La Chica de Nieve: la trastienda de un thriller español éxito en Netflix

La chica de nieve hace ruido en Netflix. A solo cinco días de su estreno, el thriller español de seis capítulos figura en la lista de lo más visto dentro de la plataforma en 44 países, siguiendo la línea de otros estrenos hispanos como La casa de papel o Élite.

La miniserie, estrenada el 27 de enero, está ambientada en la ciudad de Málaga. Su historia comienza cuando Amaya, la hija de la familia Martín, desaparece durante un desfile del Día de los Reyes Magos en 2010.

La inspectora Millán (Aixa Villagrán) inicia una investigación al mismo tiempo que Miren (Milena Smit), la periodista en práctica de un diario local. Miren pretende asegurarse que la policía no ignore el caso como lo hicieron con ella cuando fue víctima de una violación. Acompañada por su colega Eduardo (José Coronado), Miren jamás se rinde en su búsqueda por la niña, y en su investigación surgen recuerdos propios que desea haber olvidado.

Su trama está basada en la novela del mismo nombre, escrito por el autor Javier Castillo. Según Castillo, la idea vino luego que, durante un paseo en familia, su hija lo soltó para tomar la mano de su madre. Ese breve momento en que la menor no tenía la mano de nadie le dio una chispa de inspiración para escribir sobre la desaparición infantil. Publicó la obra durante la pandemia, y rápidamente se convirtió en un best-seller en España.

La serie se toma algunas libertades para llevar la trama a las pantallas televisivas. En el libro, la historia se desarrolla en Nueva York durante el día de acción de gracias, y el personaje de la inspectora Millán es masculino. El autor abordó estos cambios en una breve conversación con EFE durante la premiere. “Si algo tenía claro es que quería que tuviera mi esencia a pesar de que fuera una adaptación, es decir, esos giros temporales que tanto remarco en mi forma de escribir tenían que estar plasmados. Que se cambiara el lugar de Nueva York a Málaga o el nombre de algunos personajes era lo de menos”

La serie hace una reflexión sobre la violencia y el rol que cumplen los medios de comunicación en las desapariciones infantiles. Loreto Mauleón y Raúl Prieto interpretan a los padres de la niña desaparecida, y para preparar sus roles estudiaron casos de niños desaparecidos donde los padres han tenido que dar declaraciones a medios sensacionalistas que los tratan como sospechosos.

“Hemos visto muchas veces, cómo las familias tienen que ser partícipes de ese circo mediático que se genera alrededor. Se ha intentado representar esa dualidad del periodismo más sensacionalista frente al periodismo que realmente interesado en resolver el caso”, dijeron ambos actores en la premiere.

En La chica de nieve, las mujeres ejercen el protagonismo. En conversación con el diario español Público, Prieto comenta que “son ellas las que están en primer plano. Normalmente el punto de vista masculino está muy expuesto en las ficciones y que de repente alguien te cambie la perspectiva, puede llamar la atención, pero es algo completamente orgánico. A mí, desde luego, me ha gustado estar a la sombra de mi compañera, que interpreta a la madre de la niña. Es un orgullo de actriz y he aprendido viéndola trabajar.”

La serie ha sido bien recibida por la crítica, destacando su trasfondo social y el estilo audiovisual adoptado por la producción. El sitio web estadounidense Ready Steady Cut opina: “Algunos contenidos y temas muy pesados pueden hacer que sea difícil de ver, pero La chica de nieve es un thriller criminal convincente, bien actuado y tiene algunas florituras estructurales inteligentes que ayudan a que la narración segura sobresalga. Es muy pesado en su tema, lo que sin duda alejará a las personas de cierta disposición. (...) Pero es difícil no recomendarlo.”

La serie es producida por Atípica Films, compañía que ya está trabajando en llevar otras novelas de Castillo a la televisión. Muchos esperan que El juego del alma, secuela de La chica de nieve publicada en 2021 en la cual la periodista Miren investiga la crucifixión de una adolescente, sea la próxima en llegar a las pantallas.