Econciencia: Ventanas que no se abren

ventanas

Sábado 25 de agosto de 2018, edición N° 798




Esta modalidad es usualmente muy recurrida en altos edificios de oficinas, sus ventajas son el menor costo (rápida instalación, además no hay doble marco ni mecanismos de cierre, pues son fijas), además se facilita el clima artificial generado al interior al permanecer siempre cerradas y por su buena hermeticidad de sus uniones.

Por el lado de los inconvenientes está la ventilación, si hay que ventilar no se pueden abrir, así solo está la posibilidad de hacerlo forzadamente mediante máquinas con intercambiadores de calor y ojalá con filtros. Además sus interiores se sobrecalientan fácilmente, por efecto invernadero, con ello es imprescindible el uso del aire acondicionado, obviamente este equipo de climatización trabajará bastante en enfriar, lo que es caro; se encarece su limpiado, ahora es solamente posible por el exterior, la limpieza de un gran edificio de este tipo no es barata, se paga con los gastos comunes y todo se complica terriblemente más si el edificio cuenta con extrañas formas en su fachada (diferentes planos o ángulos o aquellos que cuentan con el sistema de doble piel acristalada).

Quizás su gran ventaja es que en la época fría, justamente debido al efecto invernadero, son tibios en su interior, con ello sí existen ahorros en calefacción. Es por ello que sus orígenes corresponden a países fríos (son mas bien una aplicación para el sur de nuestro país, pero no para la zona central ni menos para la norte). En estos edificios de ventanas fijas obviamente lo recomendable es contar con unas buenas cortinas reflectivas interiores, o bien control solar exterior e idealmente hacer funcionar la ventilación forzada de noche para tener los interiores fríos al día siguiente.

Es curiosa la modalidad constructiva: en general en las viviendas se sufre más en el invierno y en las oficinas de ventanas fijas se sufre más en la época de calor, justo lo opuesto. No hay que olvidar que bajar un grado Celsius no es lo mismo que subirlo: es casi tres veces más caro bajarlo. Por ello habría que evitar todo tipo de construcción que se sobrecaliente, en el fondo aquellas que tienen muchas ventanas y no se abren.

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