
USS especializa a académicos para conectar la formación de profesionales con los desafíos territoriales
El Diplomado en Vinculación con el Medio, impulsado por la Universidad San Sebastián y gestado al alero del Fondo de Desarrollo Institucional del Mineduc, entrega herramientas para abordar problemas complejos a partir de la colaboración entre distintas disciplinas y actores relevantes del entorno. Desde 2021, este programa ha capacitado a más de 400 personas. Conoce más en esta nota.

Involucrar y comprometer a la universidad y su quehacer con los desafíos territoriales es uno de los propósitos de la Vinculación con el Medio (VcM). La importancia de esta joven función misional es tal, que hoy es considerada en la Ley de Educación Superior y es obligatoria para las instituciones en sus procesos de acreditación.
“La Vinculación con el Medio hoy es la piedra angular de las universidades para lograr la pertinencia de sus proyectos educativos y el paso frontal hacia la excelencia”, plantea Drago Vodanovic, vicerrector adjunto de VcM de la Universidad San Sebastián (USS), quien proyecta que esta es la función articuladora entre el quehacer académico y las necesidades, desafíos y oportunidades del entorno social, cultural, productivo y territorial.
En esa misma línea, Diego Ramírez, director general de VcM de la USS y director del Diplomado, agrega que, en la práctica, “la VcM invita a las instituciones de educación superior a desarrollar formas innovadoras de aprender en contacto con las problemáticas reales, generando, por una parte, experiencias significativas para los estudiantes y, por otro, aportes concretos a las personas y comunidades”.

Ramírez visualiza que, esta función universitaria potencia experiencias de aprendizaje significativas en entornos locales sobre la base de colaboración, sin perder de vista que las universidades están insertas en un mundo global altamente competitivo. Una práctica que está en continuo avance y discusión, donde los académicos requieren de competencias específicas para cumplir los propósitos de cada institución.
En ese contexto, la USS lleva cuatro años dictando el Diplomado en Vinculación con el Medio. A la fecha cuenta con 443 egresados, en su mayoría académicos, destacando la participación de funcionarios públicos, representantes de organizaciones sociales y profesionales de empresas. Este 2025 se impartirá su sexta versión, la cual se caracterizará por la colaboración interdisciplinaria e interinstitucional, dado que lo cursarán académicos de distintas instituciones de educación del país.
Impacto del diplomado VcM USS
Esta innovadora propuesta de especialización nació en 2021 con el objetivo de fortalecer las capacidades de la comunidad USS para integrar la VcM como una dimensión clave del quehacer académico, promoviendo su despliegue en las cuatro regiones sonde está presente la universidad: Metropolitana, Biobío, Los Ríos y Los Lagos.
“Esta vocación territorial va en sintonía con el llamado de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) a fomentar vínculos interinstitucionales, lo que impulsó su apertura a participantes de diversas organizaciones, con el objetivo de contribuir a la instalación de capacidades en distintos contextos y al fortalecimiento de un ecosistema de VcM colaborativo, pertinente y sostenible”, apunta Vodanovic.
El diplomado destaca por su enfoque práctico y transformador. Como explica Ramírez, no está centrado en la teoría. “Formamos en competencias para diseñar, ejecutar y evaluar iniciativas con impacto real como, por ejemplo, el desarrollo de habilidades para diseñar propuestas con participación de los entornos relevantes, incorporar criterios de sostenibilidad, codesarrollar soluciones de manera conjunta con las organizaciones y gestionar iniciativas con los estándares más altos de transparencia y rendición de cuentas, entre otros”.
Asimismo, el diplomado –que se imparte simultáneamente en Santiago, Concepción, Valdivia y Puerto Montt– se ha constituido como un espacio para discutir y reflexionar sobre los alcances de la VcM en el sistema de educación superior, que en sus orígenes se asociaba principalmente a actividades de extensión. No obstante, Ramírez explica que “la VcM debe estar dotada de capacidades y recursos para generar sinergias, compromisos permanentes y vínculos sanos entre universidades, organizaciones civiles, servicios públicos y empresas”.
Para eso, añade, es indispensable que las universidades permanezcan en los territorios y no caigan en lo que él denomina “efecto de acupuntura territorial”, es decir, estar en un lugar solo temporalmente, sin continuidad ni proyección.
Adaptabilidad en un mundo cambiante
Uno de los aspectos más valiosos del programa es su permanente actualización, acorde a los contextos educativos: las primeras versiones del programa se enfocaron en el desarrollo de proyectos colaborativos e interdisciplinarios, mientras que en la última versión piloteó un enfoque orientado al fortalecimiento de capacidades académicas en ámbitos como detección de brechas desde la innovación abierta, diseño curricular con integración del atributo VcM, evaluación de contribución de la VcM y la articulación entre VcM y la generación de nuevo conocimiento, creación e innovación. Esta diversificación refleja la madurez del programa y su alineación con la tercera misión universitaria de la USS.

En cuanto al perfil de quienes han cursado el programa, se observa que 400 corresponden a integrantes de la comunidad de la USS: académicos regulares (58%), docentes adjuntos (18,5%) y colaboradores administrativos (13,8%), quienes han buscado desarrollar competencias asociadas a la Vinculación con el Medio para fortalecer el despliegue de esta función misional en su quehacer institucional.
A ellos se suman 43 participantes provenientes de otras instituciones, entre los cuales un 41,9% pertenece a organizaciones privadas o entidades públicas, y un 58,1% a instituciones de educación superior y centros de formación técnica.
Otro dato interesante lo aporta el desglose de participación por zona geográfica: la cobertura del programa abarca las cuatro sedes de la Universidad, con una distribución proporcional al tamaño de cada una de ellas. De los 400 académicos USS que los han cursado, 28,4% es de Santiago; 29,8% de Concepción; 22,1% de Valdivia y 19,9% de Puerto Montt. Registra una tasa de egreso del 95,9%, lo que evidencia un alto nivel de adherencia y pertinencia de su propuesta formativa.
Trabajo con los estudiantes
Son múltiples los escenarios donde actúan los egresados del diplomado. Daniela Mardones, académica de VcM de la carrera de Terapia Ocupacional en la sede Concepción de la USS, destaca el rol transformador de las universidades en el territorio. “Es una relación bidireccional entre la academia y las comunidades, entendiendo estas no solo como un espacio territorial, sino como grupos de personas unidas por necesidades y problemáticas comunes”, plantea.

En la región del Biobío el trabajo se enfoca en problemáticas locales, donde Daniela y su equipo de trabajo han realizado un levantamiento de necesidades contextuales. “Lo que ocurre aquí es lo que nos moviliza y orienta nuestro quehacer”, señala, siendo un enfoque que permite a los estudiantes comprender la diversidad de las realidades a lo largo de su región, formando profesionales sensibles a las particularidades de cada territorio.
Reflejo de ello es el programa Territorial Hito “Más Comunidad”, en el cual Daniela Mardones trabaja junto a profesionales de las áreas de Ingeniería, Trabajo Social, Psicología y Derecho. “Nuestro objetivo es contribuir a reducir brechas territoriales en áreas como educación, inclusión social, envejecimiento poblacional y cuidado medioambiental”, menciona. Un modelo interdisciplinario que aborda problemáticas complejas desde múltiples perspectivas, demostrando el carácter transversal de la terapia ocupacional.
Para Mardones, haber cursado el diplomado en Vinculación con el Medio ha sido fundamental en su desarrollo profesional: “Me entregó herramientas concretas para comprender realidades, evaluar procesos y articular la VcM con la generación de conocimiento “.

Más al sur, en la sede Valdivia, Jorge Devia, matrón y secretario de Estudios de Obstetricia USS, también rescata lo que este diplomado le ha permitido alcanzar. Con varios años de experiencia académica en formación de matrones, Devia reconoce que siempre trabajó intuitivamente el vínculo con la comunidad. “Nuestro rol en salud implica necesariamente contacto con las personas”, precisa. Sin embargo, el diplomado le permitió sistematizar este conocimiento ante nuevos proyectos.
“Inmediatamente comprendí que era el momento de sistematizar mis herramientas y adquirir nuevas competencias que hasta entonces manejaba intuitivamente”. Considera que unos de los diferenciadores del programa es que combina modalidad online con actividades presenciales, lo que permite reunir a participantes de diversas regiones. “Cada módulo culminaba con una práctica donde aplicábamos los conocimientos. En mi caso, al estar especializado en salud mental, busqué un grupo objetivo donde pudiera aportar desde esta perspectiva”, detalla.
en la sede Valdivia, Jorge Devia, matrón y secretario de Estudios de Obstetricia USS

Como resultado del diplomado, Devia y su equipo trabajan en un proyecto sobre terapia psicoemocional para mujeres con cáncer de mama avanzado. “Investigamos cómo se estaba dando el acompañamiento y descubrimos que, pese a las distancias geográficas, el formato online puede ser una solución”, comenta.
Actualmente, preparan un artículo científico con sus hallazgos y han establecido alianzas con una organización local de cáncer, integrando además a las carreras de Psicología, Medicina y Enfermería. “El objetivo es acompañar a pacientes y familias en el proceso de diagnóstico y tratamiento”, agrega.
Para Jorge Devia, el principal desafío es “pasar del conocimiento a la acción concreta”. En este sentido, valora los mecanismos que ofrece la universidad, como fondos concursables y consejos sectoriales que facilitan la conexión con actores públicos y profesionales. “Estamos trabajando para identificar brechas específicas de nuestro territorio y desarrollar soluciones basadas en evidencia”, señala.
Visión y nuevos enfoques
Para Vodanovic, fortalecer la VcM en las universidades requiere superar tres obstáculos clave. Lo primero es la pertinencia territorial, es decir, adaptar proyectos a las realidades locales, con articulación multisectorial. Le sigue la sostenibilidad para evitar que las iniciativas dependan de voluntades individuales o fondos temporales. Por último, conseguir un impacto medible de las iniciativas, pasar de “hacer actividades” a generar transformaciones concretas, con evaluación rigurosa.
En ese sentido, este diplomado forma parte de un modelo inspirador que demuestra cómo la academia puede fortalecer su capacidad de transformación social. Como concluye Ramírez: “La vinculación con el medio no es un apéndice dentro de las funciones universitarias, sino que es la expresión auténtica de nuestro compromiso con la sociedad”.
“La VcM ya no es opcional para las instituciones. Se trata de un compromiso ético y estratégico de las instituciones de educación superior”, sentencia el vicerrector adjunto de VcM.
En este escenario, programas como el diplomado de la USS no solo forman en competencias y habilidades, sino que se consolidan como verdaderos motores de transformación, construyendo universidad con y desde los territorios.
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