Aunque parezca extraño, los parques urbanos no son tan sustentables, hay que mantenerlos; pero si están bien ideados este cuidado se puede reducir.

Desde ya un aspecto importante en cuanto a la sustentabilidad es el hecho de conformar un gran área verde, que será un gran aporte para los habitantes de las comunas inmediatas, mejorando la calidad de vida, las actividades al aire libre, la sociabilidad entre vecinos y dar sensación general de identidad. Además contribuirá a mejorar la temperatura en el verano, ayudará a limpiar el aire, fomentará la vida silvestre y reducirá el ruido urbano.

Durante la época de frío, mayo a agosto en la zona central, es de gran importancia contar con zonas asoleadas caducas para los posibles días despejados. Estas deberán estar protegidas de las brisas frías provenientes del sur y de los vientos con lluvias, generalmente del norte.

Aparte, se deben de considerar espacios cubiertos a modo de protección de lluvias.

Los lugares para sentarse no deben ser ideados en materiales con inercia térmica o masa (hormigones, piedras, cerámicos u otros), pues estarán muy fríos y húmedos, lo recomendable es que sean en base a maderas o PVC y con cierta inclinación para que el agua de lluvia escurra. Los metálicos no son recomendables para los días fríos ni calurosos (imposibles de usar como tales).

En época de calor, de mayor duración, prácticamente desde septiembre a marzo, la radiación solar y temperaturas pueden ser altas, por ello es recomendable contar con zonas sombreadas, ya sea con árboles o cubiertas tipo parrones. Los rayos incidentes en verano van entre los 83 y 70° de inclinación provenientes desde el norte a mediodía.

Estos elementos además de sombrear deben permitir el paso del aire a nivel de peatones para mejorar la sensación térmica. La elección de los materiales e instalaciones respectivas, así como detalles constructivos, deben estar orientados a garantizar durabilidad y estabilidad en el tiempo, resistir heladas y humedades, contribuyendo a que sean instalaciones ambientalmente gratas y seguras. Por otro lado, deben ser ideados a prueba de actos vandálicos, de fácil limpieza y mantención general.

En lo que se refiere a pavimentación, deberían ser antideslizantes (por lluvias y posibles heladas), colores medios para evitar deslumbramientos en verano; los muy oscuros, por otro lado, se sobrecalientan en verano y en invierno oscurecen el ambiente, cuestión especialmente problemática en el escenario de una luz artificial en las noches.