trabajar “como esclavos”

Trabajadores norcoreanos que fueron enviados por el régimen de Pyongyang y que consiguieron escapar detallaron a la BBC cómo eran las intensas jornadas a las que eran sometidos. Denunciaron condiciones deplorables y agresiones de sus supervisores, además de estricta vigilancia y restricciones.

Los crudos relatos de los norcoreanos que aseguran haber sido enviados a Rusia para trabajar “como esclavos”. Foto: referencial.

En medio de la invasión militar a gran escala que Rusia ha desarrollado en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022, el país presidido por Vladimir Putin está recurriendo a trabajadores de Corea del Norte para cubrir la escasez de mano de obra.

La colaboración entre el Kremlin y el régimen de Kim Jong Un desde que estalló la guerra ha incluido desde la utilización de sus misiles y proyectiles de artillería hasta el despliegue de sus soldados en zonas de combate.

Según una investigación de la BBC, Rusia también ha recibido a miles de norcoreanos que han sido enviados por Pyongyang para trabajar en condiciones que, según aseguran quienes han conseguido desertar, son deplorables y comparables con la esclavitud.

Seis trabajadores norcoreanos que lograron escapar de Rusia, funcionarios del gobierno surcoreano, investigadores y personas que ayudaron a rescatarlos comentaron en detalle cómo son sometidos y cómo el régimen norcoreano ha reforzado sus medidas para evitar que puedan huir.

Aseguran que sus operaciones han sido claves especialmente para proyectos de construcción a gran escala. Sin embargo, algunos también han sido asignados a fábricas de ropa y centros de tecnología de la información.

Los crudos relatos de los norcoreanos que aseguran haber sido enviados a Rusia para trabajar “como esclavos”. Foto: archivo.

En el pasado, decenas de miles de norcoreanos trabajaban en el territorio ruso y destinaban sus ganancias a sostener la dictadura en Corea del Norte, país que se ha enfrentado a una serie de sanciones internacionales —principalmente— a raíz de su programa de armas nucleares.

Sin embargo, en 2019 la ONU prohibió a los países utilizar a sus trabajadores, por lo que la mayoría de ellos debieron regresar a Pyongyang.

A pesar de dicha medida, más de 10.000 trabajadores norcoreanos fueron enviados a Rusia en 2024, según afirmó un funcionario de inteligencia surcoreano que habló con el citado medio bajo condición de anonimato, para poder abordar temas delicados.

De acuerdo a dicho funcionario, se tiene previsto que este año lleguen más y que, en total, Corea del Norte termine enviando más de 50.000.

Según cifras del gobierno ruso revisadas por la BBC, más de 13.000 norcoreanos entraron al país en 2024, lo que se traduce en un incremento de 12 veces con respecto al año anterior.

De ese número, casi 8.000 ingresaron con visas de estudiante. No obstante, según el funcionario de inteligencia y los investigadores, se trata de una vía que Moscú utiliza para eludir la prohibición impuesta por la ONU.

Hace dos meses, en junio, un alto funcionario del Kremlin, Sergei Shoigu, admitió por primera vez que 5.000 norcoreanos serían enviados a reconstruir Kursk, la región de Rusia en la que las fuerzas ucranianas iniciaron una operación militar transfronteriza a principios de agosto de 2024.

Ante la ausencia de mano de obra y la necesidad de las tropas rusas de fortalecer sus filas para continuar con la invasión en Ucrania, los trabajadores del país asiático han adquirido un papel de relevancia para Rusia.

Los crudos relatos de los norcoreanos que aseguran haber sido enviados a Rusia para trabajar “como esclavos”. Foto: archivo.

Qué relatan los norcoreanos que fueron enviados a Rusia para trabajar y han conseguido huir

Los norcoreanos que fueron enviados a Rusia y que posteriormente pudieron huir dijeron a la BBC que las condiciones laborales son “pésimas” y que son obligados a trabajar “como esclavos”.

Sus nombres fueron cambiados por motivos relacionados a su seguridad.

Uno de ellos, Jin, relató que cuando llegó al Lejano Oriente ruso, un agente de seguridad norcoreano lo acompañó desde el aeropuerto hasta una obra de construcción, en donde le ordenó no hablar con nadie ni mirar nada más allá de lo que debía hacer.

Según el ahora desertor, el funcionario le dijo: “El mundo exterior es nuestro enemigo”.

Luego, le ordenó que empezara a trabajar en la construcción de un edificio, con jornadas que se extendían por más de 18 horas diarias.

Tanto Jin como los otros norcoreanos aseguraron que debían despertarse a las 6:00 AM y trabajar en las obras hasta las 2:00 AM del día siguiente.

Aseguraron que solo tenían permitido dos días libres al año.

Los crudos relatos de los norcoreanos que aseguran haber sido enviados a Rusia para trabajar “como esclavos”. Foto: referencial.

Otro trabajador, Tae, quien pudo escapar de Rusia en 2024, dijo que “despertar era aterrador” y que sus manos quedaban paralizadas tras las intensas jornadas.

Chan, otro de los trabajadores, contó que “algunos abandonaban su puesto para dormir durante el día, o se quedaban dormidos de pie, pero los supervisores los encontraban y los golpeaban”.

“Era como si nos estuviéramos muriendo”, sintetizó.

Los norcoreanos que consiguieron escapar relataron al citado medio que los trabajadores permanecen confinados en las obras tanto de día como de noche, mientras son vigilados por agentes del departamento de seguridad estatal del régimen de Kim.

Contaron que duermen en contenedores de carga sucios y llenos de insectos o en el suelo de bloques de apartamentos sin terminar, con lonas sobre los marcos de las puertas para intentar combatir las frías temperaturas.

Otro de los norcoreanos, Nam, dijo que una vez se cayó desde una altitud de cuatro metros mientras trabajaba en las obras, lo que le generó lesiones significativas en la cara y la imposibilidad de continuar.

Sin embargo, comentó, sus supervisores no le permitieron salir de la construcción para asistir a un hospital.

El profesor de la Universidad Dong-A de Corea del Sur, Kang Dong-wan, quien ha viajado a Rusia en numerosas ocasiones para entrevistar a trabajadores norcoreanos, aseguró al citado medio que “las condiciones son realmente pésimas”.

“Están expuestos a situaciones muy peligrosas. Por la noche, apagan las luces y trabajan a oscuras, con escaso equipo de seguridad”, alertó.

Aún así, los norcoreanos dijeron que estos trabajos de construcción en el extranjero son altamente codiciados en Corea del Norte, debido a que les permiten conseguir mejores sueldos que los que podrían obtener en su país.

Detallaron que solo los ciudadanos de mayor confianza del régimen pueden ser elegidos para ejercerlos, después de someterse a una investigación de las autoridades norcoreanas.

Aunque pueden conseguir mayores ingresos que en Corea del Norte, la mayor parte del dinero que ganan es enviado directamente al estado norcoreano, que lo recibe como “cuotas de lealtad”.

Los crudos relatos de los norcoreanos que aseguran haber sido enviados a Rusia para trabajar “como esclavos”. Foto: archivo.

Los trabajadores reciben sus sueldos cuando regresan a Corea del Norte. De acuerdo a los investigadores, se trata de una táctica implementada recientemente, la cual busca evitar que intenten escapar.

Generalmente, los montos que obtienen oscilan entre 100 y 200 dólares.

Jin aseguró que, mientras se desempeñaba en la construcción en Rusia, otros trabajadores los llamaban abiertamente “esclavos” y les decían que “no son hombres”, sino “máquinas que hablan”.

Incluso, relató, en un momento su supervisor le dijo que era probable que no recibiera su sueldo una vez que regresara a Corea del Norte, debido a que el régimen lo necesitaba.

Ese fue el punto de quiebre que llevó a que arriesgara su vida para escapar.

Tae, por su parte, dijo que tomó esa decisión tras ver unos videos en los que se comentaba cuánto se le pagaba a los trabajadores en Corea del Sur.

Fue así como, una noche, metió una manta debajo de sus sábanas para que pareciera que seguía durmiendo. Luego tomó una bolsa de basura con sus pertenencias y se escabulló para salir de la construcción.

Posteriormente, recorrió miles de kilómetros para reunirse con un abogado, quien le ayudó a organizar un viaje a Seúl, la capital surcoreana.

Algunos de los trabajadores han logrado escapar con el apoyo de pequeñas asignaciones diarias que se les solían entregar para que compraran alcohol y cigarros, las cuales reunían para comprar teléfonos usados a escondidas (ya que se les prohíbe tenerlos).

Sin embargo, distintas fuentes consultadas por la BBC afirmaron que el régimen ha tomado medidas aún más estrictas para limitar sus acciones y evitar que puedan escapar.

Entre estas, se han implementado sesiones de entrenamiento ideológico más frecuentes y mayores restricciones para salir de las obras.

El activista residente en Seúl que ayuda a rescatar trabajadores norcoreanos en Rusia, Kim Seung-chul, afirmó que antes se les permitía salir en parejas en ciertas ocasiones, “pero desde 2023 tienen que viajar en grupos de cinco y se les vigila con mayor intensidad”.

Lee también:

Más sobre:RusiaCorea del NorteKremlinVladimir PutinKim Jong UnUcraniaGuerra en UcraniaPutinPyongyangMoscúTrabajo forzadoEsclavitudMundoInternacionalLa Tercera

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Contenidos exclusivos y descuentos especiales

Digital + LT Beneficios$3.990/mes por 3 meses SUSCRÍBETE