Un único volumen central, sostenido por varios conjuntos de pilares de acero, sobre el cual se posa una segunda y enorme estructura en volado. Así de sencilla es la primera impresión que da esta obra; una que, por lo demás, sólo dura hasta que se cruza la puerta de entrada y se presenta un serpenteante cruce de pasillos, rampas, escaleras y altísimos muros: un entretenido laberinto donde el arte y la arquitectura son protagonistas.

Se trata del Museo Nacional de Arte del Siglo XXI, llamado también MAXXI, que llegó de la mano de la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid a dar un toque innovador al sitio donde se ubica, una antigua ex instalaciónmilitar en el barrio de Flaminio, al norte de Roma. Pero no sólo la arquitectura es la que impresiona, ya que éste pretende sermuchomás que unmuseo; algo así como un centro artístico urbano pensado para grandes y chicos, en el que la investigación y la experimentación estarán a la orden del día. “Un lugar que busca favorecer el intercambio de ideas y aumentar la vitalidad cultural de la ciudad”, señaló su creadora, Premio Pritzker 2004.

Los tres niveles de este enorme edificio están divididos entre el MAXXI arquitectura y el MAXXI arte, conjunto de instituciones cuyo fin común es promover estas dos disciplinas a través de muestras de colecciones permanentes y temporales, áreas de estudio y conservación. Además estará la puesta en escena de algunos procesos creativos y trabajos de estilo contemporáneo que serán albergados por una arquitectura de altosmuros de hormigón lijado, un techo de vidrio envigado a través del que se filtra la luz natural y sinuosos pasillos que se entretejen conectando los ambientes interiores y exteriores.