14 de febrero, día del ‘amorsss’, sentimientos encontrados... No quiero parecer el Grinch de San Valentín, pero no entiendo por qué somos tan permeables y fáciles a todo lo que viene de afuera. Esta fecha hace 5 años casi no se celebraba y hace diez ni se conocía, pero este año he visto un boom con panoramas, menús especiales, regalos y ofertas. A esto se suma Halloween, que ya parece una fecha que siempre existió en nuestro calendario; lo único que nos está faltando es comer pavo y ponernos zapatos con hebilla para el Día de Acción de Gracias y celebrar el 4 de julio con fuegos artificiales y haciendo un asado. ¿Es tanto lo que nos gusta lo extranjero y foráneo? ¿O ya no tenemos nada propio que celebrar? Revisando un poco la historia de San Valentín, descubrí que es una tradición inglesa y francesa, que después pasó a EE.UU., pero que no tiene una variante latina o por lo menos española.

Y por otro lado, el 12 de febrero, que pasó sin pena ni gloria, es nuestro día de la independencia; para los que creen que es el 18 de septiembre, ese día celebramos la Primera Junta de Gobierno, no la independencia de los españoles. ¿No podríamos recuperar esa fecha como un momento de celebración?, con asados, actividades ciudadanas, un momento para salir a la calle, juntarse con los amigos y aprovechar el buen tiempo. Sé que lo anterior es ir un poco contra los molinos de viento, el retail y el marketing tienen más peso que esta editorial, pero les dejo la idea pasada. ¿Alcaldes, alguno se motiva a celebrar lo nuestro, lo propio?

Y como no nos podemos quedar 100% fuera de un sentir masivo, les presentamos parejas, duplas que se quieren, pero que principalmente han desarrollado un catálogo de trabajo a nivel internacional relevante; y celebramos el comienzo del año nuevo chino, el de la cabra, que espero no sea muy movido, aunque la cabra siempre tira para el monte…