Dentro de ese gran universo, creativo, empresarial, social e histórico, que es hoy el diseño, hay para todo y todos. Desde amantes fieles de los clásicos a promiscuos adoradores de la vanguardia extrema. Una diversidad fantástica que en parte ha incentivado esta nueva 'infraestructura' que envuelve al diseño. Hoy en torno a él se mueven museos, galerías, revistas, crítica, curadores, marchands, coleccionistas, etcétera.

Todo este movimiento ha convertido al diseño, en su totalidad, en un monstruo complejo y por lo mismo contradictorio; nunca fue tan transversal, nunca fue tan caro, tan 'outsider', tan comercial. Como el arte.

basel. Especializada en diseño, en ella exponen diseñadores emergentes, marcas y por supuesto se transan piezas únicas, algunas seriadas primeras ediciones.
designmiami.com

London graphic/Errázuriz Newyorker

En el East side de Londres, a pasos de la estación Old St., está la galería Kemistry, que se autodenomina 'una galería independiente dedicada a la exposición de la obra de destacados diseñadores gráficos'. Ni más ni menos, porque hay mercado. Desde 2006 esta galería pequeña en metros cuadrados, única en su especie, con dos socios que la dirigen, es el lugar donde ver y 'mover' diseño gráfico. Desde afiches a estudios completos de familias tipográficas, de hecho han pasado por sus muros representantes potentes y admirados como Anthony Burrill, Damien Poulain, Zero Per y Saul Blas. De Hoxton, el salto puede ser directo hasta París, a la tradicional Galerie Perrin, que si de muebles antiguos y 'nuevos antiguos', que incluyen buena parte de la colección moderna del siglo XX se trata, es donde hay que ir a parar. Qué decir de Berlín y la galería de Ulrich Fiedlero. O si prefieren hacer un intensivo Estocolmo y llenarse el alma con Aaltos, Henningsens o Luninds magníficos y numerados en las galerías Modernity o Jacksons. Los brazos del diseño hoy abarcan todo esto y más. Más como Basel.

siglos xx y xxi.

Si las antigüedades históricamente han estado en manos de casas de remates, hoy las galerías además de participar en ese nicho se han especializado en diseño moderno y contemporáneo.

Ejemplo de cómo el diseño, sus referentes, intermediarios y consumidores finales han mutado, es la  galería Kemistry (kemistry.co.uk) en Londres, que solo exhibe, promueve y comercializa obras de diseño gráfico.

Ambra Medda es la directora de la feria Design Miami Basel, y quien se ha empeñado en recalcar el término 'art-design'; quizás para justificar los precios a las que llegaron algunas piezas en la reciente versión de la feria. Design Miami Basel es un 'apéndice' de la tradicional Art Basel, la feria de arte contemporáneo que nació en Basilea, y hoy se replica en Miami durante el invierno. En su versión'design' reciente, que terminó hace un mes, la cifra oficial promedio a la que llegaron ciertas piezas fue de US$ 20.000.

El fenómeno tiene que ver con el nivel de información y poder de adquisición de los profesionales más jóvenes que están formando su patrimonio. Lo ha explicado la misma Medda: "Cuando los consumidores hoy compran, por ejemplo, una silla, consideran que la inversión pasará de generación en generación, y que quizá se pueda poner en subasta algún día, así que empiezan a cuidarle como si fuera una pintura".

Sebastián Errázuriz, el diseñador chileno que salió en la portada de la revista I.D, es nuestro gran exponente en estos escenarios. Sus piezas tienen casa en N.Y. en la galería de la colombiana Cristina Grajales. Ella es su representante y quien ha puesto sus objetos-arte en una galaxia paralela, en la del coleccionismo.

Para Cristina, el mundo de las galerías de diseño no es tan diferente al de las galerías de arte. "Nosotros funcionamos casi igual que ellos, tenemos exhibiciones y presentamos artistas casi de la misma manera, hasta imprimimos catálogos sobre cada exhibición. Nosotros también asistimos a ferias internacionales con otras galerías; hay ferias de diseño que hasta colaboran con ferias de arte para atraer a más coleccionistas".

Grajales abrió su primera galería en 2001 en SoHo, pero antes  dirigió por 10 años la Galería 1950. Cuenta que fue gracias a una clienta que le pidió que le armara una colección que comenzó con su propio negocio. "Poco a poco el negocio cambió, y de actuar como consejera, termine como galerista y consejera".

Para ella es evidente que el valor del diseño hoy justifica plenamente este cambio de su propio camino.

"Cuando estuve en el Salone del Mobile en el 2000, noté un aumento y entusiasmo de importancia por el diseño. Me di cuenta de que diseñadores de la talla de Philippe Starck, Ron Arad y Marc Newson ascendieron a otro nivel y fueron reconocidos por todos. Desde ahí en adelante me di cuenta de cómo la gente y los coleccionistas simplemente se apasionaron".

Para Grajales la evolución del negocio ha cambiado muchísimo con internet. "Internet ha revolucionado la cantidad de información para nosotros y los coleccionistas; otro gran cambio en el negocio ha sido que importantes coleccionistas de arte también se han interesado en el diseño. Un gran ejemplo de esto fue cuando nuestra galería compró una mesa de Carlo Molino por 3,7 millones en la casa de subasta de Christie's en la venta de 20th Century Design. Esto atrajo la atención de mucha gente que llegó a la conclusión de que si una pieza es extraordinaria y el artista tiene buena reputación, es posible pagar lo mismo que por una obra de arte".

Algunas de las galerías de diseño más importantes del mundo se reúnen en la Design Miami Basel:
Entre ellas destacan: David Gill Galleries (Londres), Galerie Perrin  (París), Modernity (Estocolmo), R20 Century (N. York), Galerie Pierre Marie Giraud (Bruselas) y Cristina Grajales Gallery (N. York)