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Testimonios de resiliencia emocionan en el tercer congreso de la Fundación Lo Que De Verdad Importa

Tolerancia, superación, respeto, solidaridad y resiliencia fueron los conceptos que reforzaron en sus testimonios personales, el colombiano Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar; y el exboxeador español Jero García. Ambos arribaron al país para exponer sus vivencias ante dos mil adolescentes en el tercer congreso que realizó la entidad española en Chile, con el apoyo de la Universidad San Sebastián y el Grupo Security.

Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar.

Dos mil alumnos de enseñanza media de diversas comunas de Santiago asistieron al tercer congreso de la Fundación Lo Que de Verdad Importa (LQDVI) en Chile, donde los adolescentes conocieron los emocionantes testimonios de vida y resiliencia del colombiano Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar; y el del exboxeador español Jerónimo García.

Arturo Zúñiga, vicerrector de Admisión y Desarrollo Estudiantil de la Universidad San Sebastián (USS) -que apoyó la realización del evento junto con el Grupo Security- explicó que con la fundación tienen valores compartidos. “El proyecto educativo de nuestra universidad declara explícitamente que no solamente formamos buenos profesionales, sino que también buenas personas. Por lo tanto, vemos que hay una alianza, un nexo que nos une, y sobre todo en cómo ellos enfocan sus actividades; y es por eso por lo que estamos aquí, colaborando para que las vidas de los jóvenes no solamente tengan un sentido profesional, sino que también un sentido valórico”.

Felipe Sahli, fundador del capítulo chileno de LQDVI, dijo que “transmitimos valores generales en los jóvenes, para que se den cuenta de que el resultado de sus vidas no depende de las circunstancias que les ha tocado vivir, sino que, del esfuerzo, de las ganas y del empuje para poder salir adelante. La juventud tiene un potencial gigante, pero que hace falta remover y despertar para que saquen lo mejor de sí”. El profesional agregó que LQDVI Chile está expandiendo sus actividades a otras zonas del país, como en 2024, cuando más de 800 escolares de Puerto Montt y Puerto Varas participaron en dos jornadas realizadas en la sede De La Patagonia de la USS. Este año también se proyecta poder replicar la experiencia en otra región del sur del país y en el norte.

Punto de pausa


La carrera de Terapia Ocupacional de la USS instaló un “punto de pausa”, una sala dentro del recinto para que estudiantes y académicos de la casa de estudios pudieran apoyar a jóvenes con una sensibilidad especial ante el ruido o las aglomeraciones de personas. El espacio fue usado por 18 adolescentes de seis colegios asistentes.

El hijo de Pablo Escobar

Cuando el narcotraficante colombiano Pablo Escobar fue asesinado en 1993, Juan Pablo, su hijo, entonces de 16 años, lanzó una amenaza a quienes le dieron muerte. Pese a que pronto se arrepintió, los enemigos de Pablo Escobar ya lo habían sentenciado a muerte. Tras un breve paso como asilado junto a su familia en Mozambique, se instalaron en Argentina bajo el nombre de Juan Sebastián Marroquín, apellido que sacó de una guía de teléfono.

Estudiantes con Juan Pablo Escobar.

El relato de su historia, acompañado de fotografías y videos, impactó a los adolescentes en Espacio Riesco. “Mi mensaje es básicamente la invitación a la juventud a no repetir la historia de mi padre, a tomar conciencia de que la criminalidad no te lleva al éxito, como falsamente lo creen los niños cuando ven de manera incauta las series de televisión acerca de mi papá. Yo soy arquitecto, diseñador industrial, escritor, conferencista, productor audiovisual, y tendría, según la historia, según lo que se esperaba de mí, que haber sido un tipo malo, porque era el hijo de Pablo Escobar. Pero de ninguna manera me creí ese cuento, me cambié mi nombre, y empecé una vida nueva desde cero, que es la que estoy llevando ahora, y a través de este testimonio, quiero invitar a otros a que no ingresen a la criminalidad, a que se mantengan en el estudio, en el esfuerzo, en los valores humanos, en el respeto por la vida y por los demás”, señaló a La Tercera.

Respecto de cómo ve a la juventud hoy en día, Juan Pablo Escobar dijo que “está necesitando referentes, ídolos, pero no los ídolos que representan el mal como mi padre, sino todo lo contrario. Los jóvenes necesitan inspiraciones positivas de bien y de paz, porque hay una gran narcocultura que está afectando su manera de ver el mundo y la vida, y piensan que es a través de la violencia y de la criminalidad que van a lograr su propósito. Quiero transmitir que ser bueno es el mejor negocio que pueden realizar en la vida”.

De la violencia al deporte

El exboxeador español Jerónimo García (54 años), conocido como Jero García, creció en Carabanchel, uno de los barrios más violentos del sur de Madrid en los años 80. Su vida es un ejemplo de superación personal, pues transitó desde una juventud marcada por la rebeldía hasta convertirse en un referente del deporte y la educación social en su país.

El exboxeador español Jero García.

“Desgraciadamente, la droga, la heroína, estaba acabando con toda la juventud, y lo que allí primaba era la delincuencia”, comentó García, a la vez que dijo que fue diagnosticado de manera tardía, a los 36 años, con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDHA), lo que explica su modo de ser en la adolescencia.

El también escritor, señaló que la práctica del boxeo lo iluminó: “Se abrió una puerta, que fue la puerta del deporte. Y entonces encontré la paz entre los golpes. Yo debería vivir tres vidas para agradecer al boxeo todo lo que ha hecho por mí. Creo que para mí, este deporte es el mejor vehículo para transformar las personalidades complicadas en algo positivo, sobre todo para chavales como fui yo, que en un momento dado tenemos unos determinados trastornos de conducta”.

Eso fue lo que lo motivó a crear hace 15 años la Fundación Jero García, cuyo propósito es combatir el acoso escolar, la violencia de género y la exclusión social a través del deporte, impactando positivamente en miles de jóvenes españoles, por lo que ha recibido varios reconocimientos.

“Para mí, lo que realmente importa es el amor. El querer las cosas. El amor en sus distintas direcciones, como el amor por una afición, el amor por tu pareja, el amor por tus hijos. El amor es el verdadero motor de la vida. Lo que de verdad importa siempre será el amor”, planteó el exboxeador, poniendo su ejemplo personal para concluir ante los adolescentes chilenos que “todo el mundo puede cambiar. La vida son golpes y decisiones. El día en que estén en la lona, acuérdense que quienes se cayeron, se volvieron a levantar”.

Revive el Tercer Congreso en Chile de la Fundación Lo Que De Verdad Importa en este Link

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