
Ana de Armas: “Al igual que Keanu Reeves, quería hacer todo lo que pudiera por mí misma”
La estrella interpreta a una letal asesina en Bailarina, la película de acción que llega esta semana a los cines del país y que funciona como spin-off de John Wick. En conversación con Culto, detalla su rigurosa preparación, su trabajo con Keanu Reeves y el equilibrio que quiere mantener en su carrera entre filmes de autor y superproducciones. “Siento alegría y satisfacción en ambas áreas”, plantea.

La evolución de la saga John Wick ha sido digna de ejemplo. Partió como un vehículo de acción de Keanu Reeves en 2014 y película a película ha sido creciendo en espectacularidad y poder de convocatoria entre el público, hasta lanzar una impecable cuarta entrega en 2023.
Ahora, dos años después de ese filme, llega a los cines Bailarina, un spin-off que transcurre entre la tercera y cuarta parte. El foco está en Eve Macarro (Ana de Armas), una bailarina que es entrenada bajo la disciplina de la Ruska Roma y se convierte en una letal asesina que busca venganza por el crimen de su padre.

La estrella cubana no es ajena al cine de acción. Se adueñó de un segmento de Sin tiempo para morir (2021), la última cinta de James Bond protagonizada por Daniel Craig, y actuó junto a Ryan Gosling y Chris Evans en El hombre gris (2022).
Conectada a Zoom desde Sao Paulo a fines de 2024, asegura que su inmersión en la saga John Wick agregó un reto diferente a su carrera. “Definitivamente fue otro nivel, algo por lo que nunca antes había tenido que pasar”, indica a Culto.
El largometraje, al igual que las anteriores entregas de la franquicia, posee un estilo de acción muy definido, con secuencias extensas y cuidadosamente coreografiadas con las que se busca emular la espectacularidad de las producciones lideradas por la estrella de Matrix. La actriz sostiene que habituarse a trabajar bajo esa dinámica supuso una progresión.
“Fue realmente satisfactorio sentir esa progresión, sentir más confianza en mí misma y hallar esos pequeños detalles que me permitieron ser la mejor versión de mí misma ante la cámara”, plantea.

La actriz profundiza en ese punto: “A veces haces algo y te sientes de una manera, y luego lo ves en cámara y el movimiento no necesariamente refleja lo que sentías. No se ve bien, así que tienes que aprender no sólo los movimientos, sino también el movimiento frente a la cámara. Fue como un aprendizaje”.
“Al igual que Keanu Reeves, quería hacer todo lo que pudiera por mí misma”, declara, en un guiño a la conocida afición del actor por encargarse personalmente de sus escenas de riesgo.
“Aunque tuve dobles de acción increíbles, quería sentirme como si estuviera en el rodaje. Quería mirar la pantalla y poder decir: ¡Guau, lo hice! Eso es lo divertido. No quería pasar cuatro meses de entrenamiento para luego sentarme en la silla y aparecer. Eso requirió mucho entrenamiento”.
Esa exigencia es parte inherente del ADN de la saga, pero se duplicó debido a que Eve Macarro fue formada bajo las estrictos lineamientos de la Ruska Roma, una de las organizaciones que ocupan un escaño en la Mesa Alta.

“En John Wick 3: Parabellum se nos presenta a la Ruska Roma, y se ve un poco de su funcionamiento a través del viaje de Keanu mientas huye. En este filme (Bailarina) vemos bajo las capas de la Ruska Roma, cómo se llega a ese mundo, cómo es el proceso de entrenamiento, cuáles son las reglas. Fue divertido explorar eso. Esa parte me pareció fascinante”, expresa el director Len Wiseman, quien esta vez tomó la batuta de Chad Stahelski al frente de la serie.
Mientras expande la mitología de la franquicia, el spin-off trae de vuelta a Lance Reddick, Ian McShane, Anjelica Huston y, por supuesto, a Keanu Reeves, con quien la protagonista se encuentra en una parte de la historia.
“Me encanta trabajar con Keanu y tenerlo en el set. Es un maravilloso amigo y actor, y siempre está muy comprometido, muy serio y muy enfocado en el trabajo. Siempre quiere una (toma) más”, explica De Armas. “¿Y quién conoce este mundo mejor que él? Fue genial contar con sus aportaciones, ideas y todo eso”, agrega.

Nominada a los Oscar por su interpretación de Marilyn Monroe en Rubia (2022), la actriz afirma que quiere continuar combinando películas de autor con superproducciones, una suerte de equilibrio que le permita vivir toda clase de experiencias.
“Sí, mientras pueda. Eso es lo que más me gusta, poder hacer cosas tan diversas. Siento alegría y satisfacción en ambas áreas. Es genial hacerlo. Siempre se trata de la perspectiva y el proyecto. No me importa el género; se trata de la gente con la que quiero trabajar y de la historia”,
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