Holanda es un país próspero, tolerante y que ama la libertad por sobre todas las cosas, un lugar donde la calidad de vida hace tiempo que es el tema que marca la pauta y no los metros cuadrados o las 4x4. Esto queda fuera de discusión. Como si se oliera o como una corriente eléctrica, al estar frente a la decoradora Valesca Sinninghe Damsté esto se hace evidente. Ella es así, llana y fácil de 'digerir', bien libre, bien franca, bien holandesa; pese a que llegó a los cinco años a Chile, la sangre cala hondo. Para Valesca la cosa es sin rodeos, ni medias tintas y en su casa de Vitacura todo habla de esta actitud. Nada impostado, todo natural, de lectura clara, de estilo único que saca suspiros.

Valesca arma arreglos de flores para ir desparramándolos por la casa, deja funcionando una batidora con una mezcla de harina, leche, cardamomo, miel y jengibre; pasa media hora y está listo un pan dulce de textura deliciosa. "Acá a todos nos encanta cocinar, mi mamá es profesora de cocina, tengo una hermana chef que trabaja en Londres y a mí también me mata esto", dice sin dejar de afanar. Entremedio la siguen una fila de cuadrúpedos que la aman. Están los dos gatos, Poes y Pufje, y sus perros Jack, Harry y Pepi. "Mi casa es la antidecoración, me da lo mismo que los niños anden por cualquier parte, tomen o dejen las cosas y que los perros y gatos rasguñen y usen los espacios, me interesa que todos vivan felices", dice la decoradora.

Papel Mural

"Visten un ambiente y lo hacen acogedor. Es como si una pieza estuviera vestida de fiesta". El papel de cocina es de la marca inglesa Lorca.

En esta casa ella, su marido y sus tres hijos viven hace siete años. "Cuando vinimos a verla, la dueña no la quería vender porque era su casa de toda la vida y la había construido su marido que era un experto en construcciones antisísmicas, o sea, esta casa no se cae con nada", comenta. Pero el matrimonio terminó por convencerla y comprar la casa que tanto quería. Partieron de a poco, la terraza fue lo primero que arreglaron y después siguieron por la cocina, que es de esos lugares para quedarse eternamente, acogedora, cálida, con algo que siempre se está cocinando, en fin, con ese calor de hogar que uno agradece a estas alturas del partido.

El living es uno de los sectores de la casa que menos han cambiado con el tiempo, porque fue el lugar  más pensado.

"Soy una convencida de que más es más", afirma con seguridad, avalada por lo que logró. Dice que la decoración de su casa ha seguido un proceso orgánico, que ha ido de apoco, de una manera natural y que tiene desde cosas con tanta historia como son algunos muebles heredados por parte de la familia de ella o de su marido, también holandés, hasta cosas compradas en multitiendas. "No puedo vivir en un lugar feo", dice con la sonrisa en la cara mientras prepara una velas para ponerlas sobre un candelabro en medio de la mesa del comedor.

La cocina es lejos el lugar que más utiliza esta familia. "Nos encanta invitar gente y por lo general partimos ahí, tomándonos algo rico mientras uno va probando el aperitivo", dice Valesca.

Listo. Está claro porque ella lo tiene claro y trabaja para eso con un amor inmenso por lo que hace, y por hacer que los suyos sean lo más felices posible. Receta de vida.

INSPIRACIÓN

Las telas, los colores, los estampados en papel y género, las lámparas, los libros y las fotos dan el alma a esta casa ubicada en pleno Vitacura.