LT Sábado

Crítica gastronómica de Don Tinto: Inca de Oro, proletario y sabroso

Crítica gastronómica de Don Tinto: Inca de Oro, proletario y sabroso. CAROLINA VARGAS

Por Álvaro Peralta Sáinz, cronista gastronómico.

Omer Huet fue un ingeniero belga que en 1905 fue nombrado director de Ferrocarriles de Chile con el fin de reorganizar la institución y hacerle crecer. En honor a su buen trabajo, en los años cuarenta se le dio su nombre a la estación de trenes de Hualqui, la que en 2005 se transformó en los Talleres Ferroviarios Omer Huet. En Santiago también se recuerda a este ingeniero belga, en este caso con un pequeño pasaje que comienza en la Alameda, justo entre las cales Arturo Prat y Serrano.

¿A qué viene todo esto? A que en este pasaje funciona desde la década de los sesenta el Inca de Oro, un pequeño puesto especializado en servir sandwichs fríos armados al momento y que la gente come parada frente al improvisado mostrador o -con un poco de suerte- sentada en el par de mesas y sillas que hay siempre disponibles sobre el pasaje. Los sandwichs salen rápido y la gente los come también con prisa, incluso más de alguna vez piden la mitad que no se comen para llevar. En ese caso, se envuelve en papel kraft y listo. Después la gente paga y se va, para seguramente volver pronto, porque en este lugar la clientela se repite bastante.

Pero más allá del funcionamiento del Inca de Oro, lo que llama la atención y que hace que valga la pena visitarlo cada vez que se pasa por el centro es su oferta: sandwichs fríos en una muy buena marraqueta -que me dicen es de una panadería cercana- con ingredientes tan simples como exquisitos. Me explico. Jamón pierna, queso chanco, arrollado de malaya, arrollado de lomo, pernil, salame, queso de cabra y hasta bondiola; en la combinación que más guste al cliente. Todo comprado diariamente en la Vega Central o recibido de proveedores de años, y dispuesto para que trabajadores, oficinistas y hasta profesores del vecino Instituto Nacional pasen frecuentemente a desayunar, comer algo a media mañana o simplemente almorzar por poca plata.

Ejemplo de todo esto fue el sándwich de pernil, palta generosa y ají verde ($2.500) que comimos hace poco, suave y contundente a la vez, sin nada de grasa ni cuero. Pura carne. Lo mismo que el sándwich de bondiola y queso chancho ($2.500) con que seguimos el improvisado almuerzo. Saladito y lleno de gusto, casi como para repetirse. Para beber optamos por dos bebidas ($800 cada una), aunque más temprano lo que manda acá es el té en bolsa.

En el Inca de Oro no saben nada de pan de masa madre, pulled pork o vegetales encurtidos. Y la verdad es que no hace falta, porque lo que ofrecen está más que bien y así lo agradecen sus parroquianos que nunca lo han abandonado a lo largo de los años. Ojalá no se pongan creativos.

CONSUMO TOTAL: $6.600

DIRECCIÓN: Omer Huet 33, Santiago.

HORARIO: Lunes a viernes 8 a 16 hrs. Sábado 8 a mediodía.

ESTACIONAMIENTO: No tiene.

PÚBLICO: Todo público.

EVALUACIÓN: ✮✮✮

Calificaciones: ✮✮✮✮✮ Sobresaliente / ✮✮✮✮ Excelente / ✮✮✮ Satisfactorio / ✮✮ Mucho que mejorar / ✮ Para no volver

Más sobre:Don TintoLT SábadoInca de oroComida al pasoSandwicheríaSandwichesSanwiches en SantiagoSantiago CentroGastronomíaOmer HuetPasaje en el centroPernilarrolladoarrollado de malayaColumna de Don Tinto

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¿Vas a seguir leyendo a medias?

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesTodo el contenido, sin restricciones SUSCRÍBETE