MasDeco

Espacios: Coração moderno

El año pasado este paradisíaco refugio ubicado en la ciudad de Paraty, en Brasil, recibió el premio Wallpaper Design como la mejor casa del año 2010. El arquitecto brasileño Marcio Kogan es el hombre detrás de su arquitectura, un homenaje más de los tantos que a través de su obra este profesional busca hacer al modernismo que dejó huellas en su país a partir de los años 30. Investigador, seguidor, admirador, fanático? Marcio Kogan lo es todo de esta corriente arquitectónica, que intenta revisitar una y otra vez a partir de proyectos que lo han transformado en un reconocido a nivel internacional.

1194754

Marcio Kogan es de esas personas a las que no les gusta brillar solas. Sabe que su nombre es marca registrada a nivel internacional, pero también sabe que aquello es el resultado de un trabajo en equipo. No tiene problema alguno en prestar fotografías de sus obras para ser publicadas, siempre y cuando en el reportaje se nombre a cada uno de los arquitectos 'envolvidos' (como dicen ellos en portugués refiriéndose a involucrados) en el proyecto, ya que son quienes participan desde el primer trazo hasta su entrega, quedando como coautores. Lo mismo cuando se le pide un retrato suyo. Señala de inmediato que no le gusta aparecer solo, al contrario. Prefiere que se publique una buena foto del grupo de profesionales que lo acompaña en studiomk27, la oficina de arquitectura que creó a principios de los 80 bajo la convicción de mantener el legado de la generación modernista brasileña, ésa que entre las décadas del 40 y el 60 dejó a Brasil con una producción arquitectónica de altísima calidad. ¿Los entonces responsables? Por supuesto y en primer lugar: Oscar Niemeyer luego Lúcio Costa, Vilanova Artigas, Roberto Burle Marx... Nombres que encabezan el ranking de Marcio Kogan a la hora de decidir por quiénes siente admiración. Sucede, además, que su padre fue un ingeniero-arquitecto responsable de muchos edificios modernos de Sao Paulo (su ciudad natal y de la que -según dice-  no quiere moverse más), por lo que desde joven tuvo la posibilidad de visitar obras de este tipo. De ahí su encantamiento.

Se define un seguidor absoluto de estos arquitectos no sólo por lo sensacional de sus obras, sino además porque siente que es tan interesante como difícil comprender el modo en que en su país (durante la época en la que el flujo de información era escasísimo a raíz de la dictadura militar gobernante) hubo tantos profesionales estableciendo semejante repertorio constructivo. En ese período Kogan estudiaba en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, y la futura tarea que tanto a él como a sus compañeros se les venía encima no era nada fácil. Fueron herederos de una corriente muy compleja; la vara era alta y a ella se sumaba el tener que lidiar con la falta de libertad de expresión. Y el propio Marcio Kogan recuerda una experiencia complicada que tuvo por esos días: "Me tocó hacer un trabajo sobre una plaza en el centro de Sao Paulo, en un área escogida por los profesores donde los índices de violencia y prostitución eran bastante altos. Diseñé un proyecto a partir de la Novena Sinfonía de Beethoven, con imágenes pornográficas y políticas, pero fue censurado por la dirección de la escuela y no pudo ser mostrado al resto de los alumnos. ¡Simplemente absurdo!", cuenta el arquitecto.

Inicios, premios y la Casa Paraty

Junto a Marcio Kogan trabajan 14 arquitectos, además de colaboradores en varios países del mundo. Bastó que ganara algunos premios -incluidos más de doce otorgados por el Instituto de Arquitectos de Brasil, (IAB)- para que su carrera despegara en el extranjero. Poco a poco, revistas internacionales se interesaron en su apuesta constructiva, que pone especial énfasis en los detalles y las terminaciones, pero que, por sobre todo, "procura cumplir la difícil misión de dar continuidad a la línea de producción modernista", comenta el profesional; algo así como una revisita que el arquitecto y los suyos hacen a menudo a un período de la arquitectura que consideran mágico.

Y aunque el esfuerzo, la perseverancia y la paciencia fueron sus mejores aliados en los inicios de studiomk27, con el tiempo sí hubo clientes dispuestos a vencer las dificultades de realizar un proyecto a distancia.

Quienes lo conocen saben que para él lo más importante es el cariño que se pone en un trabajo; que la arquitectura son espacios físicos, pero también simbólicos, y que todo, pero absolutamente todo lo que está a su alrededor, lo inspira para crear. Y así lo resume el propio Kogan: "Una película que acabo de ver, un desfile de moda, una exposición; me nutro de la vida cotidiana que se da en mi oficina, en la relación con mis socios, en las visitas de obra cuando veo a la gente trabajando con tanta pasión por su oficio, y recientemente, la sala de clases… Todo es inspiración para mí". Y agrega que prefiere diseñar una pequeña cuna para alguien especial que un rascacielos en la Quinta Avenida para alguien con quien no se identifica.

Un buen ejemplo para entender cómo vive, piensa y siente Marcio Kogan la arquitectura es la Casa Paraty, construcción que hasta el año pasado había ganado cinco premios, entre ellos a mejor casa del año dentro de los Wallpaper Designs Awards. Precisamente lleva el nombre de la ciudad donde se emplaza: Paraty, una antigua localidad colonial (ubicada  entre Sao Paulo y Río de Janeiro) declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y cuya leyenda dice que tiene 365 islas, una para cada día del año. En una de ellas Marcio Kogan -en coautoría junto a la arquitecta Suzana Glogowski- levantó este paradisíaco refugio; ahí, en plena playa, en un terreno de más de 50 mil m², esta obra se funde con el cerro que la rodea y con la exótica vegetación predominante. De hecho, al mirar desde mar adentro, su primer nivel no se distingue del todo, ya que los árboles poco a poco lo han cubierto con su frondoso follaje.

Moderna por donde se le mire. Se trata de dos volúmenes superpuestos, el más bajo proyectado aproximadamente ocho metros por sobre la arena y el mar, de manera que el conjunto se equilibra con la topografía del terreno sin alterar en absoluto su entorno; a ratos, incluso, parece mimetizarse a través de los nobles materiales con los que fue levantado: piedra en algunos de sus muros interiores, madera en parte de su estructura, vidrio en escaleras y ventanales, además de hormigón texturado como soporte principal.

El mobiliario continúa la mezcla natural y modernista que se distingue en el exterior de la casa; muebles del siglo XX decoran el living, el comedor y una pequeña sala de estar, diseños de profesionales de talla mundial, como George Nakashima, Luis Barragán, Lina Bo Bardi, Sergio Rodrigues, Joaquim Tenreiro, José Zanine Caldas…

Un nivel más abajo se encuentra una zona de descanso al aire libre, organizada a partir de un deck que finaliza en una exquisita piscina de mosaicos. De allí al mar: sólo dos pasos.

Los propietarios aterrizan aquí en barco. Después de pasar por la playa llegan a un hall de entrada, allí un espejo de agua forrado en cristales les da la bienvenida a la primera planta, donde se distribuyen las zonas de estar, la cocina y el área de servicios. En el segundo piso están los dormitorios, cuya vista es increíble al igual que el sol que cubre estos espacios buena parte de la tarde. ¿La solución? Delgados paneles de eucalipto que los arquitectos instalaron a lo largo de toda la fachada oriente, una especie de palillaje que cumple a la perfección la labor de dar sombra a los recintos. Mientras que los sectores cuyas vistas están hacia la montaña cuentan con pequeños patios internos con iluminación cenital, así que la luz natural se aprovecha al máximo en cada uno de los rincones de la casa.

Inspiración

El modernismo prima en la decoración de este refugio playero, mientras que los materiales nobles entregan ambientes cargados de elegancia y calidez.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

⚡OFERTA ESPECIAL CYBER⚡

PLAN DIGITAL desde $990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE