Gambito de Dama: el pasado argentino y el despegue de la actual estrella de Netflix

Foto: PHIL BRAY/NETFLIX © 2020

Revelación de Hollywood a los 19 años con La bruja, la actriz Anya Taylor-Joy, que lidera la aplaudida miniserie sobre la jugadora de ajedrez, ha construido una de las carreras más sólidas del último lustro negándose a ser encasillada. Ahora enfrenta su mayor reto: seguir los pasos de Charlize Theron en una nueva cinta de la saga Mad Max.


2015. Un cuento de terror folklórico estalla en el Festival de Sundance. Brilla en todos los certámenes de horror de la temporada y su protagonista se rodea de elogios. El portal IndieWire la llama “la verdadera estrella, que con su expresión sombría y nerviosa le da a la historia su enfoque principal”. Esa temporada, a los 19 años, la actriz –que nunca estudió actuación– firma con una de las mayores agencias de representantes de Hollywood.

2020. Un drama de época sobre una prodigiosa jugadora de ajedrez explota en Netflix. Se anota entre las grandes producciones recientes de la plataforma y su protagonista es aclamada por la crítica. “El tour de force de la actuación de Taylor-Joy, que merece el reconocimiento de premios en los próximos meses, es parte integral del éxito de Gambito de dama”, sentencia The Hollywood Reporter.

Hay elementos que se conservan en la carrera de Anya Taylor-Joy (24) cinco años después de su despegue en La bruja (2015), la cinta del director Robert Eggers: su apetito por ir detrás de roles jugados y alejados de los estereotipos que la industria del cine y las series puede ofrecer. También, por supuesto, su perfecto español, producto de haber vivido hasta los seis años en Argentina junto a su padre escocés-argentino y su madre de origen sudafricano con ascendencia británica y española.

Su lengua materna es el castellano y a Buenos Aires sigue volviendo un par de veces por año. Pero no ahora, que observa el éxito de su último rol desde Irlanda, donde filma su nueva colaboración de terror con Eggers, The northman, junto un elenco de astros que incluye a Alexander Skarsgård, Nicole Kidman y Björk.

Quizás el mejor resumen del pasado, presente y futuro de la actriz nacida en Miami en 1996 esté condensado en la cuña que despachó a The Guardian hace dos años: “Siempre que aparece un papel de novia, lo rechazo”. Así, ciñéndose a esa distancia por las convenciones más añosas de Hollywood, se ha constituido como uno de los faros jóvenes de la actuación, tal vez junto a nombres como Saoirse Ronan y Florence Pugh.

Desde que asombró como la hija mayor de un clan de colonos cristianos en la película de terror de 2015 su ambición no ha cesado, repitiendo colaboración con M. Night Shyamalan (Fragmentado, Glass) y asomándose en la serie Peaky blinders, pero su temporada 2020 está siendo particularmente brillante. Comenzó con Emma, la fresca adaptación de la novela de Jane Austen, y en los últimos días su interpretación de la joven Beth Harmon en Gambito de dama se ha convertido en la última prueba de su talento, al dotar de humanidad y profundidad a una deslumbrante jugadora de ajedrez con un pasado tormentoso y un presente ascendente.

Un personaje con el que no dudó en fijar un punto en común. Ambas se sintieron solas de niñas y encontraron “un mundo al que pudiéramos sentir que pertenecíamos y al que pudiéramos contribuir con algo”, comentó a la web de los Globos de Oro..

Con la misma intensidad que derrocha la miniserie de Netflix, la actriz también se puso del lado de quienes comparan al deporte con un conflicto bélico. “Tienes que tomar decisiones acerca de las pérdidas que estás dispuesto a asumir, de una manera bastante diferente a la mayoría de los otros juegos”, señaló la intérprete, también protagonista este año de la debacle del filme Los nuevos mutantes. Taylor-Joy también sabe perder.

Si su última producción para la TV ha contagiado de entusiasmo por el mundo del ajedrez y el tormentoso genio de su personaje, la actriz ahora va a algo parecido a la guerra. George Miller la escogió como protagonista de una nueva película de la saga Mad Max, que tendrá a Furiosa al centro. Reemplazará así a Chalize Theron en el papel que la sudafricana encarnó en la celebrada cinta de 2015, Mad Max: Furia en el camino. Con 24 años y más experiencia que casi cualquier estrella de su edad, Anya Taylor-Joy prepara su jugada maestra.

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