Una nueva generación de productores está detrás de la última ola cervecera que está creciendo en Santiago. Comparten varios rasgos comunes: andan por los treinta y tantos, son mateos, más osados, se cooperan entre ellos y aman el amargo lúpulo, que es el sabor que más se siente en sus cervezas artesanales. Es un grupo que mezcla la actitud del geek, de ser obsesivo con algo, con la del hipster, de desdeñar lo masivo.
Cristóbal Fredes / Fotos: Pablo Sanhueza
14 sep 2018 06:23 PM