Cazadores de tendencias
Siempre un paso más allá. Pioneros y vanguardistas, sus ideas rompen esquemas y se abren a nuevos universos creativos. Estos ocho personajes se arriesgan por un ideal, viven por lo que creen y tienen razones de sobra para demostrar que en la libertad de creación está la receta del éxito y de la felicidad.


Tom Dixon Punto aparte
Por: Soledad García-Huidobro
Tom Dixon pensó el diseño desde la vereda del frente, no desde la que habla de la homogeneidad, todo lo contrario. Férreo defensor de que el pensamiento extremista tiene un impacto positivo en el diseño -idea que plasmó en su reciente libro Extremism- discute las implicaciones más variadas para los diseñadores que hoy enfrentan un mercado saturado, y no se cansa de reflexionar sobre los problemas de copias, la fabricación y distribución del diseño.
El año pasado, en una entrevista a The New York Times, declaró su postura ante el futuro de la fabricación de muebles: "Hacer cantidades más pequeñas cerca de la casa, para un público específico y adaptado a las necesidades de ellos". Ahí está su manifiesto. Propone una interacción directa con el consumidor, en donde el diseñador esté íntimamente relacionado con el proceso de producción, no en masa, no en grandes cantidades, sino conectado a lo genérico. Lo de volver a lo local es lo que ha marcado la forma de pensar y de ser de Dixon durante los últimos años.
Dice ver el diseño como el arte aplicado, pero arte al fin y al cabo. Mirada que lo llevó a ser director creativo de la firma inglesa Habitat por casi diez años y de la finlandesa Artek, de Alvar Aalto, aun cuando venía del lado del diseño independiente. Un personaje fuera de lo común, dividido entre una generosidad desbordante, evidente al donar 500 de sus sillas EPS en el Festival de Diseño de Londres durante 2006; y el hecho de ser la mente creadora del diseño de interior de lugares tan exclusivos como el Shoreditch House en el Centrepoint de Londres, su reciente restaurante de la Academia Real en Londres o el cabaretero club Circus, mezcla de restaurante y bar, abierto el año pasado en plena capital del Reino Unido.
En 1983 se licenció en la Chelsea School of Art de Londres y partió diseñando muebles desde el ready made. En 1987 fundó su propia compañía de fabricación de muebles y lámparas en ediciones, Dixon Pid, la que después se llamó Space, donde se hacían lámparas en ediciones limitadas.
Con 52 años, su sello e influencia han sido tales que se lo ha catalogado como la luz principal del auge que ha tenido a nivel mundial el diseño de Gran Bretaña. Ha sido nombrado el productor de los clásicos modernos, mostrando sus hazañas en prestigiosas ferias como la de Milán y 100% Design de Londres, donde fue el director creativo del encuentro. Y quién habría dicho que todo partió de un accidente en moto, o varios para ser más específico, los que llevaron a Dixon a interesarse en el diseño, de tanto reparar las piezas de su moto. Hechos que lo encauzaron hasta llegar a la firma Ceppellini, la misma que lo hizo rugir en estas lides al crear su famosa silla S. "Ese es el momento definitorio de mi carrera. Era 1989 y de golpe me di cuenta de que era diseñador, y de que esa iba a ser mi profesión", contó en una entrevista a Man.
Tom Dixon Company.
Además de diseñar para sus firmas, ha trabajado para otras compañías como Asplund, Cappellini, De Vecchi, Driade, Inflate, Moroso y Terence Conran.

Todd Selby: Todo comienza con una idea
Por: Constanza Almarza
Verano de 2008, Todd Selby, fotógrafo, Nueva York. Una idea: retratar a amigos en sus espacios privados. La condición: ¡No ordene, deje todo tal cuál! Departamentos, casas, oficinas y estudios se transformaron entonces en un click; uno que después subió a su blog y el efecto internet hizo el resto. The Selby, como nombró a su blog, se convirtió desde ahí en el proyecto que cambió por completo la manera de concebir la fotografía de interiores e incluso la manera de hacer entrevistas. Sí, porque a través de esta suerte de registro documental, con mucho de voyerismo, al cual sumó una entrevista escrita de su puño y letra y una acuarela del personaje, Todd Selby dio cuenta de esa cara doméstica y real, de cientos de personas que se mostraban abiertamente en la cotidianidad de su hogar. Un lenguaje que sin tapujos los retrató en el baño, tomando una ducha o en el desorden de un clóset con cientos de zapatos desparramados. Claro está, no era gente cualquiera. Y es que en general su mundo lo componían creativos, personas que como él estaban dedicadas al arte, al diseño o la fotografía. Aunque asimismo cuenta que, encontrar `al´ personaje fue y sigue siendo lo más difícil, algo que no deja de ser llamativo viniendo de un tipo que ya ha entrado a la casa de nombres tan emblemáticos como Karl Lagerfeld, Philippe Stark, Michael Stipe y Helena Christensen, y se ha paseado por Londres, Tokio, París y México D.F. para contar la historia de cientos de personajes a través de fotografías de sus más íntimos espacios y, de paso, de todo lo que los decora.
En sus comienzos empezaste fotografiando las casas de sus amigos. ¿Eran tus amigos tan cool? Mis amigos son todos muy singulares, aunque no todos ellos tienen casas tan divertidas, pero afortunadamente muchos de ellos sí.
¿Cuáles son los factores que te ayudan a mantener las imágenes que hoy se firman como The Selby? Es una fórmula interesante Persona + Espacio creativo algo diferente x = The Selby
Ya has visto mucho …¿tienes algún retrato pendiente? A los Obama en la Casa Blanca.
Una selección de las mejores imágenes y personajes de su blog se editaron para el libro The Selby is in your Place, que salió a la venta en mayo de 2010. Hoy Todd Selby también se ha involucrado en la publicidad, con la campaña para Crate & Barrel.
En cierto modo, lo que ha hecho The Selby es crear un nuevo lenguaje para contar historias,
¿lo sientes así?
Yo hago mis cosas, pero estoy feliz si las personas se sienten conmovidas por ellas artísticamente.
¿En qué veremos a Todd Selby próximamente?
Estoy muy centrado en hacer más brotes de theselby.com y también incorporando un montón de películas nuevas y divertidas para el sitio web. Son minidocumentales en la misma línea de las fotos de The Selby, que a propósito ya se pueden ver en theselby.com

Tony Hornecker: Creatividad por osmosis
Por: Francisca Cristi/ Fotos: Carmen Paz Figueroa
Cuando materializamos una idea, lo hacemos para explicarle al mundo el universo de nuestra mente. Eso fue lo que Tony Hornecker, británico, 37 años, y cuya experiencia como escenógrafo lo llevó a trabajar con diseñadores como Stella McCartney y Alexander McQueen, hizo el día que decidió abrir en Londres The Pale Blue Door. Se trata de una especie de restaurante itinerante que se traslada por diferentes partes del mundo, se instala en una semana, recogiendo a su paso todo lo que la ciudad le provee.
Tony es simple y modesto. Un talento que demostró que en la libertad de expresarse está la respuesta a muchas cosas. Él encontró en esta idea no solo un rentable modelo de negocio, sino que la capacidad de conocer nuevas experiencias, nutrirse de diferentes ideas, empaparse de distintas culturas, y ser libre para crear lo que dicta su propia imaginación. A la fecha este proyecto, que mezcla arte y comida, ha estado en Nueva York, Berlín, Londres, Buenos Aires, Santiago y Valparaíso, pero se prepara para mucho más.
¿Cuándo y por qué decidiste hacer The Pale BlueDoor? Fue en abril de 2009, yo estaba dedicado al diseño de modas, pero no eran mis propias creaciones, yo debía hacer lo que otros buscaban, no era algo que viniera de mí. Así es que comencé con esto durante seis meses, en mi casa en Londres; en un principio iban solo amigos, pero poco a poco la cosa se hizo más masiva y resultó.
¿Por qué mezclar la cocina y el arte? Es contar una historia; actualmente estoy escribiendo sobre este proyecto, aún no está terminado, pero lo tengo en mi blog. Diferentes lugares, diferentes ciudades. Creo que todo esto es un gran viaje, es como ir hacia otro mundo, escapando a distintos lugares.
¿Por qué crees que este concepto funciona? Creo que por un lado se debe a que todo proviene de la misma ciudad en donde se realiza, y porque todo lo he ido armando ahí, lo he encontrado y recolectado ahí mismo, y se le da identidad propia.
¿Cuánto tiempo te demoras? Alrededor de una semana.
¿Por qué escogiste Valparaíso como locación en tu última visita a Chile? Bueno, yo había venido a Santiago el año pasado y tuve la oportunidad de visitar Valparaíso y me pareció increíble. Me encantó recorrer su calles, callejones, recolectar y buscar en ferias y mercadillos todo lo que monté.
Luego de su estadía en Valparaíso, la Galería Macchina de UC mostró la exposición Tony Hornecker + Manuel Vázquez. Montajes de la instalación e imágenes del fotógrafo Manuel Vázquez sobre este y otros The Pale Blue Boor que Tony ha realizado.
¿Cuál es la especialidad de la casa? Algo muy british: roast beef.
¿Cuál es tu próximo destino?
Hvar, en Croacia, y el próximo año tengo ganas de volver a Sudamérica, quiero ir a Brasil.

Jonathan Adler gurú de la decoración
Por: Francisca Cristi
Si fuera una estación, Jonathan Adler definitivamente sería verano. La temporada en que los colores se prenden, la fruta es más rica y la playa, como representación icónica de la estación, se advierte calurosa.
Y es que Adler es puro color. Combina sin tapujos un colorinche tapiz vintage con un sofisticado y pulcro mueble de madera de la vieja escuela. Su peculiar sentido del humor y la entretenida manera con que se enfrenta a sus proyectos lo han transformado en un verdadero referente. Algo que guarda relación, definitivamente, con la premisa que guía su actuar: toda casa debe ser un lugar acogedor y vívido, no una vitrina, ni mucho menos un departamento piloto.
Desde su tienda, una de las más famosas de Estados Unidos, Adler crea un tipo de diseño que se mezcla con la artesanía de forma sutil y armónica, y cada uno de los objetos que salen de su mente dan crédito a eso. Lámparas con caras humanas, leones de cerámica: una mezcla de Hollywood con Mad Men, dirían algunos.
Él se lo toma con humor. Su estilo es tan único que incluso se atrevió a escribir un manifiesto donde, además de hacer gala a su ya mencionada ironía, considera puntos simples a la hora de decorar un espacio, con frases como: "creemos que tu casa debe hacerte feliz".
Su blog, The Sartorialist, es un referente mundial y visita obligada para el mundo fashion. Eso sí, del bueno, del que no sigue las modas, sino que las impone.
Adler comenzó hace 17 años desarrollando sus cerámicas, y hoy cuenta con 13 tiendas; pero hay más, porque en este recorrido que lo ha llevado a transformarse en un ícono de la decoración se ha asociado con muchas compañías de diseño de productos, ha sido juez en programas de televisión e incluso se ha tomado el tiempo de escribir libros. Acaba de lanzar Happy Chic Colours y Happy Chic Accessorizing.
Gracias a su genial estilo en estas materias, Jonathan también se ha dedicado decorar interiores, tanto en proyectos residenciales de lujo como en proyectos comerciales, como la memorable casa de Barbie Malibú , donde despliegó su universo de color.
Algunos tips de Adler:
- Si se trata de decoración, la esposa siempre tiene la razón, a no ser que el marido sea gay
- El minimalismo es un fastidio.
- Las artesanías te mejoran la vida.
- El rojo y el café son chic por naturaleza.
- Los colores no pueden chocar ni entrar en conflicto.
- Nuestras lámparas hacen que te veas más joven y flaco.

Scott Schuman: El fotógrafo urbano
Por: Constanza Almarza
Convirtió las calles de Nueva York, Londres y Milán en las pasarelas del siglo XXI, transformando el street style en un argumento convincente a la hora de marcar tendencias en la industria de la moda. Tal cual, desde la calle el fotógrafo norteamericano Scott Schuman supo editar estilo, consagrando cada uno en una imagen que luego subió a The Sartorialist, el blog que creó el 2005. Una idea que de paso lo llevó a la fama mundial y a ser considerado por la revista Times como una de las 100 personas más influyentes del mundo del diseño.
Scott Schuman. El fotógrafo consagró el urban style como una referencia para las grandes casas de moda.
Pero toda historia tiene un comienzo. El de él da cuenta, después de trabajar durante quince años con grandes como Valentino y Jean Paul Gaultier, de un nuevo concepto: el de hacer convivir la moda de las altas pasarelas con el estilo de gente común y corriente. Eso, porque siempre percibió una total desconexión entre lo que él vendía en los showroom de las grandes marcas para las que trabajaba, con lo que veía en la calle. Personas que sin grandes lujos, eran capaces de crear una identidad particular a través de su ropa, de darle un carácter único a su presencia. Bajo ese prisma nació The Sartorialist.
Hoy su lenguaje está instalado y masificado. Su manera de captar la imagen es una declaración de principios, de estética a tal nivel, que en la actualidad son cientos los que lo replican. Pero la firma de Schuman es imborrable. Su mirada simple, elegante y justa sigue marcando la diferencia, y su manera de trabajar, por lo menos seis horas al día, o hasta obtener la imagen perfecta, esa que capte la esencia de esa persona, es una evocación completamente inspiradora; no por nada es el invitado de honor a los front row de la mayoría de las semanas de la moda del mundo, editó un libro que recopila sus mejores imágenes y es cotizado para protagonizar campañas publicitarias, como la de la firma cosmética Kiehl's, para la que incluso diseñó un neceser.

René Redzepi: El Gran Danés
Por: Constanza Almarza
Hablar de René Redzepi es hablar obligadamente de la Nueva Cocina Nórdica. Él la encarna, la plasma y hoy es su mejor embajador. Lo es desde que en 2005 fue el impulsor de The Manifesto for the New Nordic Kitchen, una suerte de carta de navegación de la cocina escandinava, y también desde que logró desplazar a elBulli, de Ferrán Adrià, del título de mejor restaurante del mundo, con Noma (no, de nordic, y ma, de comida en danés), su restaurante ubicado en un viejo almacén del puerto de Copenhague donde prima la austeridad, los cocineros que ahí trabajan parten el día rastreando nuevos ingredientes por los bosques cercanos, no se usa azúcar como endulzante y no se puede confirmar una reserva hasta agosto.
Redzepi da vida a sus platos con ingredientes naturales extraídos de la zona.
Pero aparte de las curiosidades, qué hace a René y su cocina tan especiales. Si bien a estas alturas lo de la Nueva Cocina Nórdica, con Redzepi a la cabeza, ha dejado de ser una revolución para consagrarse como un ideario de niveles intercontinentales, no deja de llamar la atención que básicamente es el imperio de la lógica lo que les ha dado réditos, y muchos. Sí, porque en la Nueva Cocina Nórdica domina la cordura. No existen la sobreproducción ni la manipulación, menos ese ingrediente imposible de encontrar de no ir a la última isla japonesa. Por el contrario, aquí manda la pureza, se habla de frescura y sencillez y se emplea la ética, adjetivos si se quiere, pero nociones potentes en la cocina nórdica y pilares fundamentales en la concepción de esta marca registrada en el mundo entero. Pureza al utilizar alimentos sin aditivos artificiales. Frescura como una consecuencia de los climas fríos de la región y su aporte a los ingredientes, además de sencillez al enfatizar los sabores propios de las materias primas de cada zona, "…una comida tan rústica como elegante", aseguran en el escrito fundamental. La ética viene de la mano del respeto por la naturaleza, el comercio justo y la no elección de alimentos transgénicos, así como la fuerte vinculación del chef con los productores locales. En definitiva, lógica pura.
En Noma, el restaurante de Redzepi, no se usan manteles.
En su carta emplean hierbas, hojas, bayas y flores silvestres para dar vida, por ejemplo, a platos compuestos por pieles de pescado deshidratadas, violetas de marzo, ajos silvestres, papas vintage y suero.

La vida según apartamento
Por: Paulina Blanlot
El N.Y. Times la definió como posmaterialista. Para muchos representa un quiebre en la visión de lo que esperamos encontrar en una revista. A quien escribe, le encanta.
Cuando llegó este magnífico ejemplar a mis manos, estaba en una tienda en Madrid. Una tienda chiquita, de cosas lindas, únicas. Fue en 2008 y todavía recuerdo la 'experiencia' de hojearla y descubrir cómo funcionaba tan bien su formato, papel e idea ¡Perfecta! Everyday life Interiors... se lee en la portada, justo sobre el logo, bajo él una mesa cuadrada de cuatro patas, con un mantel cayéndose y un adormilado dueño de casa en pijama y pantuflas. Simplemente rompía con todo lo que uno podía esperar hasta ese minuto en revistas relacionadas a estilo de vida. Página tras página -y hasta ahora en sus siete ediciones, porque publican dos números al año- se puede ver el cómo viven personas corrientes y algunos famosillos, pero todos interesantes, con buenas historias. Lo deseable y mínimo, claro, pero en el 'cómo', el modo en que enfrentan la fotografía, cómo usan la gráfica, todo; da un resultado que comunica realidad. Y ahí su riqueza.
"Estilo de vida es la definición más acertada, puesto que revista de interiores queda quizás demasiado enmarcada en lo que estamos acostumbrados a encontrar como tal. Pero me gustaría resaltar la cuestión de ser atemporal, en el sentido de que ningún contenido viene a enseñar un trend ni ninguna noticia relacionada".
Conversamos con Omar Sossa, el director de la publicación que hoy tiene oficinas en España, Italia, Inglaterra y redactores en Brasil y Argentina, además de una tienda y una serie de ediciones especiales que se lanzan en paralelo, por ejemplo, solo para niños.
¿La idea, de dónde surge? Nació a partir de querer hacer el tipo de revista que no encontrábamos en el mercado. Nos dimos cuenta de que el rango de estilos en revistas sobre casas era muy reducido y se regía más por estilos que por tipos de lectores o afinidades estéticas. Además, nos parecía que todas eran demasiado aspiracionales y esterilizaban las casas hasta hacerlas demasiado cosméticas y desprovistas de personalidad y vida.
Así decidimos hacer una revista que fuera todo lo contrario.
A everyday life interiors es... Apartamento busca mostrar el rastro de la cotidianeidad, ya sea a través del trabajo de una persona, su casa o un texto que habla de ello.
En términos estéticos ¿cómo se definen? El N.Y. Times nos definió como posmaterialistas, una buena definición si hemos de buscar una.
¿Cómo escogen las casas o personas que fotografarán? No hay un patrón definido. Mediante amigos, gente a quien nos interesa su trabajo, personas que nos escriben directamente, etc.
¿Sienten que han roto algún paradigma? No sé si hemos roto un paradigma, pero me da la sensación de que cada vez hay más sensibilidad a apreciar ambientes vívidos.
¿La gente espera ver hoy más realidad que idealizar el cómo vivir?
Nos sigue gustando idealizar, pero hacerlo con cosas reales es bastante más sugerente.

Inga sempé viva la revolución
Por: Paulina Blanlot
Inga es gentil. Se nota en cómo responde el teléfono, hasta los mails.
Pero es dura, mejor dicho es directa, decidida. Arrancará hoy y siempre a cualquier tema que la lleve a sitios comunes y elegirá de inmediato aquellas zonas de las ideas puras. Si de diseño se trata, y más allá de los Hermanos Bouroullec, que mezclan arquitectura y diseño, Inga es la luz del diseño francés, en el sentido clásico. Dueña de una trayectoria consciente, purista, en que cada decisión sobre qué hacer y cómo es de ella, y de nadie más. A estas alturas lo suyo es una escuela, la del dominio del juego de palabras y la síntesis. Hija de un ilustrador danés, trabajó con Andrée Putman, con quien se le grabó aquello del oficio, del lujo del gran oficio. Y quizás, una voz con cierta disidencia dentro del gran concierto de los diseñadores internacionales, en que, por ejemplo, la elección de materiales, dice ella, hace que tal o cual se crea sustentable.
Después del colegio trabajó para una modista y un agente de fotos antes de asistir a la Escuela Nacional Superior de Creación Industrial (ENSCI-Les Ateliers). Luego trabajó dos años con Putman antes de iniciar su propio atelier en 1999.
Esa responsabilidad no es de los diseñadores, "debemos pensar en los consumidores y en la industria, pero la industria debe hacer reales las soluciones materiales".
Ha dicho que el arte no la motiva, "me mueve más un descorchador que un cuadro de Manet", según publicó la T Magazine. Ella no se inmuta.
¿Crees que el diseño tiene una especie de responsabilidad social? Por supuesto que tiene, pero la responsabilidad real es de las empresas y la política. Puede un diseñador ser muy conocido, pero tener nulo poder, menos influencia para que una empresa produzca de manera más limpia, por ejemplo.
¿Cómo describirías el estilo formal de tu trabajo? Simple pero no minimalista. Que es quizás el motivo del éxito de mi trabajo.
¿Cuál es tu mayor logro profesional? No sé si es un logro, pero sí recuerdo lo feliz que me sentí cuando hace 5 años Luceplan me invitó a unirme a ellos. Siempre quise trabajar en proyectos de iluminación técnica.
¿Qué proyectos tienes ahora? Sigo con Luceplan, también tengo proyectos junto a Ligne Roset y pequeñas empresas suecas. Lo que realmente me gusta es lo cotidiano. La vida cotidiana, sus necesidades, sus usos, de allí vienen mis preguntas y respuestas.
¿Cuál crees que es el papel del diseño del siglo XXI? La producción de objetos inteligentes de una manera más limpia.
Entre sus pares, ¿a quién admira? A los hermanos Bouroullec.
Y le preguntamos por un color... ¿Por qué sólo uno?
Y un material ¿Por qué uno? ¿Es esta la Tercera Guerra Mundial?
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