Otro sacerdote en "discernimiento": Hans Kast, primero en denunciar a Karadima, deja la parroquia San Pedro de Las Condes

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El presbítero, primer religioso que denunció a Fernando Karadima, en 2010 y 2011, solicitó formalmente al Arzobispado de Santiago dejar su trabajo como párroco. Esto se concretaría a fines de septiembre.


Hace algunas semanas, el sacerdote Hans Kast, hermano mayor del político José Antonio Kast, se comunicó con el Arzobispado de Santiago, que actualmente encabeza el administrador apostólico Celestino Aós. Era un tema importante. Llevaba un tiempo amasando una idea. Más bien una inquietud. Así, entregó formalmente su solicitud para dejar la parroquia San Pedro de Las Condes, en la calle Isabel La Católica, que dirige desde hace 9 años.

Se trata de una petición compleja, entre otras cosas por tratarse de un sacerdote muy conocido y que genera mucho afecto dentro de su comunidad. Y también en buena parte del clero.

Kast es un religioso emblemático dentro del caso Karadima. Fue el primer sacerdote que denunció al expárroco de El Bosque, en 2010 y 2011. Él comunicó al arzobispado, y luego lo ratificó ante el fiscal Xavier Armendáriz, testimonios de abusos, pidió reuniones, solicitó abrir investigaciones previas y tomar medidas pastorales, también en el caso Laplagne. Pero nada de eso se hizo efectivo.

Pasado el tiempo, corrió agua bajo el puente. Los abusos de Karadima, como ya es conocido, se comprobaron, tanto canónica como penalmente, y en septiembre de 2018 el Papa Francisco lo expulsó del estado clerical.

Para José Andrés Murillo, director ejecutivo de Fundación para la Confianza, "es preocupante que haya varios sacerdotes que están hoy pensando en tomarse un tiempo o derechamente retirarse de la vida sacerdotal. Son gente que hace mucho bien y que, al parecer, no ha encontrado un espacio nuevo y acogedor para desarrollar su fe y su servicio en un lugar que no sea abusivo. Y los que están cómodos en ese lugar, se van quedando. Es preocupante".

Encargos pastorales    

La petición del sacerdote Kast de cesar en su trabajo como párroco de San Pedro de Las Condes, se concretaría a fines de septiembre. El administrador apostólico Celestino Aós ya la aprobó. Solo falta que más adelante el propio Kast profundice su solicitud respecto de sus expectativas y de cómo continuará su proceso. Según fuentes de la Iglesia, el sacerdote estaría evaluando realizar una experiencia monástica.

De momento, la Iglesia de Santiago ya designó para encabezar esa comunidad al actual vice canciller, el sacerdote Jorge Sáez.

Según un comunicado interno del Arzobispado emitido el jueves pasado y firmado por el obispo auxiliar y vicario para el clero, Alberto Lorenzelli, son dos los sacerdotes que pidieron un receso en la labor pastoral de sus parroquias: Sergio Cobo (parroquia Inmaculada Concepción de Vitacura), quien también fue denunciante de Karadima; y Hans Kast.

El documento indica que fundamentaron su petición en poder tener un tiempo de "discernimiento" y "acompañamiento espiritual".

A ellos se les suma el presbítero Lionel de Ferrari, quien ya se encontraba viviendo un tiempo de discernimiento.

En el caso de Kast, después de Karadima efectuó otras denuncias y advertencias de posibles abusos, por ejemplo respecto del presbítero Jorge Laplagne, caso por el cual le escribió al entonces arzobispo, el cardenal Ricardo Ezzati.

José Andrés Murillo subrayó que "le tengo un cariño enorme y un gran respeto y gratitud al padre Kast, por cómo actuó muchas veces, en contra de todo, y espero que su proceso de reflexión le ayude a llevar una vida de plenitud".

Agregó que "de todo esto, lo más preocupante es que parece que las autoridades de la Iglesia no se dan cuenta que se les están yendo la gente buena y valiosa, los que realmente quieren hacer el cambio, y se están quedando con los otros, los que no quieren hacer nada".

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