Director del documental de Billie Eilish: “Es lo mismo que si estuviera filmando a una adolescente cuyo nombre nunca has escuchado”

El experimentado cineasta R. J. Cutler dirige el filme sobre la mayor artista pop nacida en este siglo, Billie Eilish: The world’s a little blurry, un viaje por su intimidad, su proceso creativo y la relación con sus fans. “Estamos allí para ver lo que está sucediendo en su vida”, define el realizador sobre el largometraje que debuta mañana en la plataforma Apple TV+ y el jueves 4 en salas de cine.


El cineasta R. J. Cutler (59) acumuló 25 horas de entrevista con el exvicepresidente Dick Cheney que le sirvieron para estructurar su filme The world according to Dick Cheney (2013). Luego, para su cinta Belushi (2020), pasó horas y horas editando material inédito del legendario John Belushi, junto con la serie de conversaciones que mantuvo con su viuda Judy. Años antes, el realizador también dedicó nueve meses a seguir a Anna Wintour para The september issue (2009), en que brindó su mirada de la histórica editora de la revista Vogue.

Aunque compara su más reciente largometraje en particular con ese último documental, el director siempre vuelve a lo que llama las “lecciones del cine de realidad”. “Se trata de confianza, tienes que ser quién dices ser, tienes que recordar que eres un invitado en la vida del sujeto, y están confiando en ti para contar su historia, pero la historia les pertenece. Son principios fundamentales. Hay que recordar siempre que tu trabajo es ver la vida con la mayor claridad posible”, apunta el realizador en una videollamada con La Tercera PM y un grupo de medios.

Ahora los ojos se ponen sobre Cutler y el año que estuvo filmando a la mayor estrella del pop mundial nacida en este siglo, Billie Eilish. Un viaje en que se adentra en la intimidad de su casa familiar en Los Angeles, en la creación de su premiado disco When we fall asleep where do we go? (2019) en la habitación junto su hermano Phineas y en la gira mundial que la llevó a tener contacto directo con miles de fans. Los mismos que, dice la artista en Billie Eilish: The world’s a little blurry, “son una parte de mí”.

“La razón por la que la película de Billie es tan real y tan honesta es porque somos muy disciplinados con nuestro enfoque, realmente estamos allí para ver lo que está sucediendo en su vida”, explica el realizador, que también contó con el material que le facilitaron los padres de la ganadora de cinco premios Grammy, Maggie Baird y Patrick O’Connell.

Buena parte de lo que recoge el documental que se estrena mañana en la plataforma Apple TV+ (el jueves 4 en algunas salas de cine del país) consiste en ahondar en el proceso creativo de Eilish. La cantante de 19 años mantiene pleno entendimiento con su hermano, se apoya en sus progenitores para ejercitar las ideas de sus videos y a ratos tensa la cuerda con mantener el control y cuánto exponer de su vida.

Es una de las figuras más singulares y exitosas de la música reciente y así se revela en el filme que se extiende durante casi dos horas y media. Pero para el cineasta siempre hubo un solo norte: que la historia de crecimiento de Eilish por naturaleza dialogaba a la perfección con su estatus de estrella y referente de la generación Z.

“Mi concepto fundamental al realizar este proyecto es que estoy haciendo una película sobre una artista que está emergiendo y una mujer que está emergiendo. Ese es mi tema, mi tema es la historia de crecimiento de esta artista extraordinaria. No es sólo la historia de crecimiento profesional. Es una historia sobre una adolescente”.

Como cineasta que acompañó a la cantante en momentos privados y en su explosión ante el público, luego concluye algo más categórico: “No hay nada realmente diferente con que Billie sea un ícono. No hay desafíos adicionales asociados con el hecho de que ella es famosa. Es lo mismo que si estuviera filmando a una adolescente en Chicago cuyo nombre nunca has escuchado, lo cual hice antes. El enfoque es exactamente el mismo. El mayor desafío es decir la verdad. Este fue un proceso muy natural”.

¿Y cuál fue una de las claves al sumergirse en el mundo agitado, oscuro y fascinante de la autora de Bad guy? “Lo que le dije a mi equipo es, ‘dejemos de filmar diez minutos antes de que ellos digan ¡ya, basta!’ Realmente quiero que la próxima vez que nos vean, estén felices de vernos”.

Cutler afirma que llegó a existir un corte de 27 horas del documental. “¡No estaba tan mal”, exclama el director, junto con reconocer que en ese punto estuvo el mayor reto del proyecto: cómo condensar el filme. “Tienes que tener cuidado cuando tienes demasiado, la manera de reducirlo es un desafío”, afirma.

Minutos más, minutos menos, quizás lo más grandioso de su trabajo esté en cosas más simples, como una escena en Barcelona incluida en el filme en que Eilish hace lo que la ha convertido en una artista adorada y multiventas. “Creo que es significativo que en un nivel importante el gran tema del trabajo de Billie sea la verdad, ella le dice su verdad a su audiencia. No hay nada como cuando alguien canta una canción y dice su verdad. Eso es lo que hace Billie Eilish”.

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