La historia futbolística de Eduardo Vargas tiene un peak inmenso. Uno que solo explotó en su paso por Universidad de Chile, hace casi 14 temporadas. Desde que partió del club azul -a los 21 años- su carrera internacional tuvo muchas más sombras que luces.

Cuando el renquino se marchó de tierras nacionales, en enero de 2012, lo hizo como una verdadera estrella. Tras anotar 11 goles en el título de la Sudamericana 2011, además de sumar los trofeos de Apertura y Clausura chileno en la misma temporada, no pasó tiempo para que encandilara a los grandes de Europa.

Chelsea de Inglaterra y Napoli se pelearon el pase del atacante, pero fueron los italianos quienes ganaron la pulseada. No solo eso, ya que después de comprometerse a pagar cerca de 15 millones de dólares por el pase del delantero, Vargas protagonizó la transferencia más cara de un jugador desde tierras nacionales. Marca que sigue vigente.

Claro que, justo en ese momento, la historia comenzó a torcerse. El chileno arribó a la península más como un capricho de la secretaría técnica que un pedido expreso del técnico Walter Mazzarri, quien solo días antes de su fichaje reconoció ante los medios: “¿Usted me pregunta por Vargas? Sinceramente, no sé quién es…”.

Frase que todavía resuena en el club sureño, donde el jugador nunca pudo destacar. Después de solo 28 partidos y tres goles, en un año calendario, la sociedad azzurra decidió una serie de cesiones del jugador hasta su venta definitiva, en julio de 2015.

Múltiples destinos

La primera parada la tuvo en Gremio de Porto Alegre, club en el que el atacante mostró una pequeña parte de su repertorio, principalmente bajo la conducción del técnico Renato Gaúcho. En ese paso marcó nueve goles en 37 partidos.

Napoli lo llevó regresó a Italia, donde solo estuvo un par semanas para después marcharse a préstamo al Valencia en la segunda parte de la temporada 2013-14 con un saldo de cinco conquistas en 25 presencias. Tras ese breve paso por LaLiga, el club dueño de su pase lo volvió a prestar, esta vez a Queens Park Rangers de Inglaterra con una pobre campaña de tres tantos en 21 duelos.

A sus 25 años, todavía le quedaba una última estación europea. Hoffenheim de la Bundesliga de Alemania llegó a un acuerdo con los italianos y adquirió su pase en uva cifra cercana a los US$ 7 millones, en agosto de 2015. Después de una temporada y medio, además de un balance de dos goles en 30 presentaciones, el jugador terminó su carrera en Europa.

Regreso a América

En enero de 2017, Tigres de Monterrey decidió hacer una alta inversión para llevarlo a México. El cuadro mexicano desembolsó US$ 6,4 millones en su pase y le pagó 3 millones de dólares anuales en un contrato que se extendía hasta 2021.

Con el club azteca logró su mayor cantidad de celebraciones con una sola camiseta, después de lograr 42 tantos en 153 encuentros y alcanzar cinco títulos con la escuadra felina.

Suficiente para que Jorge Sampaoli, el mismo técnico que lo hizo triunfar en la U y la Roja, decidiera llevarlo a Atlético Mineiro, en agosto de 2020, en plena pandemia, previo pago de 2 millones de la divisa norteamericana. En 2021 marcó 13 goles en 43 duelos y, al año siguiente, seis dianas en 39.

En 2023, una rebelde lesión de rodilla le impidió encontrar regularidad. Encima, una facción de la barra del Galo ya estaba enfrentada con el jugador y así lo dejó sentir en un comunicado: “Son innumerables los traspiés acumulados a lo largo de la carrera de Vargas en el club, numerosas ocasiones en que el jugador nos hizo daño y no mostró el debido respeto por nuestra camiseta. Jugador sin compromiso, voluntad y que no honra nuestros colores”.

Meses más tarde, los hinchas lo encontraron celebrando una fiesta en un bar y reiteraron a la dirigencia del cuadro brasileño que el atacante tenía que abandonar el club.

Encima, en marzo de 2024, el goleador histórico de la institución de Belo Horizonte, Reinaldo Lima, le puso la lápida en conversación con El Deportivo: “Sería muy interesante que se fuera de Atlético. Sobre todo, para que pudiera desenvolverse mejor, que tuviera más espacio en otro plantel para jugar. Su partida también sería muy buena para el Atlético. El club ya tiene un plantel muy grande, con muchos futbolistas”.

Tras poco más de cuatro años, Vargas sumó 33 goles en 167 partidos y siete títulos, el más importante, el Brasileirao de 2021 después de 50 años sin levantar esa copa.

Portazo con la U

En diciembre del año pasado, tras quedar libre de Mineiro, se especuló la posibilidad de que el delantero regresara a Universidad de Chile. Pese a las conversaciones preliminares, los medios brasileños aseguraron que la familia de Turboman no quiere viajar de regreso a Chile. Escenario en el que sugirieron al jugador que analizara las opciones de permanecer fuera de Chile.

El portazo al club que lo lanzó al estrellato se confirmó días más tarde, después de que el propio futbolista confirmara en enero que se marchaba a Nacional de Uruguay. Cinco meses después, dos goles y 16 partidos de por medio, el club charrúa llegó a un acuerdo para la salida del jugador.

Tras toda una carrera entre Europa y el resto de América, siempre fuera de tierras nacionales, el atacante consiguió un balance de 99 goles en 479 encuentros, casi una conquista cada cinco presentaciones. Es decir, menos de ocho goles por cada año fuera de Chile.

En libertad de acción del equipo charrúa, Vargas vuelve a acercar su nombre a Universidad de Chile, claro que esta vez es la institución azul la que tiene la última palabra.

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