Milán 2011 ¿Dónde está la novedad?
50 años no pasan en vano y este las empresas no buscaron pretenderlo todo. Algunas arriesgaron lo mínimo pero otras alegraron el recorrido, y sacaron sonrisas, haciendo de la sorpresa, la novedad.


Este año la Feria del Mueble de Milán prometía, no solo porque en cada edición uno puede ver por adelantado las propuestas que serán tendencia en los próximos meses, sino porque además esta vez se cumplieron 50 años desde la primera edición. ¿Qué vimos? ¿Qué hay de nuevo? ¿Qué cambió? Al igual que en el rubro del vestuario, en el mobiliario ya no hay modas que marquen una pauta absoluta ni un estilo que sea superior. Cada estilo tiene su fuerza; minimalista, maximalista, blanco y negro, colores, dorados, naturales, maderas, plásticos, lujo y más lujos, para todos los gustos. Eso sí, las mejores empresas no se venden tan fácil y siempre tienen un hilo conductor en sus colecciones. Las mejores: Kartell, Edra, Cappellini, Dedon, Driade, Alessi, Nani Marquina, XO y Poltrona Frau. Ellas son las que innovan.
Una a una
Kartell como siempre dictó pauta, porque además de sus muebles supercoloridos este año invitó a Tokujin Yoshioka a diseñar muebles que casi no se ven, al igual que el diseño de Ferruccio Laviani con su lámpara Taj, una suerte de silueta curva que se percibe como un haz de luz.
El maximalismo fue excluido -debe ser por la recesión en Europa- y solo en iluminación se mostró la grandilocuencia de este rubro con inmensas lámparas de lágrimas. En tema colores, nadie mejor que Driade. Un trabajo sólido tanto con el metal pintado del sillón Clubland o con los polímeros de la silla Rostro de Nemo, diseñada por Fabio Novembre, la que se lucía en toda la paleta cromática.
La presencia chilena se hizo notar con la participación de Made in Mimbre, Gt2p, Rodrigo Alonso y la Universidad del Desarrollo, que encontraron un espacio en el Salón Satélite, destinado a jóvenes talentos.
Además de las ya mencionadas se destacan por sobre la media las productoras Edra, siempre con un stand arriesgado, y la italiana Alessi, la única aislada de los clásicos galpones que se impone con su constante movimiento. En años anteriores se lucieron con los electrodomésticos y en este dan el golpe diseñando ampolletas de bajo consumo, dejándolas tan bellas que no necesitan una lámpara que las cubra. Las mejores y más fotografiadas son las diseñadas por el belga Frederic Gooris, muy acorde con las propuestas del Alessi actual, modesto y con una vuelta a la simplicidad que encanta y, para no quedar fuera del negocio del interiorismo, este año invitaron al arquitecto David Chipperfield a diseñar su primera silla.RMuebles, muebles y más muebles.
Este año lo mejor fueron los muebles de carácter artesanal, los sólidos o con cuerpo, y por su contraparte, los mínimos y los muebles y objetos que tienen una alta preocupación por la sustentabilidad. Así, por ejemplo, de la firma suiza Vitra se consagró el diseñador alemán Konstantin Grcic con la butaca Waver, un modelo outdoor que empleó materiales y técnicas de deportes como el windsurf. También para Vitra, Alfredo Häberli realizó la silla Jill, que lleva al extremo el moldeado de madera contrachapada.
Hogares simples, cálidos, donde prima la madera, aunque aparezcan miles de materiales y nuevas tecnología, parece ser lo que nos dice Milán 2011. Y es que nada supera a un buen sofá de cuero o una mesa de madera que no esté fría como el acero.
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