Lo 'hecho a medida' o exclusivo hoy día tiene cada vez más seguidores; encontrar esa pieza única que transformará el espacio es el sueño de muchos, y se busca por cielo, mar y tierra. Pero, como podremos ver en este número, más que la exclusividad de las cosas lo importante es que los objetos, muebles o piezas de arte que seleccionamos funcionen para nosotros, que nos identifiquen y así transformen nuestras casas en lugares únicos. El 'valor', entonces, ya no es lo que pagamos, sino la conexión emocional, sentimientos, recuerdos, que nos genera cada objeto.

Como revista siempre hemos apostado por lo único, lo irrepetible, lo no producido en serie. No hablamos de lo que 'se lleva o usa' y sí de lo que nos gusta e inspira, porque así creemos que se vive mejor, más feliz.

Recorremos la ciudad y descubrimos espacios para llevárselos a ustedes como tendencia, como fuente de inspiración, jamás pensando en que los reproduzcan tal cual, porque en decoración siempre van a ser muchas las tendencias en boga y todas pueden ser correctas, si lo que se busca con ellas es construir ambientes cómodos, vividos y donde uno se sienta a gusto.

Los espacios que llevamos en esta edición son un claro ejemplo de lo anterior: dos personajes que disfrutan y saben cómo quieren vivir sus casas, forzando situaciones de manera que se ajusten a lo que a ellos realmente les sirve.

Por eso les decimos atrévanse, prueben, mezclen, descubran cómo quieren vivir y de qué se quieren rodear, al final el resultado siempre será mucho mejor de lo esperado, acorde con lo que nos interesa y donde se podrán ver reflejados nuestros gustos y pasiones. Al final eso es lo realmente 'hecho a medida'.