Jorge Poblete, el Relojito

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Debutó en primera división en julio de 1959, victoria de 3-2 sobre Palestino en el estadio Independencia, por la penúltima fecha de la primera rueda. A partir de ahí no dejó la titularidad de Deportes La Serena y durante siete años solamente faltó a siete partidos. "Y en cuatro torneos seguidos, no me perdí ni una fecha. Por eso me bautizaron Relojito, porque era cumplidor y por mi regularidad", dice Jorge Alberto Poblete Bustos, quien nació el 11 de marzo de 1938 en La Serena (cumplió 80 años). Medía 1,64 metros y pesaba 60 kilos.

De su estreno, pide paciencia para recordar: "Pasaron más de 50 años… Me tocó marcar a Guillermo Díaz Zambrano, quien hacía ala con el Peta Fernández, los dos venían de Santiago Wanderers. Esa temporada tuvimos tres arqueros: Jaime Hormazábal, Rodrigo Lisboa y el Flaco Nicolás".

Tal como su padre y su hermano mayor, se inició en el club de barrio Deportes Carrera y luego en Magallanes, del fútbol amateur. Defendió a Deportes La Serena (1958 a 1968), Antofagasta Portuario (1969 a 1971) y Coquimbo Unido (1972 y 1973, segunda división). Con los granates fue campeón de la Copa Chile 1960, con Arturo Farías, Juan Rojas, Orlando Aravena, José Sulantay y Carlos Verdejo, entre otros.

"Siempre fui lateral derecho, con el 2 en la espalda, y las instrucciones eran no pasar la mitad de la cancha. Era rápido y anticipador. En 1967, el entrenador Dante Pesce me puso en el centro de la defensa, con el 5, en pareja con el Pocho Morales, ex Coquimbo Unido. Tuve que marcar a grandotes como el Tanque Campos y mi maña era saltar antes y dejarlo abajo, sin subir", cuenta Poblete.

Pesce lo eligió por ductilidad, disciplina y experiencia.

¿Quién fue su ídolo? "El Indio Jorge Barraza, campeón con Everton 1950 y 1952 y que fue campeón con Deportes La Serena en el Ascenso 1957. Las sabía todas y mirándolo a él aprendí a marcar".

¿Cuál es su partido inolvidable? "Cualquiera con Colo Colo en La Serena, con el estadio La Portada repleto".

Usted no fallaba nunca. "Siempre me gustó entrenar y llevé una vida muy sana. De esos siete partidos que no jugué, tres fueron por expulsiones. Una, con el Chocolito Ramírez, de Universidad Católica, porque me escupió y yo no iba a aceptar eso: nos echaron a los dos. Otra, con Carlos Hoffmann, de Santiago Wanderers, que era muy jodido: nos expulsaron juntos. De la tercera no me acuerdo ahora. Y también falté cuando me casé. Mi suplente, el Chico Fernando Cisternas, se retiró del fútbol porque dijo que, estando yo, él nunca iba a jugar".

¿Cuáles eran los punteros más difíciles? "Cuando comencé, Eugenio Méndez, de Santiago Wanderers, y José Lagos, de Rangers. Más tarde, Leonardo Véliz, de Everton y Unión Española, y Pedro Araya, de Universidad de Chile. Y los duelos con Leonel Sánchez, de Universidad de Chile".

¿Convirtió algún gol? "Recuerdo uno en un partido nocturno en el estadio Santa Laura. Fue casualidad, crucé el medio del campo, seguí avanzando y rematé desde afuera del área. Me parece que fue contra Palestino".

No tuvo una oportunidad en la selección. "En esos años, los futbolistas de provincia estábamos en desventaja respecto de quienes actuaban en Santiago. No había televisión y nos veían solo cuando íbamos a la capital. Siempre fui callado, pero jugué fútbol profesional durante 15 años".

Todos los meses, Jorge Poblete visita la Virgen de Andacollo. "Lo hago para agradecer. He tenido cuatro accidentes cardiovasculares y ninguno me dejó secuelas".

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