Hija de "La Quintrala" acude a tribunales para que autoricen cremación de su padre

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Rocío Zamorano pidió este permiso judicial argumentando que era el deseo de su papá, Francisco Zamorano, y la pareja de este, Héctor Arévalo. Los restos de ambos llevan 10 años en el mausoleo de la familia Pérez.


El 19 de noviembre de 2010 fue una de las últimas ocasiones en que la doctora Rocío Zamorano se encontró con su madre, María del Pilar Pérez. La instancia fue el juicio oral que se estaba desarrollando contra esta última, acusada de ser la autora mediata de los asesinatos de su exesposo, Francisco Zamorano, la pareja de este, Héctor Arévalo, y del economista Diego Schmidt-Hebbel.

Aquella tensa jornada, Rocío Zamorano señaló que Pérez "lamentablemente, es mi madre" y que "desde que llegué a este mundo esta señora se dedicó a hacerme la vida imposible". Tras el juicio, la acusada -conocida popularmente como "La Quintrala- fue condenada por parricidio, homicidio calificado y robo con homicidio. Por estos delitos, fue sentenciada a una cadena perpetua simple y otra calificada.

Transcurridos 10 años desde que se cometieron los asesinatos, Rocío Zamorano volvió a acudir al Octavo Juzgado de Garantía de Santiago, el mismo que veló por el proceso que se realizó contra La Quintrala. Esta vez, la profesional solicitó permiso para que los restos de su padre y la pareja de este puedan ser cremados. Actualmente, ambos cuerpos se encuentran en el mausoleo de la familia Pérez. Esto, porque cuando se concretó el doble asesinato, en abril de 2008, aún no se conocía que María del Pilar Pérez estaba tras los homicidios.

En el documento ingresado al tribunal el 30 de julio, se indica que "el 26 abril 2008 se llevaron a cabo los respectivos funerales de Francisco Zamorano Marfull y Héctor Arévalo Olivero en dependencias del Cementerio General, lugar hasta donde permanecen hoy. Cabe precisarle a su señoría que mi representada gestionó y pagó todos los gastos de la inhumación del Sr. Arévalo Olivero, no obstante no tener vinculo familiar que los ligara. Ello se debió principalmente al afecto que le tenía y a la circunstancia de que éste no tenía ningún familiar sobreviviente que pudiere hacerlo. No obstante lo ya referido, la voluntad de los Sres. Zamorano Marfull y de Arévalo Olivero fue siempre la de cremarse al momento de su fallecimiento, sin embargo, por las circunstancias del caso esto no pudo llevarse a efecto".

Por esto, señala el escrito, en junio pasado Rocío Zamorano acudió hasta el Cementerio General "considerando el tiempo transcurrido desde la fecha en que ocurrieron los hechos en que fueron

asesinados ambos, los que a juicio de esta parte hacen innecesario el mantenimiento de los restos sin permitir la cremación referida, sin embargo, se le ha negado esta petición sin que previamente lo autorice vuestra señoría".

La respuesta del juez Daniel Aravena llegó al día siguiente. El magistrado autorizó la petición de la mujer. Con esto, la familia se encuentra realizando las últimas gestiones para concretar la cremación.

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