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Mi Placer: Salado

Desde la inocente pregunta si uno es dulce o salado, a la presencia de sales cada vez más exóticas. La sal es como un placer culpable de los chilenos, que se supone comemos bien salado y tenemos esa manía de echar sal antes de probar. Pienso en esos baños de sales que les recomiendo de inmediato: compren sal gruesa, la ponen en un frasco con muchas ramas de romero y lavanda. Excelente para los dolores de huesos y para el relax. Pensemos en esos prosciuttos y jamones serrano, para los que la sal es casi un milagro, convirtiéndolos en delicias imposibles de controlar. Rica la sal, aquí la degustamos.

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Pescados a la Sal

Me acuerdo perfecto cuando aprendí a hacer carnes a la sal. La verdad es que fue como una revelación esto de cubrir un alimento con sal, que después se pusiera duro como piedra haciendo que lo cocinado quedara de textura húmeda y perfecta. También fue como un amor a primera vista porque es tan fácil como agarrar la lata del horno o una fuente, tapar de sal marina el fondo, poner el pescado entero -el que quieran y ojalá adentro lleno de matas de cilantro, lemon grass, hojas de apio- y lo cubren otra vez con sal. No puede quedar nada a la vista. Directo al horno por unos 40 minutos. Lo sacan y rompen la sal de arriba. Ante sus ojos y bocas una de las preparaciones más sabrosas y simples de hacer. Ojo, que se van sacando los filetes desde la fuente.

Sal lobos, sus condimentos y sus fotos

Me gusta cuando hay un elemento de inspiración que sirve para armar instalación. Así lo hizo Sal Lobos al lanzar sus nuevas sales gourmet, llamó a seis fotógrafos nacionales que hicieron obras con la sal. Las novedades: Sal de mar (extraída de unas piscinas en el mar de Iquique), otra extra gruesa del Salar de Tarapacá y cuatro con condimentos; merquén, cebolla, ajo y para carnes.

Maldón, mi regalona

En realidad tengo dos regalonas. Nacional: la sal de Cáhuil, bien salada y de bonitos cristales. Si van, allí podrán comer unas ostras gigantes que venden en varios restaurantes. De lo contrario cómprenle sal a Juan, un oriundo de Cáhuil en Pichilemu, que saca sal y la vende en un kiosco de Providencia con Monseñor Félix Cabrera. Mi otra adoración es la Maldón, de Essex, Inglaterra, unas pirámides pequeñitas de sal que se ven preciosas en las preparaciones, es rica de sabor, fina y con ese placer que da el crujir salino del que soy fanática. Perfecta para las carnes recién salidas de la parrilla o un carpaccio. También está su versión ahumada. A la venta en los Emporium de Los Dominicos, La Reina y La Dehesa.

Destinos Salados

Como chilenos, tenemos la obligación de conocer y maravillarnos con el Salar de Atacama, paisaje quebradizo y con formas naturales que sobrecogen. No hay excusas, sobre todo ahora, con las ofertas en pasajes y hoteles. El Mar Muerto es una maravilla, el mar más salado del mundo donde todo flota y prácticamente se puede caminar en él. También Salzburgo que, como dice mi cosmopolita amigo Juan, es, "además de la tierra de Mozart y de La Novicia Rebelde, la ciudad de la sal". De hecho su nombre significa castillo de la sal, así que además de maravillarse con esos palacios, esculturas y museos, hay sales pituquísimas y para regodearse.

+D Saleros

Cuando el recipiente sí importa. En la historia, el uso del salero ha sido motivo para hacer los más variados modelos. Desde graciosos, a finos, pasando por individuales y gigantes para la cocina. Hoy están los reconocibles Mr. Salt & Mrs. Pepper de Ritzenhoff, que siempre serán un sello con sus mil y un juegos de parejas. Lo mismo que Alessi, la marca ícono de diseño. En la tienda Cómodo hay varios y aquí algunos de los más lindos.

Imm Living:

marca soñada de Toronto, con esa cuota linda y genial que tiene el diseño industrial hoy. Como un recordatorio al calentamiento global y con un oso polar como símbolo, la diseñadora Cecilia Lundgren hizo Belly Up, por el lado de la cabeza, la sal y, por el de las patitas, el pimentero. Precioso.


Owo Kont:

formas de antiguos espíritus ancestrales con dibujos sobre cerámica para poner sal, merquén y queso, inspirados en las etnias y cultura precolombinas. Bonito y genial como regalo hecho en Chile.

Koziol:

No hay vuelta, adoro esta marca. Desde que vi [pi:p] de Frank Person, un pajarito minimal y gordito, que desde el pico le sale sal y que va puesto en un árbol con un imán; es el especiero que veo como mi próxima compra.

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