Carlos Montes, el socialista clave en la campaña presidencial de Narváez

Fue el primero en mencionarla como una posible carta presidencial. Y hoy, a más de un año de ese hito, el legislador es uno de los dirigentes del establishment PS que más ha defendido su carrera por La Moneda, pese a las dificultades que ha enfrentado su alternativa y las tensiones -que han marcado su campaña- con la dirigencia del partido.


“Ha sido uno de los más fieles del PS con la candidatura”. Así describen en el comando de Paula Narváez el rol que ha asumido el senador Carlos Montes frente a su opción presidencial .

Han hablado con frecuencia en estas últimas semanas, las que han sido cruciales para el futuro de la abanderada socialista, luego de que Unidad Constituyente arribara -tal como ella misma lo pidió insistentemente- a un acuerdo de primarias convencionales en que se medirá con Yasna Provoste (DC) y Carlos Maldonado (PR) el próximo 21 de agosto.

Quienes conocen de su vínculo, aseguran que desde que la exministra dejó su cargo en ONU Mujeres para asumir una carrera por La Moneda, ambos han forjado una relación de “confianza” y “lealtad política”. Así se vio reflejado ayer cuando la exministra llegó a inscribir su candidatura junto a decenas de mujeres y, entre otros dirigentes, el senador por la Metropolitana.

Meses antes de que Narváez irrumpiera formalmente y cuando todos los ojos miraban hacia Montes para asumir una candidatura presidencial del PS, fue el propio legislador quien por primera vez mencionó a la exvocera como una posible alternativa. Un hecho que se configuró en diciembre del año pasado tras el apoyo explícito de la expresidenta Michelle Bachelet.

Y a casi un año de ese gesto, Montes se ha mantenido firme en su respaldo a la psicóloga, pese a las dificultades que ha enfrentado su candidatura. Hasta hoy, cuando queda poco menos de un mes para la inscripción de los comicios presidenciales, Narváez no ha despegado del 3% en los sondeos. De hecho, antes de que se lograra un acuerdo para una consulta ciudadana y tras los resultados de la primaria legal del 18 de julio, varias voces del sector apuntaban a una bajada de la socialista.

Ante ese ruido, y a la resistencia que mostró la DC para realizar una primaria entre Narváez y Provoste, Montes también fue el primero en deslizar una idea que terminó cobrando fuerza en las huestes socialistas: que Narváez compitiera directamente en primera vuelta, si es que no se acordaba una fórmula participativa para dirimir una candidatura única del sector.

En el PS aseguran que Montes se ha ido convenciendo de que, más allá de los nombres, Paula Narváez es un liderazgo clave para el futuro del socialismo democrático. Y que, pase lo que pase de aquí a noviembre, su rol será fundamental para los desafíos del debilitado sector.

En los momentos más difíciles de la campaña, el legislador ha defendido en distintos espacios que la candidatura de Narváez debía seguir en pie y que no podía ceder ante las presiones de ciertos sectores, sobre todo, porque lo que se jugaban en esta presidencial era mucho más que el próximo gobierno.

Además de su apoyo político, el legislador ha asumido roles técnicos al interior de la campaña de Narváez. Fue convocado al consejo programático y participó en la mayoría de sus sesiones. Asimismo, a petición de Narváez organizó un consejo de dirigentes sociales de distintos niveles que han estado respaldando la candidatura de la socialista. En el comando aseguran que también contribuyó desde su experiencia en el programa tributario, además de colaborar en materias de educación.

En materia territorial, ha buscado “apuntalar” el trabajo metropolitano de la campaña y, asimismo, el comité de iniciativa en La Florida.

“Es importante su rol, es una opinión respetada y que tiene su peso no solo en el PS sino que en el conjunto de la oposición”, dice Marcelo Schilling sobre la participación de Montes.

El dique de Provoste

En el comando de Narváez destacan que el legislador ha sido uno de los más duros para enfrentar al círculo de Provoste. De hecho, la semana pasada la emplazó a limitarse de sacar provecho de su cargo como presidenta del Senado con afanes electorales.

“Carlos es un parlamentario que goza de bastante prestigio no solo dentro sino que también fuera del partido. Él ha sido férreamente leal a Paula Narváez desde que el Comité Central la proclamó en enero. Siempre ha tenido un espíritu de colaboración y ha estado comprometido desde el inicio”, dice Manuel Monsalve, quien asumió como coordinador político en la primera etapa de la campaña de Narváez y que también es mencionado en su comando como uno de los “más fieles” a su candidatura.

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