Columna de Marcelo Contreras: Ponle play

Mr. Bungle

Reediciones, novedades y grandes regresos. A falta de shows los buenos discos no se detienen.


Mr. Bungle - The raging wrath of the eastern bunny demo

A veces el pasado se puede reescribir y es lo que hizo Mr. Bungle a 34 años de su primer registro, cuando eran apenas unos adolescentes thrashers fanáticos de Slayer y Anthrax. Mike Patton, Trey Spruance y Trevor Dunn regrabaron el disco que originalmente sonaba como una mala transmisión de radio AM (disponible en Youtube), pero que ya contenía elementos del instinto ecléctico que les convirtió en una de las bandas imprescindibles de los 90. Se dieron el gusto de sumar a Dave Lombardo -ex Slayer entre otros grupos- y Scott Ian de Anthrax. El efecto es como retirar la herrumbre de un thrash metal increíblemente intrépido, compuesto por una pandilla de quinceañeros que recién dominaba sus instrumentos.

Wilco - Summerteeth (Deluxe edition)

Wilco publicó este álbum en 1999 cuando nada parecía en su sitio en el grupo considerado como la respuesta estadounidense a Radiohead. Unidos por las drogas, Jeff Tweddy y Jay Bennett trabajaron aparte provocando la molestia de los restantes miembros. El resultado fue una hora exacta de música que la crítica elevó por los cielos en el remate del siglo, no así las ventas. Esta generosa reedición se extiende por más de cuatro horas con 67 temas. El tracklist suma demos, tomas alternativas, descartes, un corte en prueba de sonido, y un show completo con 26 canciones en el teatro Boulder de Colorado.

Pantera - Reinventing the steel (20th anniversary edition)

Metallica desechó remezclar … And justice for all (1988) por el triste caso del bajo perdido. Allá ellos. Pantera, que en los 90 tomó el liderato del metal mientras Metallica mutaba en un híbrido, cerró abruptamente su brillante carrera con este álbum que en su momento no solo confirmó su posición algo extraviada tras el oscuro The Great southern trendkill (1996), sino que sonaba brutal, sano y salvo de “la guerra del volumen” que a comienzos de 2000 dañó la calidad de varios discos de rock pesado. Terry Date, productor de cuatro de los mejores títulos de los tejanos aunque ausente de este trabajo, remezcló las canciones y el saldo es simplemente fenomenal, una experiencia recomendable 100% con buenos audífonos. Suma la mezcla original del disco, versiones para radio, covers de Black Sabbath y Ted Nugent, y colaboraciones para bandas sonoras.

Ariana Grande - Positions

Geezer Butler de Black Sabbath se escandaliza por el atrevido single WAP de Cardi B, olvidando las letras explícitas del rock y el metal por más de medio siglo. Malas noticias para el bajista, las libertades creativas no distinguen género y este sexto título de Ariana Grande es una enésima demostración de empoderamiento femenino, con letras que detallan noches de sexo apasionado (”34+35″), y las cualidades anatómicas y amatorias de la artista (“like this pussy designed for you”, según describe en “Nasty”). Aunque los versos semejan el guión de una cinta triple x, Ariana Grande recurre a la coquetería en su interpretación, creando un ambiente sugestivo a pesar del calibre de las rimas.

Bruce Springsteen - Letter to you

“El Jefe” cuenta que la muerte de George Theiss, compañero en su primera banda, lo transformó en el único sobreviviente de esa alineación. A los 71 años y con esa experiencia latente, Bruce Springsteen aborda el envejecimiento y la pérdida de seres queridos, sin que esos temas afecten la energía característica de su música reflexiva, un rock clásico y muscular profundamente estadounidense. “Celebro de alguna manera que la banda continúe”, acota el legendario músico para Apple Music, sobre este afortunado reencuentro con la E Street Band.

Frank’s white canvas - My life, my canvas

Difícil pensar en un álbum chileno grabado en mejores condiciones. El debut de Karin Aguilera y Francisca Torés es soñado: un mes y medio en Londres con la producción de Dimitri Tikovoï, ligado a grandes nombres como The Horrors, Charlie XCX, Blondie y Ghost, colaboración gestionada con un simple mail. El resultado es un álbum de rock emotivo situado por completo en la sonoridad y vetas de este milenio, sin rastros de nostalgias. Por insistencia de Dimitri, Karin y Francisca grabaron todos los instrumentos sin que necesariamente los dominaran, detalle que pasa inadvertido. No solo el uso del inglés da cuenta de la ambición internacional de Frank’s white canvas, sino que el álbum se disfruta como si el dúo se hubiera criado en Camden y no en Peñalolén.

Fuzz - III

El nombre de Steve Albini en los créditos de cualquier disco garantiza sonido caldeado con guitarra y bajo al borde de la saturación y la batería reverberante, lo opuesto al pulido para la radio, razones suficientes para que Nirvana lo eligiera para producir In Utero (1993). Fuzz, el power trio donde el prolífico Ty Segall canta tras platillos y tambores, con Charles Moothart en guitarra y Chad Ubovich al bajo, regresa con este tercer álbum de duración precisa -ocho temas en 36 minutos-, con las resonancias del proto metal de fines de los 60, cuando Cream, Jimi Hendrix, The Who y Blue Cheer exploraban el volumen y la distorsión. Canciones directas, pasajes instrumentales, todo envuelto en la sensación de una toma y pocos retoques. Rock crudo y enviciante.

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