Esta casa es más grande, se podría decir que no es la típica casita de alojados que cuenta solo con dormitorios y baños. En esta sí hay cocina, jardín y terraza, es una casa perfectamente independiente y que puede funcionar como autónoma en todo momento. Sin embargo, las casas funcionan dependiendo de cómo sus dueños las organizan, y esta funciona dependiendo de una casa principal, en donde se almuerza y se comparte con el resto de la familia; donde están la piscina, la gran terraza, la mesa de pool y el sillón para echarse frente a la chimenea con un libro en el invierno. Ésta, en cambio, es una casa construida en los años 80, que pasó a ser de los padres para los hijos, y en la que hoy cada matrimonio cuenta con una pieza.

Reciclar muebles antiguos y darles una nueva vida y uso es muy fácil. Basta con un poco de imaginación. Un buen dato, en el caso de que estén en mal estado, es darles una mano de látex primero, tapar los hoyos con pasta muro y luego pintar y darle la terminación que más nos guste.

Un gran living comedor, campestre y de muebles reciclados, de tías, hermanos y abuelos, hace de hall al mismo tiempo. Enchapada en madera de pino natural, extraído de la zona, y con suelos suelos en baldosa Córdova, ideal para el barro del invierno y la suciedad en general del campo, esta pieza es el eje central de la casa y el punto de encuentro de los que ahí habitan. Conecta cocina con dormitorios, acceso al jardín y hall de entrada. Una gran cocina con un mesón central permite también el reencuentro, sobre todo en el desayuno, y con vista a un jardín que termina en un tranque, que lamentablemente en esta época vimos más seco de lo normal.

Las vigas de madera natural a la vista, al igual que el revestimiento interior de los muros del living-comedor, son también de madera de pino de la zona. Dan altura a la habitación y, sin necesidad de estar en el sur del país, dan un toque campestre perfecto.

Decoración sencilla y de colores neutros, la luz que entra por cada una de sus ventanas es perfecta y el silencio del campo, en que solo se escuchan de vez en cuando unos pájaros que pasan, relaja y dan ganas de instalarse en la mecedora a observar el paisaje.

Cuando la cocina por espacio lo permite,  generar una isla con una mesa aporta mucho a darle ambiente. Idealmente las banquetas o pisos debiesen poder guardarse debajo de la mesa, en caso de que se necesite mayor espacio. Las mesas redondas, por su parte, ocupan menos espacio que las cuadradas y rinden más.

Cuando las

vigas

son de buen tamaño y madera bonita, vale la pena dejar el cielo a la vista. Dan altura y aire a los ambientes, además en el verano aportan a que el lugar sea más fresco.

La

chimenea

aporta mucho a generar ambientes cálidos y acogedores. No necesariamente se necesita un amplio espacio y tampoco de gran profundidad. En este caso se optó por una esquinera de acero, lista para  instalar.

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Una

terraza

protegida sirve tanto en  verano como en invierno. La vista al jardín que termina en un tranque hace de esta un rincón exquisito. Se ven más hortensias, flor predilecta de la zona y que idealmente se planta bajo árboles caducos, pues necesita sol en invierno y sombra en verano.

El

pino

es un revestimiento muy combinable. Se ve bien con casi todos los materiales. En este caso, se combinó con baldosas, pero también queda bien con, piedra, sisal o pastelón.

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