Descartando el partido ante Argentina, que finalizó en una derrota por la cuenta mínima, el juego que más despertaba interés para la selección chilena era el de Venezuela y Bolivia, al ser los rivales directos de la Roja en la búsqueda del anhelado séptimo lugar de las Eliminatorias, que da una plaza al repechaje mundialista. En Pinto Durán cruzaban los dedos por un empate, el resultado “menos malo” para la escuadra nacional. Pero no fue así. La Vinotinto se impuso por 2-0 y deja a la escuadra que dirige Ricardo Gareca prácticamente fuera de la Copa del Mundo 2026.

Sin ser un protagonista directo, Chile estaba particularmente interesado en el devenir del encuentro que se jugó en el estadio Monumental de Maturín. Si había un ganador entre llaneros y altiplánicos, el Equipo de Todos quedaría fuera de toda opción de clasificación en el caso de perder el próximo martes, en El Alto. Más allá de la localía, Venezuela tenía los antecedentes a su favor: llegó con seis triunfos consecutivos en casa ante Bolivia, en Clasificatorias.

El conjunto de Fernando Batista, que alineó desde el arranque al cruzado Eduard Bello, recibió prematuramente un gran regalo, para abrir el marcador. Iban apenas cinco minutos (los equipos se estaban recién acomodando) y un torpe gol en contra le genera el 1-0 a los locales. El volante Héctor Cuellar cede hacia atrás el balón, para su portero, y a Guillermo Viscarra se le pasa la pelota. Un insólito autogol, que perfectamente puede valer un Mundial.

Se fue desarrollando un partido más disputado que bien jugado. De a poco, la selección venezolana fue tomando el mando y empezó a agrietar la defensa boliviana. Encontrando espacios, supo hacer daño. En los 21’, casi llegó el 2-0 pero la definición de Savarino no fue la más certera.

A la media hora, apareció el goleador histórico de la Vinotinto para aumentar la diferencia. El inoxidable Salomón Rondón recibe la pelota en el área, la baja y saca un remate al primer palo de Viscarra para el segundo tanto. Típico gol de 9. La cara de los bolivianos era un indicador del complicado inicio de partido. Sin ser avasallador, el cuadro caribeño supo golpear en momentos precisos y trasladarle la presión a la visita, cuya posesión era inocua.

Respecto al partido de Bello, comenzó como volante por la derecha, y luego se trasladó hacia la izquierda. No fue el más incisivo de los venezolanos, trasladando a las Clasificatorias su irregular estadía en Universidad Católica. Jugó 87’.

En el complemento, el desarrollo del juego hacía pensar que estaba más cerca el tercer gol llanero que el descuento altiplánico. La Verde, que jugó de blanco, le hizo poco daño a la zaga local, pese a que fue agrupando jugadores cerca del área, ante la necesidad del resultado.

La ilusión de Venezuela, de alcanzar por primera vez en su historia una Copa del Mundo de mayores, está viva. Se afirma en la séptima posición de la tabla, con 18 puntos, sacando cuatro de ventaja sobre Bolivia. Incluso, no tiene tan lejos un cupo directo, porque está a tres unidades de Uruguay y Colombia. Por contraparte, este resultado deja a la selección chilena al borde de la eliminación.

La Roja, con 10 puntos, está a ocho del repechaje, con nueve unidades por jugar. Por lo tanto, si la Roja pierde o empata este martes, en El Alto (a 4.150 metros de altitud), esa utopía de llegar al Mundial se esfuma definitivamente. Incluso, hasta una victoria sería inútil, en el caso de que se den otros resultados.