Una revolucionaria academia para futbolistas amateurs

Cristián Droguett (izq.) y Deian Vojkovic (der.), socios de ASECH, han desarrollado un modelo de entrenamiento futbolístico sobre la base de desarrollo técnico, táctico y cognitivo. Fotos: Pablo Sanhueza Gutiérrez.

Mezclando distintos modelos de entrenamiento con clases enfocadas en el desarrollo cognitivo -incluso están en miras de aplicar machine learning para predecir patrones de movimiento en la cancha-, One Touch es una alternativa para que los futbolistas de fin de semana puedan sistematizar su práctica. Su método ha alcanzado tal popularidad que incluso jugadores profesionales llegan a entrenar aquí.


Deian Vojkovic (32) y Cristián Droguett (32), amigos desde la infancia, desde los seis años practican distintos deportes en el Estadio Croata. La actividad física siempre ha estado presente en sus vidas, pero la idea de convertir este hábito en un emprendimiento fue más azarosa que planificada. Un día, hace casi ya cuatro años, Droguett mostró en un grupo de amigos de WhatsApp sus nuevos zapatos de fútbol y los invitó a “pelotear”. Vojkovic le mandó un mensaje privado: “¿Por qué mejor no vamos a entrenar?”.

Lo hicieron ese día, luego al otro, y repitieron la rutina la semana siguiente hasta que Cristián Droguett le propuso a su amigo la idea de profesionalizar este entrenamiento. Así, en octubre de ese año pusieron en marcha One Touch Training, un centro de entrenamiento orientado al fútbol que incluye trabajo físico, técnico y cognitivo. Un lugar donde pueden llegar futbolistas aficionados que juegan en ligas durante el fin de semana –al igual que ellos– y que quieren pulir su desempeño. También tienen entrenamientos funcionales para potenciarse físicamente.

“Esta idea nació a partir del fútbol, porque vimos la oportunidad de darle este espacio para poder entrenar al futbolista amateur, que sabemos le gusta más entrenar jugando que hacerlo sin la pelota”, explica Deian Vojkovic.

Hoy el centro de entrenamiento tiene tres sedes: en el Estadio Croata (Av. Vitacura 8049, Vitacura), en el club Conecta (El Rodeo 12699, Lo Barnechea) y en el Club de Campo Las Salinas (Jorge Montt 12100, Viña del Mar). En total tienen unos 470 alumnos y 11 profesores que se reparten entre cada espacio.

La malla curricular de One Touch mezcla el método Coerver -modelo que busca el progreso de un futbolista de manera estructurada bajo la práctica constante- con el Nexos, que desarrolla la parte física de forma multifactorial.

Para elaborar la malla curricular de One Touch Training partieron con la experiencia que habían adquirido durante su vida deportiva y le agregaron algunas metodologías más profesionales. Primero hicieron un curso con el método Coerver, un modelo neerlandés del entrenador Wiel Coerver que busca el progreso de un jugador de manera estructurada, desde la técnica más básica a una compleja y colectiva, solo practicando constantemente. Luego tomaron un curso de entrenamiento Exos, un método para desarrollar la parte física de forma multifactorial –mentalidad, nutrición, movimiento, recuperación–, que mezclaron con Coerver para diseñar un programa con sello propio. Actualmente tienen tres servicios: clases grupales, personalizadas y de minigrupos, que pueden ser de fútbol (solo para hombres, con excepción de mujeres que tenga formación futbolística, con precios que van desde los $55 mil mensuales por dos sesiones a la semana), de entrenamiento funcional (para hombres y mujeres, desde $45 mil mensuales también por dos sesiones semanales) y la mezcla de ambas ($60 mil mensuales).

Así se entrena

Una clase de fútbol se divide en tres bloques dentro de una hora: calentamiento de 10 minutos, entrenamiento medular –unos 25 minutos– y final, entre 15 a 20 minutos.

El tipo de entrenamiento dependerá del día: los lunes no se les exige tanta carga física y se hacen ejercicios de resistencia o explosivos, siempre con un balón. Los martes y miércoles se van alternando y se enfocan en trabajar el tren inferior o superior, en un formato biserie o triserie –dos o tres ejercicios que implican el mismo grupo muscular–, mientras que los jueves se hace énfasis en trabajos de velocidad con balón en conducción y sin él. Los viernes, en tanto, solo se hacen ejercicios con el balón.

En One Touch los trabajos están enfocados al desarrollo cognitivo. "Incluimos dinámicas de acción y reacción, que hagan pensar”, explica Deian Vojkovic.

“Este microciclo semanal está enfocado al futbolista que juega en una liga el fin de semana. Estos trabajos son analíticos, porque no hay oposición de un rival, entonces están enfocados 100% a mecanizar movimientos que se hacen dentro de una cancha. Por ejemplo, controlar el balón con la derecha, luego con la izquierda”, detalla Cristián Droguett.

Hay una arista distintiva dentro del sello One Touch: los trabajos están enfocados al desarrollo cognitivo, es decir, que a través de estímulos y factores externos se mejoren la toma de decisiones y los movimientos. “Para eso usamos tablets, luces, lentejas de colores. La idea es potenciar la técnica individual, los pases, los controles orientados, la conducción. Por ejemplo, se les hace mirar su entorno antes de recibir un balón para así tener la noción del espacio”, describe Droguett.

Ambos socios detallan que están en conversaciones junto a Eugenio Lizama –psicólogo deportivo especialista en neurociencia con experiencia en clubes como Chelsea, AC Milán y U. de Chile– para implementar un software en el que el profesional está trabajando, que tiene la capacidad de reconocer patrones de movimiento dentro de la cancha.

“El software, que es un machine learning, va aprendiendo de lo que haces, como cuántas veces eres capaz de mirar antes de recibir la pelota; así, recolecta esa información y es capaz de darte retroalimentación. Nosotros vamos a ser el laboratorio de este software para probar todos los ejercicios que tenemos, que son más de 150 aplicados a realidades de juego en el fútbol”, explica Deian Vojkovic.

Las sesiones de entrenamiento funcional también contemplan una hora y el objetivo es trabajar distintos grupos musculares en simultáneo con ejercicios cíclicos. El entrenamiento contempla distintos tipos, como biseries, triseries y siete estaciones. ¿En qué consiste? “Cada forma es distinta. En la triserie hacemos cuatro bloques de tres ejercicios, y en cada bloque se trabaja un grupo muscular específico. Haces tres vueltas en ese bloque y te mueves al siguiente. Hacemos que la clase fluya a través de música, con 40 segundos de ejercicio y 10 de pausa que se marcan con una chicharra. También integramos elementos cognitivos, incluimos dinámicas de acción y reacción, que hagan pensar”, dice Vojkovic.

No solo para amateurs

Deian Vojkovic y Cristián Droguett aprovecharon que eran socios del Estadio Croata para habilitar un espacio que estaba en desuso y así darle vida a su proyecto. Gracias a la ayuda financiera del padre de Vojkovic, quien puso el capital para poner en marcha One Touch Training, implementaron por completo el lugar e hicieron correr la voz.

El primer día, aseguran los fundadores, partieron con 60 personas entrenando en las dependencias. “Podemos estar orgullosos de decir que nunca hemos tenido números rojos, partimos vendiendo muy bien. Esto fue porque como somos jugadores de ligas amateurs, conocíamos gente. Además, como hacemos un entrenamiento distinto al que la gente está habituada, en el que se les hacen juegos que requieren pensar, los deja un poco en shock y le agarran el gusto”, narra Vojkovic.

Actualmente son cinco socios en One Touch: Deian Vojkovic; su padre, Andro; y su hermana Slavia, Cristián Droguett y el futbolista Felipe Seymour.

Aunque los fundadores orientaron su trabajo a los futbolistas aficionados, también se se ha abierto un espacio para futbolistas profesionales.

"Como hacemos un entrenamiento distinto al que la gente está habituada, en el que se les hacen juegos que requieren pensar, los deja un poco en shock y le agarran el gusto”, dice Deian Vojkovic.

Cuando llevaban apenas dos meses funcionando, se acercó el delantero de Barnechea Ignacio Herrera, quien junto con su padre también eran socios del Estadio Croata y conocían a Vojkovic y Droguett. Herrera estaba de vacaciones y necesitaba entrenar, así que les escribió para preguntarles si podía ir. Como le gustó el tipo de entrenamiento que hacían, volvió a escribires en la tarde y les preguntó si podía ir Felipe Seymour, quien en ese momento estaba sin club. Fueron tres semanas en que se prepararon física y futbolísticamente.

Sin embargo, llegó una propuesta inesperada. Deian Vojkovic narra: “Antes de sumarse a la pretemporada con Unión Española, Felipe Seymour se acerca y nos dice que había encontrado increíble la metodología, que estaba muy ligada a lo que hacía un futbolista profesional y que le gustaría participar de la sociedad. Él es nuestra punta de lanza, porque tiene todo un respaldo, auspicios”.

Así también han llegado otros futbolistas que militan en el fútbol chileno. De hecho, durante el verano los fundadores armaron un grupo con cerca de 30 jugadores que entrenaron durante su período de vacaciones. Algunos estuvieron unas tres semanas, y otros pasaron solo unos días, como Paulo Díaz, quien juega en River Plate de Argentina. “Para nosotros fue tremendo”, dice Vojkovic.

Por eso, para el receso del torneo a mitad de año y también para el período del Mundial, esperan replicar la dinámica con más futbolistas.

Pero no es la única proyección que tienen los socios de One Touch Training: como el modelo ha funcionado bien proyectan expandirse a otras regiones del país. “Hay gente que nos ha hablado de La Serena, Concepción, Antofagasta, porque quieren que nos vayamos para allá. Es distinto irse como una sede a una franquicia, y estamos en esas conversaciones. Hoy estamos tratando de englobar todo esto en un producto y que sea vendible”, remata Deian Vojkovic.

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