En la memoria de muchos de nosotros está el iceberg que causó furor en la Expo Sevilla del 92. Chile quiere repetir el éxito y va sólido este año a China para que nuestra cara y la experiencia que tengan los visitantes, toquen las emociones, haciendo del concepto de nuestro país –que habla de una ciudad del encuentro en términos de cercanía, identidad y calidad de vida–, una idea real. Para esto, el equipo que concretará nuestra presencia en Shanghai 2010, cuyo tema es “Better cities, better life” tiene la misión de unir dos culturas tan diferentes como la china y la chilena, pero con un fin en común: lograr un desarrollo sustentable para alcanzar el mejor bienestar de los suyos. Este año la propuesta será intangible, en términos de un símbolo como fue el iceberg, aunque con una fuerza conceptual que estará representada a lo largo de todo el recorrido que se haga dentro del pabellón chileno, donde la unión de fuerzas entre EOL (El Otro Lado), Sabbagh Arquitectos y Árbol de Color transmitirá nuestra alma al mundo entero dentro de un pabellón orgánico, que representará a Chile como La Nueva Ciudad.

Bajo esta inspiración se crea el Mercado del Encuentro, a cargo de Árbol de Color, una zona que comunica el latido de Chile. Aquí una tienda con más de 200 productos y un restaurante asesorado por el chef Christopher Carpentier –que contendrá una barra de líquidos y otra de sólidos– recibirán a los visitantes.

“Dentro de la propuesta quemuestra a Chile como ciudad de las relaciones, donde las personas son lo fundamental, están las cosas que se venden. El mercado se ubica en la plaza del pabellón en el lugar del encuentro, de las relaciones, el Mercado del Encuentro”, afirma Andrés Martínez, director de proyectos de Árbol de Color.

En este punto está el desafío, en hacer que la experiencia de aquellos que visiten esta plaza de productos chilenos –elaborados por manos nacionales– transmita nuestros sabores y una idea tan potente como para llevársela a casa. ElMercado está representado por grandes árboles cargados de frutos con artesanía urbana y nativas y largas barras que reciben un bar de vinos y degustación de bocadillos, empanaditas de pino ymarisco, anticuchos y churrascos.

Para ello se tuvo que resolver una ecuación con tres incógnitas: “Lo primero es crear un modelo de negocios que genere ingresos para el pabellón, luego se deben seleccionar los productos que nos representan como país, lo que nos ha significado ser los curadores de lo que tiene un valor más profundo y, lo tercero, es que todo lo anterior se encuadre con la propuesta conceptual de Chile en esta expo”, cuenta Andrés.

Así nos presentamos, con una puesta en escena que une estos tres elementos y crea un telón de fondo que se representa en esta plaza creada por árboles y barras donde se pueden degustar los sabores de nuestras tierras e invitar al público a celebrar la unión de las dos culturas, como en un cóctel o en un asado, brindar y decir ¡salud! o ¡Gan Bei!