La chilena que trabaja en Schitt’s Creek, la comedia que arrasó en los Emmy: “La mitad del chiste de la serie es lo visual”

La ficción canadiense que hizo historia en las categorías de comedia de los premios de la TV tiene a la chilena Frances Cabezas-Miller en su equipo de vestuario, que ganó la estatuilla técnica el sábado y celebró los siete galardones de anoche en la ceremonia principal. En conversación con La Tercera PM, cuenta su experiencia en la producción y su rol en la industria de Canadá desde los 90.


De las tres horas que duró anoche la ceremonia de los 72° Emmy, al menos un tercio estuvo totalmente consagrado a una sola serie: Schitt’s Creek. En la primera entrega virtual de los premios producto de la pandemia, la ficción canadiense instaló una hegemonía sin precedentes, al convertirse en la comedia con más distinciones en una sola entrega de la Academia de TV (siete) y en la primera en dominar los cuatro apartados de actores, con Eugene Levy y Catherine O’Hara a la cabeza. Más que Watchmen y Succession, se consagró como la gran ganadora de la noche.

Todo en reconocimiento a su temporada final, que se despidió en abril luego de seis ciclos en que mostró a una familia de pasado millonario que termina en un pueblo sin importancia que compró años atrás, una trama inspirada en qué sería de clanes como las Kardashian si cayeran en desgracia. Aunque anoche festejó de manera histórica, estos fueron sus primeros Emmy, luego de obtener sus primeras nominaciones hace un año y elevar su popularidad en Estados Unidos cuando llegó a Netflix en 2017. En todo su recorrido, desde 2015, la chilena Frances Cabezas-Miller fue parte del equipo, integrando el departamento de vestuario en las seis temporadas de la serie que en Latinoamérica da el canal Comedy Central.

Desde Toronto, donde reside desde 1996, cuenta a La Tercera PM: “Está todo muy bien hecho entre comedia y el mensaje, que las cosas no tienen que ser blanco y negro, también hay grises. Es increíble haber participado de eso, y que sea un show totalmente canadiense, sin esa influencia típica de los estudios. Es muy típico, para vestuario específicamente, que tienes ideas increíbles y las propones, pero al final el productor o el director te dicen que sea más modesto”.

En la historia el personaje de la madre de la familia, Moira (Catherine O’Hara), es una estrella de teleseries venida a menos que, pese a sus circunstancias actuales, sigue poniéndose trajes, pelucas y sombreros excéntricos. Donde muchos realizadores prefieren menos, el cocreador y actor Dan Levy -que se llevó cuatro premios Emmy- apostó por más, una virtud a ojos de la chilena, cuyo rol en la producción fue el de compradora de vestuario, su especialidad en la industria audiovisual canadiense.

“Nos dio carta blanca. Él tiene un ojo increíble, mucho es creación suya, compraba ropa entre temporadas para Moira. En las pruebas de vestuario se creaba con ganas, no con el miedo de que la gente encontrara que era mucho. Uno quiere ver lo que a lo mejor no va a ser nunca, pero que en tus fantasías te lo pondrías o serías así”, señala.

El trabajo de su departamento fue reconocido el sábado, en la entrega de los Emmy técnicos, con la obtención de la estatuilla de Mejor vestuario contemporáneo, venciendo a títulos como Poco ortodoxa y Euphoria. El galardón lo agradecieron vía video Debra Hanson, diseñadora de vestuario de la serie, y Darci Cheyne, asistente de diseñadora de vestuario, con quienes viene trabajando desde hace una década, en producciones como Orphan black y otras ficciones canadienses.

“Lo visual es la mitad del chiste”, dice Cabezas-Miller sobre Schitt’s Creek. “Dan Levy quería hacer un show con el que la gente se riera, pero que también tuviera un entre líneas que mostrara inclusividad, aceptación, que lo diferente no es malo. Y tratar de que la gente lo acepte amorosamente. No hay una forma de relacionarse como seres humanos. Ese es el éxito del show”.

Periodista de formación, la vestuarista compara la labor que lleva desempeñando en los últimos años. “Me gusta el reporteo, la calle. Y en realidad ser compradora es un reporteo de ropa, porque ando buscando todo el día en la calle, con mi propio horario. Como quien busca la noticia, buscando la ropa perfecta”, explica. “Al final del día traigo todo lo que he comprado, lo muestro. Primero con la diseñadora de vestuario y luego con los actores, diciéndoles: esto es lo que creemos que deberías ponerte”.

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