Como en la película Los Sospechosos de Siempre, cuando se conoció en febrero de 2017 que había hojas arrancadas del libro contable correspondiente al ejercicio 2014 de la ANFP, de inmediato las miradas se dirigieron al ex dirigente Sergio Jadue Jadue –que hoy figura como testigo protegido en Estados Unidos en el marco de la indagatoria por la corrupción en la FIFA- y a su círculo cercano.

El gerente general de la ANFP, Claudio Tessa Ferrada, cuando fue consultado por la PDI por esta irregularidad, determinó que era preciso ampliar la querella contra la administración precedente.

Se asumió que tras la desaparición de los documentos estaba Mauricio Etcheverry, ex brazo derecho de Jadue, a quien se le acusa de no haber rendido $117 millones. Según ha explicado Etcheverry, esos recursos -que según él sí respaldó-, correspondían a gastos del mundial, cuando estuvieron en Brasil más de 25 días cerca de 100 personas y él estuvo a cargo de pagar todo.

La justificación, hasta ahora, era difícil de sostener, pero la investigación de la Fiscalía sobre la ANFP ha dado varios giros a esta historia, entre ellos ha abierto la incógnita sobre qué realmente ocurrió con los libros, toda vez que los contadores históricos de la Asociación aseguran en la indagatoria que Etcheverry sí entregó los comprobantes de sus gastos.

Pero no sólo eso. En las conclusiones del Informe 217 de la PDI, a la que accedió La Tercera PM, se cuestiona la auditoría forense de Deloitte Advisory Spa, que revisó estos libros y no dio cuenta de sus daños, y se establece que las hojas pérdidas son clave.

El documento señala que a Etcheberry se le acusa de apropiarse indebidamente de dinero "por cuanto al no existir el respaldo de los mismos se entiende que presuntivamente estos no habían sido respaldados, razón suficiente para querellarse en contra del imputado".

Pero a renglón seguido añade que "si bien los documentos contables aludidos no se encuentran físicamente donde debiesen estar (empaste), es importante detallar el 'estado' en que dicha ausencia documental se manifestaba". En este sentido, se asegura que se debe tener en cuenta que "en alguna oportunidad hubo documentación adosada al dossier; y segundo, que algún tipo de fuerza se le aplicó a dicho dossier para extraer la documentación faltante, por cuanto los vestigios que presenta la evidencia al simple examen material, no permiten arribar objetivamente a una conclusión distinta".

Sobre Deloitte, el texto recalca "que se ignora el motivo por el cual no se consignó el mal estado en que se encontraba evidencia en cuestión en el Informe de Auditoria Forense practicado en la ANFP, aspecto que reviste especial relevancia sobre todo en la figura del afectado, en este caso la ANFP".

¿Quién arrancó las hojas?

El Ministerio Público ha intentado dilucidar la incógnita sobre qué pasó con los registros contables de julio, noviembre y diciembre de 2014 .

Tessa Ferrada, Gerente de la ANFP, declara como testigo y asegura que no recibió un traspaso formal de la Gerencia anterior y que la información que obtuvo correspondía a una auditoría realizada por Ramiro Mendoza, tras lo cual encargó un auditoría forense a Deloitte.

Consigna que en el mes de diciembre del año 2016, la PDI le informó que el jefe de contabilidad Leonel Galaz, había denunciado que la empresa fiscalizadora había devuelto dos libros contables empastados desgarrados y en mal estado, tras lo cual adoptó la decisión de querellarse.

Pablo Alfaro Navia, Gerente del área Forense de Deloitte, sostuvo que se le dijo que a raíz de las distintas revisiones a las que se había sometido la ANFP, se produjo un desorden en el archivo de la documentación en general.

"Entre la documentación faltante se encuentra principalmente aspectos relacionados al ítem 'fondos por rendir', siendo esto observado en el Informe Final que se entregó al cliente ANFP (…) uno de los empastes revisados se encontraba con documentación faltante (año 2014), presentando signos de que habían desagarrado ciertas hojas de dicho empaste, lo cual si bien me llamo la atención, no fue algo que coloqué en el informe", relató.

Christian Caamaño Soto, Senior Manager del área Forense de Deloitte, acotó que "en cuanto al estado en que se encontraba el dossier que contenía la documentación faltante, y que fue materia de tratamiento específico en el informe final, debo señalar que solo tuve conocimiento de que faltaba, pero no del estado material del mismo".

Constanza Miranda Madariaga agregó que "los empastes revisados presentaban signos de haber estado en malas condiciones, entiéndase hojas arrugadas, sucias, comprobantes contables faltantes. De lo anterior, no quedo constancia, salvo la falta de comprobantes contables".

Hernán Gajardo Ibacache contador de la Asociación, aseveró que cuando la PDI llegó a la institución Galaz lo envió a buscar "dos tomos de manera específica, los correspondientes a los meses de julio, noviembre y diciembre del año 2014, lo que cumplí sin problemas. Una vez que llegué con los empastes, se procedió a la revisión de dichos documentos, advirtiendo personalmente en el acto que se encontraban con claros signos de fuerza en su interior, faltando una serie de documentos contables, que posteriormente supe que se relacionaban en parte a los items 'fondos por rendir', específicamente a los vinculados a la persona Mauricio Etcheberry, ignorando todo tipo de antecedentes al respecto y de por qué se encontraban en esas condiciones".

El testimonio de Jorge Araneda Saavedra, quien estuvo en contabilidad de la institución desde 1988, entrega otros antecedentes: "Soy el encargado de realizar las contabilizaciones de las boletas y facturas de los Fondos por Rendir y en el caso de los Fondos que la Empresa Deloitte, señala en su informe que no fueron rendidos por Mauricio Etcheverry, esto es falso ya que yo personalmente los recibí y posteriormente los contabilicé, mal podría haber hecho la distribución a las respectivas cuentas si no tenia los respaldos físicos".

Consultada Deloitte,  sostiene que por la confidencialidad con sus clientes y los informes que les entregan, no pueden referirse al tema. Mientras, en la ANFP señalaron que "como institución hemos aportado toda la información que nos compete a la PDI y otros en materia de investigación.  La ANFP está viviendo una nueva etapa con números positivos, una gestión transparente con información abierta y controles adecuados en sus procesos".